Bill Kaulitz deseaba una mascota hace mucho tiempo, sus amigos, familiares y conocidos habían ayudado en la busca de algún perrito para el cantante. Hasta ese día, cuando él decidió entrar a la tienda de mascota cayendo enamorado de el cachorrito de...
—Lección décima cuarta, cuando ella finalmente se ha dado por vencida, puedes descansar tranquilamente. —suspiró dramáticamente Zoe recostándose en el sofá y yo sentándome a un lado.
Después de una larga tarde, Pumba había decidido tranquilizarse y dejar de correr por toda la casa con sus juguetes y por fin dormir. Zoe fue la que estuvo con Pumba todo el tiempo y yo solo me anime a observarla y escuchar atentamente los consejos y lecciones que tenía para darme y lograr ser un buen padre para mi bulldog.
—Esa ha sido una gran clase.
—No creas que esto te saldrá gratis, teñido. —recriminó.
¿Teñido? ¿Ella acaba de llamarme tenido?
—¿Y como quieres que te pague, teñida? —devolví el término y ella se sorprendió.— No me creas iluso, ese color castaño no sale naturalmente, experiencia propia. —guiñe mi ojo derecho mientras pasaba mi brazo por detrás de la espalda de Zoe.
—Creí que pasaba desapercibida. —me reí a la misma vez que Zoe.— Respecto a la paga, uh... No lo sé, no se me ocurre nada ahora. —pasó un mechón de su cabello detrás de su oreja.
—¿Que te parece un strip dance de Bill Kaulitz? —moví mis cejas de arriba hacia abajo.— Incluso puede ser gratis, seré tu Magic Mike, si quieres que lo sea. —sonreí de lado.
—¿Que te parece una patada en tu glorioso amiguito? —propuso sarcásticamente.
—¿Acabas de llamar glorioso a mi pene? —me burle.— Bueno, gracias por el elogio.
—¡No quise decir eso!
— Nena, si lo quisiste decir. —seguí bromeando y podría jurar que el rostro de Zoe explotaría de lo roja que estaba.
—¿Podemos acabar está conversación acerca de tu pene? —murmuró avergonzada.
—Tu propusiste el tema, no yo. —levante mis manos en señal de inocencia.
—¡Basta! —me golpeo con el codo.
—De acuerdo, está bien. —hice una pausa.— Pero es una lástima, por que te iba a dar una muestra ahora de lo glorioso que puede ser. —Zoe terminó por golpearme fuertemente en la cabeza con la botella de plástico que había en la mesa.
—¡Deja de hacer eso! Normalmente los que alardean sobre su pene, son los que tienen el tamaño más diminuto. —eso era un golpe bajo. Hablando en sentido figurado.
—Zoe, no hagas conclusiones apresuradas, es todo lo que diré. —me levante del sofá.— Y no es necesario que pienses ahora en la paga, puedes pedirmelo en cualquier momento. Ahora ire a dejar a Pumba arriba, espera aquí.
Tomé a Pumba entre mis brazos para dejarla en mi habitación. Saque una fotografía de ella en mi cama para publicarla en Instagram con la descripción de: "Él ha acabado".
Cuando salí de la aplicación, mi celular comenzó a sonar con la canción "Oops I did it again" de Britney Spears, que había seleccionado para cuando llamara Ava. Solíamos bromear casi todo el tiempo con ese hit.
—¿Como vas con la afortunada? —es lo primero que escucho al responder.
—Digamos que hemos tenido una interesante conversación acerca de mi pene.
—¿¡Que parte de ser romántico no entendiste idiota!? —gritó y tuve que alejar el celular de mi oído si es que no quería tener que roto el otro tímpano.
—Sólo no lo se Ava, me cuesta serlo con ella. Llámame ñoño pero me da algo de vergüenza y... —suspire.— Solo la conozco hace una semana, y a pesar de que una parte de mi confía, la otra me dice que no me cegué del todo por ella porque podría decepcionarme. Nadie me afirma que ella no ira y dirá la primera mierda que se le ocurra a la prensa. —me desahogue mientras le daba caricias en la panza a Pumba quien las recibía gustoso.
—¿Te estás escuchando? Acabas de sonar como un completo idiota. Por lo que me has contado de ella, dudo mucho que sea así y ya hubiese dicho algo a los medios desde el primer día que te conoció y no lo hizo. —respondió rápidamente como cuando lo hacia siempre que se molestaba.— Se que tienes miedo de las personas Bill y que no confías en todos, y está bien, son tus decisiones. Pero no puedes crucificarla a ella, por cosas que hicieron otras personas contigo en el pasado.
¿Vieron por que era mi mejor amiga? Ella tenia siempre las palabras adecuadas para sacarme de la fase idiota mía.
—Tienes razón Ava, gracias. —susurre y sabia que ella sonreía del otro lado.
—Ahora deja de pensar negativo y deja que las cosas pasen, no trates de ir contra la corriente.
—¿Te he dicho que eres mi mejor amiga?
—Si, todos los días. —dijo con un egocentrismo marcado por lo que me reí.
—Debo colgar, tengo a una chica esperando por mi en el living.
—Ve por ella muchacho. —colgué y fui hasta el living y Zoe no estaba allí, fruncí el ceño al no ver su mochila de gatitos allí.
Me dirigi hasta la cocina y tampoco se encontraba ahí. Mis ojos pararon en una boleta de sushi vegetariano que había ordenado Zoe.
¿No les había mencionado que era vegetariana? Según ella, no creía que se debía depender de un animal para sobrevivir. Me gustaba ese pensamiento de ella.
Voltee la boleta encontrandome con una escritura y precisamente con la letra de mi prófuga... ¿amiga?
"Lamento que tengas ese pensamiento sobre mi, peor aún, lamento yo haber pensado en que podía ser cercana a alguien como tú sabiendo todo lo que te rodea. Cuida de Pumba y cumpleme la paga de no llamar a mi celular, gracias".
Genial.
Mi gran bocota y yo siempre lo arruinaban todo.
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