19-Rosas de cristal

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Lily cumplió con su palabra, escribiendo a Albus Dumbledore y explicándole los detalles de su astuto plan, y transmitiéndole el mensaje de Rose. El director se había mostrado sorprendido por su atrevimiento y por la idea de que un mortífago quisiera cambiar de bando, pero accedió a reunirse en secreto con Rose y Severus y escuchar lo que le tenían que decir.

Tras superar las desconfianzas iniciales, finalmente los tres llegaron a un acuerdo que les beneficiaba mutuamente: a cambio de su asistencia y protección, Rose y Severus se comprometían a colaborar con la Orden del Fénix y filtrar información acerca de lord Vóldemort.

Rose fue reclutada para la Orden, y se le encargó contactar con otras criaturas mágicas que podrían ayudar en la resistencia contra el bando tenebroso, como los duendes o los gigantes.
El trabajo era peligroso, pero ella estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por ganarse la confianza de Dumbledore.

Además, ya fuera porque no terminaba de fiarse de ella, o por su propia protección, Dumbledore siempre asignaba a otro miembro de la Orden como su compañero para esas misiones. La mayoría de las veces esos acompañantes eran James o Sirius, pues eran los que más la conocían, y podían saber si ella estaba actuando de forma extraña.

Por otro lado, el director accedió a contratar a Severus como profesor de Pociones, para que pudiese tener una coartada que justificase su estancia en Hogwarts, pero a cambio, este debía llevar a cabo el trabajo más arriesgado de todos: espiar a lord Vóldemort.

Afortunadamente, el Señor Tenebroso confiaba plenamente en él, especialmente tras la revelación de la profecía, así que Severus pudo llevar a cabo su tarea sin despertar sospechas.
Su habilidad para engañar y mentir se había perfeccionado a lo largo de los años, y para él no fue ningún problema hacerse con la información necesaria.

Gracias a ello, la Orden pudo recuperarse de la mala racha que había estado pasando, bajo el acoso constante de los mortífagos.

Pasaron las semanas y llegó el nuevo año. La atención de Severus estaba dividida entre su peligroso papel como espía y Rose. Lo que más le preocupaba era la salud de la mujer, ya que ella insistía en ocultar cualquier tipo de malestar que pudiese tener, para que no interfiriese en las misiones. Todavía no había hecho público su embarazo, dispuesta a darlo todo por la causa, y eso preocupaba a Severus, temeroso de que ella pudiese resultar herida.

Pero su preocupación sólo podía rivalizar la de ella, quien era bien consciente de los peligros que él tenía que afrontar. Severus no había vuelto a ser torturado, pero eso no significaba que estuviese fuera de peligro.

Rose hacía todo lo que estaba en su poder para ocultar la verdadera fuente de la valiosa información que llegaba a la Orden. Sólo Dumbledore, James y Lily sabían la verdad, y entre los cuatro silenciaron cualquier tipo de rumor que señalase a Severus como espía.
En ese momento, las viejas enemistades se dejaron momentáneamente a un lado para luchar por los intereses comunes.

Otro gran problema que preocupaba a Dumbledore era el contenido de la profecía. Él era muy consciente del poder que contenían las palabras de Trelawney, y una vez que confirmó cuánta información había revelado Severus realmente, comenzó a poner su plan en marcha.

El director reveló parte de la información a personas de confianza, para que estuviesen preparados ante cualquier intento de Voldemort por recuperar el resto de la profecía o llevarla a cabo.

También se intentó proteger a aquellas personas que tenían más posibilidades de convertirse en las victimas del Señor Tenebroso. Todavía no existía ninguna pareja que se hubiese enfrentado a Voldemort tres veces, pero si había varias brujas que iban a dar a luz en julio, así que, por precaución, Dumbledore trató de avisarlas para que se escondiesen y tuviesen aún más cuidado de no ser presa de los mortifagos.

La serpiente y el león (Severus x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora