Bill.
Ser un estúpido la mayoría de veces me salía natural, el cincuenta por ciento de esas veces terminaba por ignorarlo y dejarlo pasar pero otras veces me arrepentía y quería solucionarlo. Está era una de esas ocasiones. Zoe definitivamente no merecía escuchar lo que dije y definitivamente ella no se merecía que dijera lo que dije, por que lo único que hizo los últimos días fue enseñarme lo asombrosa que era.
Acate su pedido de no llamarla, pero eso no significaba que me daría por vencido.
—¿Que estás buscando, patán? —lo último lo pronunció con amargura. Bueno, era un buen comienzo, esperaba un golpe o algún insulto peor de su parte.
—Uhm, hola, señora Sawyer. —rasque mi cuello incómodo.
—Señorita Sawyer. —corrigió.
—Señorita Sawyer, uhm... ¿está Zoe? Necesito hablar algo importante con ella.
—Oh creo que justo ahora iba a las oficinas de la prensa a decir lo idiota que has sido con ella. —se cruzo de brazos.— Que sepas que acabas de perder a una Tokita y que no gastare mi dinero en discos por ti, incluso, estoy decidida en comprar la música de One Direction. —fruncí mi ceño.
—Yo estoy arrepentido por lo que paso, vine a disculparme. —mis manos pararon en los bolsillos de mi pantalón.
—Bueno, ella no está aquí, Zoe fue a pasar el fin de semana al departamento de su tía.
—¿Puede darme la dirección? Realmente necesito arreglar todo esto, cometí un error y actué como un estúpido con alguien que no lo merecía. —el entrecejo de la madre de Zoe se relajo y una pequeña sonrisa apareció en sus labios.
—Realmente te gusta mi hija, ¿verdad? —sonrió.— Ya veo por que eres artista, sabes convencer con unas pocas palabras.
(...)
El chófer yacia manejando la van hasta la dirección que la señora Sawyer me había escrito en un papel. Está vez sin el dibujo de un pene.
Miré a Pumba que se encontraba profundamente dormido a mi izquierda. Cuando el coche se detuvo, el chofer me dio la indicación de que habíamos llegado al recinto, por lo que tome a mi cahorrito entre mis brazos y entre al edificio.
Una vez en recepción explique el motivo de mi visita por lo que me dejaron entrar inmediatamente, aunque no era necesario por que ya tenía ciertos beneficios. Tomé el ascensor hasta el piso veinte, sin dejar de temer que el ascensor se detuviera, cuando las puertas se abrieron fui hasta la puerta "C" y tomé un respiración honda, arregle mi cabello como acto nervioso y toqué la puerta.
Una muchacha rubia que bordeaba los doce años abrió la puerta e inmediatamente sus gritos retumbaron en mis oídos y sus brazos me rodearon.
—¡Te amoooooooo! —me estrujo más fuerte contra ella.— Mamá me decía loca por creer que algún día Bill Kaulitz vendría a casa a buscarme. Seremos muy felices juntos, nos llamaremos algo así como Bristell o Kill, me da igual lo que sea que a ti te guste... —hablo rápida y emocionadamente.
—Uhm, ¿Kristell? —la nombre inseguro recordando lo que me contó Zoe y la mezcla de nuestro nombres que ella ha hecho.
—¡Oh por todos los cielos! ¡Sabes mi nombre! —me reí.
—Yo realmente vengo por tu prima. —Kristell levanto su rostro para mirarme fijamente tal como un castor.
—¿Zoe?
—Así es... Dije algo estúpido y debo disculparme con ella por eso.
—¿Entonces no vienes por mi? —realizo un puchero.
—Uhm... —¿Que debía decirle?— Yo te prometo que algún día vendrá un chico tan apuesto, caliente e interesante como yo, pero ahora mismo me interesa una chica con la cual lo arruine y debo arreglarlo. ¿Me ayudarías?
—Está bien. —asintió.— Si quieres cuido a Pumba mientras tanto.
—De acuerdo. —la traslade a los brazos de la muchacha.
—Pasa, ella está en la habitación de invitados, ha estado encerrada desde que llego por lo que apostaría que allí adentro es una pocilga.
—¿Debo usar alguna mascarilla o algo?
— Mi deber como tu Tokita es decir que sí.—murmuré un gracias y fui hasta la habitación de Zoe. Aquí vamos. Di dos toques a la puerta mientras cerraba mis ojos.
—¡Vete Kristell! —gritó desde adentro. Volví a golpear y un gruñido se escucho desde adentro y la puerta se abrió bruscamente.— Que parte de que te vayas... ¡¿Que haces tú aquí?!
—Dijiste que no podía llamar, pero jamás mencionaste que no podía buscarte. —sonreí buscando en su rostro algún signo de debilidad, pero Zoe seguía seria.
—Ya me buscaste, ahora andate. —se aproximo a cerrar la puerta y la detuve con mi pie.— Bill, hablo enserio. —suspiro abatida.
—No me iré hasta que me permitas decirte lo que quiero. —se presento un silencio profundo por parte de ella, a la vez que sus ojos iban de mi hacia el piso y así sucesivamente, hasta que cedió y abrió la puerta.— También hablo enserio cuando digo que siento lo que dije, no merecías escuchar eso y tampoco merecías que yo lo dijera. —acorte un poco más la distancia entre ambos y Zoe se alejó como si tuviera alguna enfermedad contagiosa. No me acerque está vez.— Me interesas Zoe, necesito a alguien como tú en mi vida ahora mismo.
—¿Alguien como quién? ¿Una chica que lo único que hace en su vida es ayudar a su mamá en la tienda de mascota?
—No, necesito a una chica increíble que me haga poner los pies en la tierra con solo decirme una frase. —admití acercándome a ella, ahora ella no retrocedió.
—Nos conocemos muy poco como para que digas eso. —mordió su labio y no pude evitar mirarlos fijamente.— Tú mismo lo diste a entender. —volteé a ver la puerta y la cerré detrás de mi espalda.
—Lo que dije fue estúpido. —hice una pausa.— Estaba hablandole a Ava, mi mejor amiga, y ella me hizo darme cuenta de como mis miedos a veces pueden más que la razón pero... Nada nos apura, podemos ir lento, rápido, lo que sea, pero quiero conocerte más Zoe, así como yo abriré mi corazón completamente para que conozcas al verdadero Bill, que es el mismo que llevas conociendo estos días, solo si tu me das otra oportunidad. —sin poder resistirme mas a sentir su piel, lleve mi mano a su mentón para levantarlo y acariciar su mejillas con mis dedos.
—Es solo que no entiendo por que yo... —mordió su labio inferior avergonzada por mi tacto.— Tienes a miles de modelos rodeándote, chicas realmente lindas y... ¿y te intereso yo? ¡En que mundo pasaría algo como eso, Bill!
—En la historia de Zoe y Bill. —tomé su cara con ambas manos.— Escúchame, me interesas tú por que eres la chica con los ojos más bonitos que he conocido, eres honesta, tú sonrisa me transmite tranquilidad, te ríes de mis chistes aburrido, te burlas cuando lo son extremadamente, me recriminas cuando hay que hacerlo y me haces sentir normal. —mis ojos conectaron con los de Zoe y acerque mi rostro al suyo, acariciando mi nariz con a suya.— Y lo más importante, me gustas por ser simplemente tú. —y finalmente tomé sus labios con los míos, embarcándonos en el mejor beso que había podido recibir en mucho tiempo.
─────⊰·•·⊱─────
Disfruten, voten y comenten, muchísimas gracias por leer.¡!<3
ESTÁS LEYENDO
Pumba | bill kaulitz.
FanfictionBill Kaulitz deseaba una mascota hace mucho tiempo, sus amigos, familiares y conocidos habían ayudado en la busca de algún perrito para el cantante. Hasta ese día, cuando él decidió entrar a la tienda de mascota cayendo enamorado de el cachorrito de...