Capitulo I

8.9K 327 5
                                    

Después de las duras palabras de Eloise y de escuchar al hombre que amaba decir que nunca la cortejaría, Penelope había sentido que la vida la posicionaba en un lugar aún más oscuro y triste, más triste que saberse rechazada y menospreciada por su madre y hermanas, era saber que las personas con las que sí se había abierto, no habían sabido apreciarla, sin embargo, eso también despertó algo en ella, una fuerza y determinación que sólo había sentido antes al escribir como Lady Whistledown. A veces se preguntaba cómo era capaz de tener a tanta gente cautivada por su mordaz forma de escribir y aún así no ser lo suficiente para conseguir ser vista. En su interior sabía que podía llegar a ser algo más, quizá no un diamante, pero sí alguien que de ser vista, no sería solo la fea del baile. Todas las situaciones vividas le hacían sentir que ella estaba sola y que sola debía ver por sí misma, por su futuro y estaba dispuesta a tomar este trabajo con total seriedad.

Las Featherington habían permanecido en la ciudad a la espera de la nueva temporada, ya que no contaban con la suficiente fluidez económica para irse a otro lado, además Portia estaba decidida a no despertar habladurías sobre alguna participación de ella y sus hijas en el fraude cometido por el nuevo ex Lord Featherington.

En la familia Bridgerton era todo lo opuesto, la familia se había ido a su casa de campo, felices de contar con una nueva Vizcondeza, la cual junto a Lady Violet se encargaría de acompañar no sólo a Eloise, sino también a Francesca, durante la nueva temporada en Londres. Por su parte Colin, después de compartir algunas semanas con la familia, había decidido viajar y seguir descubriendo el mundo y su lugar en él. Durante este proceso había escrito varias cartas, principalmente a su familia y a su querida amiga Penelope Featherington, pero a pesar de que había obtenido respuesta por parte de los primeros, no lo hubo por parte de Penelope, lo cual le causaba extrañeza y un poco de agobio, mismo que calmaba pensando que dentro de dos semanas la encontraría durante la nueva temporada en Londres, ya que su madre le había pedido volver para apoyar a la familia, pues Kate estaba muy nerviosa por su debut como vizcondeza presentando a Francesca en sociedad.

Casa Featherington

- Penelope, apúrate, llegaremos tarde con la modista - dijo Portia asomandose a la puerta de su cuarto

- Voy mamá - dijo Penelope. Ella había estado pensando en qué podría hacer o cambiar para conseguir un esposo esta temporada, estaba cansada de ser considerada un estorbo por su familia y a la vez necesitaba la libertad que un matrimonio podría darle para continuar con su proyecto sin riesgos. Penelope había hecho un acuerdo con la modista, en el cual Madame Delacroix dijo a Portia que las telas de colores chillones no habían llegado a tiempo para la temporada, por lo cual tendrían que utilizar otra gama de colores.

Al llegar con la modista, ésta entregó los nuevos vestidos a las Featherington.

- Será aún más difícil encontrarte marido usando esos colores tan poco alegres, Penelope - dijo Portia lamentándose - tendremos que considerar que te quedaras a cuidarme en mi vejez - Dijo mientras observaba a Madame Delacroix acercar los vestidos en tonos rosa, azul, verde, rojo y lila.

Una vez de vuelta en casa, Prudence estaba cerca de la ventana, hábito que había adquirido en los últimos meses, ya que se aburría muchísimo sin Phillipa - todos los Bridgerton están en casa - dijo

- ¿Ya está de regreso Mr. Colin Bridgerton? - preguntó Portia con genuino interés. Despues de que las palabras de Colin le habían servido para eximirlas de toda responsabilidad sobre lo ocurrido la temporada pasada, Portia lo consideraba una persona a la que debían mantener cerca y de su lado.

Penelope no pudo evitar sentir que su pecho se oprimía al escuchar el nombre de Colin, aunque con el tiempo había logrado aceptar que él no tenía obligación de amarla o querer contejarla solo porque ella lo creyera el amor de su vida, aún sentía dolor ante la realidad a la que había tenido que enfrentarse tan agresivamente, sin contar que se sentía angustiada por el momento de volver a verle.

- Sí que ha llegado, está más guapo que nunca - dijo Prudence, señalando por la ventana, mientras que Portia y Penelope se acercaban para observar también la llegada de Colin a la casa Bridgerton.

Penelope observó a Colin, lucía incluso más guapo, más maduro, más seguro, más varonil de lo que recordaba... aunque también más lejano. - No es propio de una dama espiar a los vecinos, ni estar asomada por las ventanas - dijo Penelope alejándose de la tentadora vista y logrando que el resto de las mujeres Featherington la imitaran.

- Tienes razón, Penelope, será mejor que vayan a sus habitaciones y se arreglen para el baile de esta noche - dijo Portia apurandolas.

Casa Bridgerton

- Colin, te perdiste mi presentación ante la reina - reclamó Francesca al tiempo que abrazaba al recién llegado

- Lo lamento, hermana, intenté llegar antes, pero no hubo buen clima y mi llegada se retrasó. Aunque no estuve presente estoy seguro que entre mamá y Kate hicieron tu nombramiento como diamante de la temporada una realidad - Colin repartía abrazos a los demás miembros de la familia, mientras lanzaba a su madre y hermana la sonrisa que siempre lograba sacarlo de problemas.

- En eso tienes razón, hijo. La reina quedó cautivada con tu hermana y la ha nombrado el diamante. Esta temporada será increíble, estoy segura que nos depara muchas alegrías -

- Hermano, arréglate para acudir esta noche al baile de Lady Danbury - dijo Anthony mientras examinaba la ropa que vestía Colin - y por favor, viste algo más adecuado, ocuparé tu apoyo y el de Benedict para cuidar a Eloise y Francesca, Kate se ha sentido un poco indispuesta y quiero que podamos volver en caso de ser necesario -

- Claro, hermano - respondieron Colin y Benedict al unísono, mientras ambos miraban con ternura a Kate, quien ya tenía un vientre que dejaba ver su embarazo.

___________________

A Segunda VistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora