Capítulo XLIII

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Te veo en la iglesia de Saint Bride hoy a las 15:00 horas, Penelope... o quizá deba decir, Lady Whistledown.
No involucremos a nadie más, ven sola.

- Cressida Cowper

Iglesia de Saint Bride

Para Penélope fue muy complicado lograr salir de casa y aventurarse a la city de Londres a esa hora del día, sin embargo, después de decir demasiadas mentiras, aunque algo tarde, logró llegar a la cita con Cressida

Penelope tomó asiento en una banca intentando llamar lo menos posible la atención, aunque el lugar estaba tan vacío como siempre que había ido, después de unos minutos vio entrar a la rubia y caminar en su dirección con ese aire petulante que siempre empleaba al andar, cuando estuvo próxima la examinó de arriba a abajo de manera despectiva - siempre imaginé que Lady Whistledown sería alguien más... memorable - dijo con malicia - aunque claro que es gracias a tu insignificancia que has logrado salirte con la tuya por tanto tiempo ¿no? -

Penelope que ya estaba de pie, la miró fijamente y con voz modulada preguntó - ¿qué quieres, Cressida? -

La rubia sonrió como quien se sabe ganadora, como un animal salvaje cuando ha acorralado a su presa y se deleita con la anticipación de su exquisito bocado - es claro... quiero un poco de lo mucho que por tu culpa he perdido -

- yo no te obligue a mentirle a la reina -

Cressida ladeo la cabeza en un gesto inocente y sonrió - pero sí que disfrutaste desenmascararme vilmente ¿no? - su gesto ahora ensombrecido sorprendió a Penelope - la sociedad e incluso mi familia me desprecia... seguro estás familiarizada con la sensación -

- no podía permitir que te quedaras con el credito - replicó la pelirroja intentando no mostrarse afectada - este es el trabajo de mi vida -

- por supuesto - dijo ironica - aunque no te veo diciéndolo con orgullo - Penélope desvío la mirada y se sentó de nuevo - debo asumir entonces que quizá no deseas ser descubierta -

- quizá ya no me importa -

Cressida tomó asiento en la misma banca donde la pelirroja estaba sentada - ahora que no tengo bailes y horas del té a las cuales acudir, he tenido muchas oportunidades de observar y conocer personas nuevas - le platicó como si fueran amigas - me he enterado de cosas muy interesantes y escandalosas... - la pelirroja la miró como si todo aquello la aburriera - quizá te las pueda compartir -

Penelope fingió un bostezo y Cressida comenzó a reír - al grano, Cressida - le exigió Penelope

- quizá sea como dices, aunque lo dudo, y realmente no te importe lo que pueda ocurrir si tu alterego es revelado, sin embargo, quizá te pueda importar que se sepa sobre tus viajes nocturnos con el señor Bridgerton - Penelope se sonrojó - aunque nadie te podría juzgar, es ardiente como el infierno mismo ¿no crees? -

Penelope sintió algo pesado instalarse en su pecho - no solo lo creo... yo lo sé - dijo después de unos segundos con algo parecido al orgullo

Cressida la miró con fingida sensura - cuánto descaro - dijo la rubia echándose a reír - aunque si bien su mal gusto podría afectar su reputación, algo que sí la arruinaría sin duda, es que se sepa que ha estado ayudando a Lady Whistledown a burlarse de la sociedad y la reina -

- Tu palabra no vale nada hoy día, Cowper -

Se encogió de hombros - lo único que necesito es meter la duda, los sirvientes no tardarán en hablar apenas comiencen a temer que la ira de la reina los alcance - Cressida quitó una pelusa inexistente de sus faldas solo para dejar que la pelirroja contemplara lo que le decía - el miedo y la pasión son lo único que mueve a la mayoría de los subdesarrollados en el mundo - dijo altiva

- ¿y qué exactamente mueve a alguien tan desagradable como tú? -

- la ambición, obvio, al parecer igual que a ti... después de todo no has estado regalando tus panfletos y tampoco has tenido reparos en ensuciar el apellido de tu familia y amigos para volver tu negocio atractivo -

Penelope arrugó el entrecejo - Tú no sabes nada... y la pregunta sigue siendo la misma ¿qué es lo que quieres, Cressida? -

- hice algunos cálculos y estoy muy segura que después de estos años dispones de una nada pequeña fortuna - fingió pensar mientras sujetaba su barbilla - me parece que diez mil libras por mi silencio es un buen precio -

Penelope abrió los ojos algo horrorizada - eso es muchísimo, no tengo ese dinero -

- quizá Colin quiera ayudarte - propuso amablemente - será por su propio bien, los Bridgerton quizá ya no soporten un escándalo más, tú deberías saberlo, ya que has sido precisamente tú quien ha puesto sus deslices en boca de todos -

- no puedo darte tanto dinero -

- ¿no quieres o no puedes? - preguntó Cressida, pero sin darle tiempo a responder se puso de pie y dijo - en una semana te veré aquí mismo - sonrió, a pesar de que Penelope volvió a negarse - más te vale venir con el dinero -

Casa Featherington

- buenas tardes, señor Bridgerton - dijo Portia confusa - ¿a qué debo la visita? -

Colin sonrió - he venido por la señorita Featherington para llevarla a tomar el té con mi familia -

Portia entrecerró los ojos - ella ya ha salido rumbo a la casa Bridgerton, hace aproximadamente una hora -

- ¿Qué estás haciendo, Penelope? - Él sonrió fingiendo estar avergonzado - Una disculpa, debí preguntar antes al mayordomo de mi familia, seguramente llegó antes y Eloise la embaucó en una conversación sin fin en su habitación -

Lady Featherington asintió - conociéndolas es muy probable que así haya sido -

- bien, entonces me despido, un gusto saludarla, Lady Featherington -

Casa Bridgerton

Colin llevaba poco más de una hora vigilando la casa Featherington y las calles cercanas con angustia cuando por fin vio a la pelirroja avanzando rápidamente hacia los jardines de la casa Bridgerton, él inmediatamente salió a su encuentro

- Pen - dijo sujetándola por los hombros - Me has tenido con el corazón en la mano - la presionó con fuerza contra su pecho, aliviandose con su aroma - ¿Estás bien? ¿Dónde has estado? - preguntó, pero ella lo único que hizo fue echarse a llorar

- lo siento, Colin - dijo cuando pudo hablar - Cressida lo sabe, sabe que yo soy - él la miró con total atención y algo de temor que no pudo disimular - y lo peor... es que sabe que tú me has estado apoyando -

- ¿y qué es lo que quiere? - preguntó ahora más enfadado que temeroso

- diez mil libras - respondió ella para después comenzar a llorar con más fuerza

Penelope estaba segura de que si no estuviera con Colin, ella no habría llorado, ella se habría mantenido imperturbable y se hubiera centrado en resolver lo que ocurría, sin embargo, el saber que podía fundirse en el calor de su abrazo, mostrarse vulnerable y ser consolada la hizo ir en su búsqueda, no porque quisiera que él resolviera las cosas por ella, si no porque él la hacía sentir completa y segura incluso cuando amenazaba con desmoronarse - quizá esto sea el amor - concluyó ella - desnudar tus pecados, tu pasado, tu simpleza y tu humanidad ante otro que te abrace y te mire haciéndote sentir legítimo y a salvo -

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Ya estamos por terminar esta historia 🤯 siempre digo gracias, pero realmente sepan que lo digo de verdad, gracias por leer y por dejar sus comentarios ♡

Estoy leyendo una traducción de una historia Polin que me ha encantado, aunque la traducción (sin ofender, ni criticar) no está tan bien, y a veces es complicado entender que bolígrafo es Pen y Columna es Colin, pero es muy romántica y pasional. Si saben de alguna otra historia, por favor, recomiéndenmela porque todavía faltan 50 días para Bridgerton 3

Otra cosa que quería comentar/chismear/preguntar, es si ustedes no creen que Luke Thompson y Claudia Jessie tienen mucha química, ojalá hicieran algo juntos después de Bridgerton, porque yo los shippeo fuerte

A Segunda VistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora