ATENCIÓN: este capítulo menciona trauma
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Los días y las semanas pasaron, y Rose y Severus siguieron viéndose cada tarde en las mazmorras.
Severus iba incrementando podo a poco el nivel de dificultad de las pociones, pero aunque Rose lograba prepararlas, su nivel no mejoró. Y no era por falta de estudio y esfuerzo.
Severus le había prestado varios libros de pociones para que estudiase después de las clases, y le había hecho una copia de sus propios apuntes, pero Rose no había tenido ningún problema a la hora de comprender la teoría.El problema era otro: Rose tenía muy poca confianza en sí misma, y se aterrorizaba cuando se ponía ante un caldero.
Cada vez la situación era peor, hasta tal punto que cada noche tenía pesadillas en las que estaba condenada a ser tragada por un caldero gigante.Severus hacía todo lo que podía para ayudarla, llegando a explicarle muchos de sus trucos secretos, pero lejos de mejorar, Rose empeoraba a pasos forzados a causa de su miedo.
Dependía constantemente de Severus, y lograba sacar adelante las pociones gracias a su ayuda, pero en las clases de Slughorn, donde no podía contar con él, Rose era un completo desastre.En condiciones normales se habría refugiado en Lily, pero como ésta seguía recuperándose en la enfermería, tenía que conformarse con la ayuda de James, quien dicho sea de paso, no era muy buen profesor y consejero.
Su nota no mejoró, y en consecuencia, la de Severus empeoró. Cuando él fue a quejarse al profesor, éste le recordó amablemente que su nota y la de Rose estaban ligadas, y que si la chica no mejoraba, él no obtendría los resultados que pretendía.
Severus se enfadó muchísimo, y decidió hablar con Rose esa misma tarde. Ya era hora de sacarle esos estúpidos miedos de encima.
Sin embargo, algo le llamó la atención, quitándole a Rose de la cabeza: Sirius Black andaba solo por los pasillos.Esa era una oportunidad excepcional para vengarse de él, y no la iba a desperdiciar.
Severus se escondió detrás de una estatua y le lanzó un hechizo paralizante. Como Sirius estaba de espaldas a él no pudo verle, y Severus aprovechó para lanzarle todos los hechizos y maldiciones que se le ocurrieron."A ver si ahora despiertas tantas pasiones, Black" pensó mientras salía corriendo y se perdía por los pasillos.
***
Media hora más tarde, Sirius logró entrar en la sala común de Gryffindor.
La única persona presente de séptimo curso era Rose, quien estaba aprovechando su tiempo libre para adelantar los deberes. Ella le miró asombrada con la boca abierta.-Sirius ¿eres tú? -preguntó cuando al fin le reconoció. Sirius estaba totalmente deformado. Tenía la cara cubierta de verrugas, tentáculos y cicatrices, y su cuerpo estaba más gordo y deformado por una joroba-. ¿Quién te ha hecho esto?
-Ese... ese Quejicus -logró balbucir con dificultad, porque tenía dos lenguas-. Cuando le pille le voy a dar la paliza de su vida.
-Sí, claro, lo que tu digas -Rose no había entendido nada de lo que Sirius había dicho-. Anda, siéntate, que voy a ver si puedo quitarte eso
Rose tardó casi una hora en devolver a Sirius a su estado normal. Cuando terminó, estaba agotada, pero Sirius parecía la mar de contento cuando se tocó la cara y descubrió que volvía a estar como siempre.
-¡Rose! Eres maravillosa -exclamó besándola en la cara y abrazándola por la cintura.
-Yo que tú iría a la enfermería por si acaso, no me fío de los efectos secundarios de tantos hechizos juntos -Rose trató de quitarse esos brazos de encima.
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La serpiente y el león (Severus x OC)
Fiksi PenggemarDe trabajar como mortífago a ser la mano derecha de Albus Dumbledore. ¿Qué sucesos llevaron al joven Severus Snape a tomar ese camino? (Esta historia fue escrita antes de la publicación de Las Reliquias de la Muerte, y fue publicada originalmente en...