Los ojos son la ventana del alma...

¿Ahora sí vas a entrenar?

-Ah, soy Marvel.- dice mientras se levanta. Luego alarga su fuerte brazo hacia mi. Lo estrecho.- Distrito uno.
Arquo las cejas. Me cae bien pero, ¿distrito uno? Aunque seríamos aliados en Los Juegos del Hambre a mi nunca me parecieron agradables.
-¿En serio?- pregunto.
-¿Te sorprendes?
Suspiro y tomo mis cosas.
-Ya me tengo que ir.- digo- ¿Vienen?
-No, no esta bien.- contesta Cato por ambos.- Pero, ¿te veré luego? ¿Tal vez en el entrenamiento?
-¿Ahora sí vas a entrenar?- pregunto sonriendo.
El no me devuelve la sonrisa. Arrogante.
Salgo del cuarto.

La sala de entrenamiento es enorme y lujosa. Aunque ya la había visto anteriormente, me siento como una extraña y por un segundo tengo miedo.
Miro a la izquierda y veo a Mike hablando con unos cuantos amigos y una chica. Es adolescente, así que no le grito ni lo saludo. Busco la zona de ofensa.
La sala esta dividida en cuatro zonas, ofensa, defensa, supervivencia y entrenamiento general. Soy del distrito dos y la ofensa esta en mis venas. Mi padre ganó los juegos hace un par de años, con sus dieciséis años de edad.
-¡Clove!- alguien grita desde otro lado de la sala. En general.
Un chico pelirrojo se me acerca corriendo saludándome con la mano. Ni siquiera lo conozco, pero al parecer el sí a mi.
-Hola- dice- soy Will Moyes. Distrito cinco.
La academia es la más grande de Panem. Es únicamente para los distritos del uno al seis. Por suerte está aquí en el distrito dos.
Los saludo por ser amable... Nada más.
-Clove, pero al parecer ya lo sabes.
-Oh, si. Mi amigo Marvel me hablo de ti.
-¿Así que eres amigo suyo eh?- pregunto mientras acomodo mi mochila en el hombro.
-Aha. Dime, ¿cuántos años tienes?
-Doce.
-Yo también.
Veo que Marvel se nos acerca corriendo. Sus chinos rubios flotando en el aire me causan mucha gracia.
-¿Ya se conocieron?- pregunta sin aliento.
-Si,- contesta Will.- estábamos hablando de nuestra edad.
-¿Ah sí? ¿Cuántos años tienes Clove?
-Doce. ¿Y tú?
-Catorce... Pero bueno, ¿vamos a ofensa?
Una chica rubia corre hasta nosotros seguida por Cato.
-Marvel, no hables con la chusma.- dice la chica barriéndonos a Will y a mi.
-Oye, oye...- trata de detenerla Cato.
-¿Disculpa?- pregunto.
-Oye, oye...- trata de detenerla Cato.
-Lo que dije. C-H-U-S-M-A. ¿Qué no oyes?
Casi me le hecho encima para ahorcarla, pero Marvel, Will y Cato me detienen.
-¡Basta! ¡Basta!- grita Cato.
Cuando la cosa se calma la rubia con la voz más aguda que he escuchado en toda mi vida, sonríe.
-Soy Glimmer.
Frunzo el ceño. ¿Ahora que ve que soy peligrosa le caigo bien?
-Clove.
-¿Quieren pelear o ya podemos ir a ofensiva?- pregunta Cato.
Niego con la cabeza.
-Iré con Will a entrenamiento general.
Sí seré chusma no quiero serlo sola.
-¿Entonces, los veremos luego?-nos pregunta Marvel.
Sonrío y asiento.