IX

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(nota escuchen screan soda)

—SeHun, no quiero ir a tu casa aún. —dijo JunMyeon y le puso la mano en la entrepierna, mientras SeHun giraba en el primer cruce—. Todavía no. Quiero ir a la playa.

SeHun condujo hasta encontrar una pequeña cala apartada en una curva de la carretera.

—Esto me hace sentir como si fuera un estudiante otra vez. —dijo SeHun, al notar que JunMyeon se acercaba. Echó los asientos para atrás. Le encantaba tenerlo así. Le gustaba aquella criatura salvaje en la que se convertía en la intimidad—. ¿No preferirías una cómoda cama?

—Falta mucho para llegar. —dijo JunMyeon, desnudo ya de cintura para abajo. Se montó encima de él con una carcajada—. Deja de pelear conmigo. ¿Qué le ha pasado a tu ansia de aventura?

—La perdí en cuanto cumplí los veintinueve. —dijo SeHun con la voz ronca, mientras sus movimientos acallaban toda la ansiedad que le producía la tan poco ortodoxa reunión—. Estás loco.

—No estoy loco —respondió JunMyeon y el pelo le caía sobre la cara—. Solo estoy impaciente. No pares.

—¿Ah, sí? —replico SeHun.

–Esta parte de aquí, sobre el elástico del calzoncillo, me vuelve loco. —ronroneo JunMyeon.

—¿Muy loco?

—Así de loco. —respondió JunMyeon, desabrochándole el pantalón para poner la boca sobre su piel, deslizando los labios por el vello oscuro que se perdía bajo el elástico del calzoncillo.

SeHun contuvo el aliento y levantó las caderas para ayudarlo a quitarle el pantalón.

JunMyeon tiró la prenda al suelo y se incorporó un poco para mirarlo tumbado. Suyo. Esperándolo, deseándolo.

—Conejito...

SeHun no dijo nada más, porque sintió las suaves manos de JunMyeon sobre su duro miembro. JunMyeon pasó las manos por los duros muslos, sujetando sus caderas, y luego por el grueso miembro de SeHun, soltó un poco de saliva sobre el glande de este y empezó a masturbarlo, pero luego lo tomó en su boca con firmeza. Cuando SeHun intentó apartarlo, JunMyeon le puso una mano en el estómago.

—No te muevas Hunnie o te muerdo. —le ordenó JunMyeon, antes de seguir dándole placer, disfrutando del poder que eso le daba y del maravilloso tacto de terciopelo. Pero cuando notó que SeHun empezaba a ponerse tenso, se detuvo.

—Ah..eh conejito ¿qué haces? —protesto SeHun gruñendo al no poder llagar al orgasmo.

JunMyeon se deslizó por su cuerpo desnudo para besarlo en los labios antes de colocarse a horcajadas sobre él.

—Que lobito más impaciente. —murmuró JunMyeon aplastando sus nalgas contra el duro miembro de SeHun.

—Ahg...Brujo. —gruño SeHun agarrándolo de las caderas.

—Shh.. pensé que era tu conejito. —susurro JunMyeon tomando el miembro de SeHun con las manos y dirigiéndolo a su entrada para dejarse caer y engullir toda su extensión.

—Déjame a mí ahora conejito. —jadeo SeHun y apartó su mano para tirar del JunMyeon con urgencia mientras sus bocas se encontraban de nuevo.

SeHun saco su miembro de la entrada de JunMyeon y volvió a embestirlo abriendo sus paredes bruscamente, y empujó sus caderas hacia delante para entrar aún más en JunMyeon.

JunMyeon no podía pensar, no podía respirar. Las sensaciones eran crudas, primitivas, mientras SeHun lo llenaba completamente. No era tierno o lento sino rudo y salvaje la forma en como SeHun lo hacía suyo.

Don't Make me regret itDonde viven las historias. Descúbrelo ahora