‧ʚ💮✦﹕Petalos ruby┆・ [Wildchoco]

•[Tal vez, solo tal vez]•

★

Dark choco seguía a su padre y a su tía a dónde fuera que fueran, pues tampoco sabía muy bien que hacer. Al jovencito le parecía un poco aburrido, pero Cacao mantenía su idea de que estuviera ahí para "aprender" pero el no estaba poniendo ni una pizca de atención o si quiera interés.

Los monarcas se quedaron en la sala del trono y Choco empezó a ver por el ventanal que daba hacia el patio, viendo al guardia real entrenar, no esque eso le llamara la atención, pero le gustaba ver a Wildberry, se le hacía alguien lindo, y no podía parar de pensar en esas pequeñas risas que el aveces soltaba.

Sus mejillas se pusieron un poco rojas al pensar en el mayor y siguió con la cabeza por la luna hasta que Cacao lo tomo con algo de fuerza del brazo.

-"¡Dark choco!"-
Llamo la atención del más joven.

-"¿Ah? ¡P-perdón padre!"-
Exclamó con nerviosismo.

-"Espero que estés poniendo atención."-
Habló con cierto enojo mientras soltaba a su hijo.

-"¡Cacao! No lo trates así, aparte, no creo que sea importante que presté atención, no creo que pronto lo hagas rey, a si que déjalo."-
Defendió al menor la gran Hollyberry.

Choco agradecía a los dragones por darle tíos que siempre lo defendían de su papá.

-"Tu deja de defenderlo, no lo haré rey pronto, pero debe prestar atención a cómo nos comunicamos entre nosotros."-
Siguió a la vez que se cruzaba de brazos.

-"Ya deja al niño, estoy seguro que sabe ser respetuoso, y esto ni siquiera es de importancia, deja que se vaya, aparte ya se hará algo noche, seguro está cansado."-
Intento seguir defendiendo al menor.

Cacao suspiro molesto y cansado.

-"Está bien, puedes irte, Dark choco, pero te quiero despierto mañana temprano."-
Ordeno Dark cacao con ese tono amenazante y molesto.

-"Entendido, padre, se lo agradezco."-
Hizo una reverencia y se marchó de ahí, aguantando la risa lo más que podía.

Una vez llegó a su cuarto se tiró a la cama, al final se tuvo que levantar y se cambió de ropa, peino su cabello, apagó la luz y se fue a acostar.

Cerro sus ojos, pero cada que lo hacía no podía dejar de ver el rostro del pelirrosado, cosa que lo molestaba porque quería dormir, pero también le gustaba de cierta forma.

Suspiro y tras media hora pudo dormirse por fin, aunque le entró la duda de porque no podía parar de pensar en el guardia.

Cosas como esas no le pasaban nunca, nunca sintió eso que sentía por nadie, lo hacía sentirse realmente extraño y un poco frustrado, de verdad se sentía confundido.

•[Más tarde esa noche]•

El joven guardia seguía en el patio, pegándole al aire para practicar su rapidez y movimientos, pero su mente no paraba de pensar en una sola cosa, en el príncipe, era algo que le empezó a pasar desde la primera vez que lo vio, era de cierta forma frustrante, ya que sabía que estaba mal, ya que el era solo un guardia y el pelinegro era alguien de la realeza, alguien de clase que nunca se rebajaría por alguien como el.