-Pruebate este.
-¿El rosa?
-Sí.
-Bien, era mi favorito.-exclama Roberto.
-Yo me pruebo este rojo.
-A mí me gusta el negro.-dice Mario.
-Que quede claro que si yo me cojo el tanga de color rosa, nadie más se lo va a poner, no consiento meter mi polla donde la hayáis metido vosotros.
-¿Eso sólo lo dices por los tangas?
-Claro.
-Prefiero no hacer comentarios sobre lo que acabas de decir, Roberto.
-Sí, mejor.
-¿Qué tal me queda?-grita Christian.
-¿Pero si te has puesto hasta la falda?
-Claro, me he puesto todo.
-¿Llevas sujetador?
-Sí, el morado.
-¿Quieres que te diga sinceramente lo que pareces, Christian?
-Sí, dime.
-Pareces una...-a Mario no le da tiempo a terminar la frase cuando Roberto interrumpe.
-¿De dónde has sacado esa peluca rubia?
-Oh, bueno... en la tienda... había maniquíes...
-¿Los maniquíes llevan pelucas rubias?
-El que tenía esta peluca sí.
-Pareces una prostituta transexual.-aclara Mario.
-Vaya, hombre, gracias.
-Llevas una peluca rubia platino que se ve a dos cientos kilómetros de aquí, un sujetador enorme de color morado que se transparenta por tu camisa blanca y una falda fosforescente a juego con la peluca...
-¡Y el tanga rojo!
-Sí. ¿Qué te has metido en las tetas para que se te noten?
-Dos rollos de papel higiénico.
-Joder, Christian, que luego no hay papel en el WC.-exclama Roberto.
-Por cierto, ¿podrías agacharte?
-¿Agacharme?
-Sí.
-¿Para qué?-se extraña Christian.
-Tú agachate.
-¡Se te sale un huevo por el tanga!-grita Mario mientras ríe escandalosamente.
-¿Qué dices? ¿Cómo se me va a salir un huevo?
-¡Las tetas!
-¿Qué pasa?
-Que se te están cayendo las tetas, o sea, los rollos de papel higiénico.
-Mierda, mis pechotes.
Christian se coloca de nuevo los rollos y los aprieta con el sujetador hacia su pecho para que no caigan, después decide quitarse el tanga y ponerse unos calzoncillos, de esta forma va más seguro.
-Ya está, mirad, ahora estoy perfecto.
-Sí, perfecta.
-¿Parezco una tía?
-Te falta maquillaje, ¿y nosotros qué tal?
-Maquillaje también.
-¿Y el pelo qué?