Capítulo X

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Casa Featherington
POV Penelope

- Colin, bésame - dijo Penelope, no es que ella se sintiera especialmente valiente esa noche, en realidad tenía miedo, miedo de unir su vida a un hombre, quizá bueno como Lord Dankworth, pero a quien no amaba ni creía poder llegar a amar.

- ¿Qué? - Le preguntó Colin frunciendo el ceño, ella de pronto entendió que lo que le estaba pidiendo era escandaloso por lo que bajó la mirada un poco avergonzada, sin embargo, seguía pensando lo mismo, se casaría y jamás habría recibido un beso de amor, y aunque sabía que Colin no la amaba, al menos ella sí lo hacía, quería tener algo a que aferrarse en el futuro

- Colin, bésame... por favor - dijo nuevamente mirándolo a los ojos, esperando que él no pensara tanto y lo hiciera

Él pareció leer sus pensamientos porque simplemente obedeció y comenzó a acercar su rostro al suyo - oh por Dios, sí lo hará - pensó mientras él ponía sus labios sobre los de ella, pero apenas pudo percibir su toque, ya que él se apartó aunque continúo cerca, lo sintió rozar su nariz con la suya, ella estaba temblando, no sabía qué debía hacer, pensó en alejarse, pero él volvió a unir sus labios a los de ella, lento, pero ahora no solo era un beso, él la estaba besando de verdad, jugaba con sus labios y había colocado sus manos sobre su rostro, parecía querer atraparla, aunque ella no quería escapar, de pronto dejó de pensar, se volvió toda sensaciones, escuchaba la respiracion de Colin y su corazón hacía fiesta en su pecho, el beso se intensificó y ella sintió despertar algo en ella que la asustó y le arrebató el poco aire que quedaba en sus pulmones, se separó buscando aire y aclarar su mente, pero Colin comenzó a depositar dulces besos sobre su rostro y ella sintió tanto amor que le dieron ganas de llorar - Gracias, Colin - dijo intentando restarle importancia, porque sabía que en realidad no la tenía, al menos no para él - creo que tampoco sabría describirlo - no quería que se sintiera culpable y que comenzara a disculparse, Colin se apartó y permaneció en silencio, Penelope pensó en decirle algo más solo para que dejara de verla como si estuviera demente, pero de pronto alguien intentó abrir la puerta, por lo que ambos se pusieron rápidamente de pie y ella lo sacó de la habitación.

Cuando Colin estuvo fuera, ella respiró profundo rogando no verse afectada por lo que acababa de ocurrir, abrió la puerta y encontró a su madre con ojos llorosos

- ¿qué pasa, mamá? - preguntó ella asustada al verla así

- Ay Pen, no sé cómo decirte esto... - sollozó ella - Marina ha muerto - le dijo

De acuerdo con la carta que su madre recibió de Sir Phillip Crane, Marina se había quitado la vida, claro que no podían decir eso abiertamente, pero ella era tan infeliz sin su amado George que había preferido morir, aunque Penelope sabía que no había tenido nada que ver con la muerte de George Crane, tenía claro que todo lo que había pasado después solo terminó por sumar más tristezas a la vida de Marina, y de eso sí era totalmente culpable.

Penelope no pudo dormir cuestionando sus acciones y motivaciones, había escrito aquello intentando ayudar a Colin o a sí misma, no quería verlo sufrir un destino peor que el que tuvo Sir Phillip o realmente estaba tan celosa que no podía aceptar verlo con otra, no lo sabía y esa duda la carcomía.

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Por la mañana Lady Portia entró a la habitación de Penelope junto a Prudence, ambas estaban preocupadas por ella, ya que la veían realmente afectada por lo ocurrido con Marina.

- Penelope, ha venido a visitarte Lord Fife y Lord Dankworth, les he dicho las malas noticias y entendieron que estabas indispuesta, han dejado saludos y esperan verte pronto -

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