𝑴𝒊 𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂 | 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙 ⁽ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ⁾

Desgaste.

Decir que Felix no era hermoso, era pecado.

Era un sacrilegio.

Sinceramente era estúpido.

Eso fue lo que Jisung sintió cuando conoció a Felix, había visto a un omega antes, cuando era más joven, recuerda haberse enamorado y ser rechazado de la forma más penosa posible, por lo que, de alguna manera, había terminado odiando a los omegas por creerlos engreídos.

Pero entonces conoció a Felix y su manera de ver las cosas cambió, el omega era pulcro, sereno y nada respondón.

Cuando alguien le acosaba, cuando le molestaban o hacen comentarios fuera de lugar, el omega se limitaba a lanzar una mirada despectiva y luego suspiraba sin decir palabra.

Por supuesto, le gustaba también su rostro, su cuerpo y aroma, pero Felix era mejor que eso, emitía ese aire de misterio, de elegancia, que hace que Jisung no pudiese dejar de mirarle.

Recuerda un cierto día en la secundaria, a un alfa montar a Felix con ansia debido a su celo, a lo que Felix se limitó a patearle las bolas, sonreír de lado y marcharse con una mueca de victoria.

Actos como este hacían que Jisung y varios más se acercaran a él, si de por sí la devoción a los omegas era grande, Felix era querido por no ser un caprichoso o engreido como la mayoría de omegas.

Entonces un día de tantos Felix terminó en la misma fiesta que Jisung.

Un día de tantos terminó comiéndole la boca.

Un día de tantos términos entre sus piernas tomándolo por primera vez.

Y recuerda al omega sobre él, sin gesto alguno, recuerda que chilló un poco debido al dolor, pero nada más y lo que más detesto, era la actitud algo mandona del mismo, Felix era demandante y dominante.

Y decidió domarlo a base de golpes y malas palabras durante el sexo.

Pero lo amaba, le gustaba, solo era bruto a más no poder, por eso cuando se enteró que tendría un cachorro con él, no pudo evitar llorar de emoción.

Los padres de Felix lo habían llevado a la habitación, entró con incertidumbre sintiendo ese aroma tan triste, se acurruco a su lado y el omega se aferró a sus brazos olfateando.

—Estas aquí cachorro —murmuró entre sueños —, te extrañe mucho idiota —suspiró.

—Yo también —dice Jisung, un poco molesto con el apodo de “cachorro” pero supone que nada puede hacer, los padres de Felix le advirtieron sobre el estado de su hijo.

—Puedo sentirte, mi corazón llora por ti y no lo entiendo, se supone que no pasaría esto, no era mi plan.

—Pero ya está hecho, yo... tengo miedo Felix, necesito que te cures para después pensar si tendrás al cachorro o no —dice acariciando el cabello rubio del omega.

—Lo quiero ¿tú no? —suspira.

—Yo... no sé, somos jóvenes.

—Lo sé cachorro, pero... yo —duda un poco —yo te... —abre los ojos y mira que quien está a su lado no es quien esperaba y chasquea la lengua molesto.

—Olvídalo Sung, solo abrázame o lárgate.

El beta abre los ojos molesto y tira del cabello del omega.

—Idiota, piensa antes de hablar zorra —escupe sin pensar, para luego arrepentirse, siempre lo hace, habla sin medir sus palabras y daña a quien supuestamente ama.

—Como sea —dice Felix y se duerme.

Minutos despues siente la cama moverse, la puesta cerrarse y se echa a llorar, se da cuenta de que su estúpido plan tiene una falla y esa es que desea sin medida que quien le acurruque ahora con cariño es el alfa a quien quizá ama un poco.