Betrayed | ScarletWidow

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"Sí"

Estaba realmente enojada, caminó con decisión hacia la sección de las habitaciones en el complejo, golpeó la puerta de su ex cuñada con fuerza.

– ¡¿Quién?! – Escuchó de afuera la voz de Wanda

– ¡Abre la puerta o la voy a partir, Maximoff! – Exclamó dándole más palmadas a la puerta

Se cruzó de brazos cuando escuchó pasos dentro de la habitación, vio a Wanda salir envuelta en una bata de dormir y cerrando detrás suyo, estaba despeinada.

– ¿Qué pasó, Yelena? – La vio a los segundos de que la rubia sólo la había observado con una mirada juzgadora

– ¿Quién está dentro? – Frunció el ceño

– Nadie, Yelena, estoy intentando dormir... ¿Qué quieres? – Se quejó hablando rápido y nerviosa

– ¿Así es cómo vas a superar a tu esposa? ¿Besuqueándote con la primera persona que se te ofrezca?

– ¿Qué quieres? – Emitió cansada

– Sólo advertirte que no vuelvas a acercarte a mi hermana – Le mostró el anillo de casada de Natasha, Wanda lo tomó de su mano – Yo no voy a acusarte con Fury, ese no es mi estilo, lo que yo tengo pensado hacerte si vuelves a siquiera verla es inimaginable y mil veces peor que el incumplimiento de los estúpidos papeles que todos firmamos

– Yelena, yo te juro que sólo la vi de lejos y ya... eso es todo, quería verla una última vez, no me acerqué ni hablé con ella ni nada parecido, amo a Natasha más que a nada en este mundo...

– Que linda forma tienes de demostrarlo – Se burló observándola – No me importa, sólo déjala en paz, adiós

Wanda se quedó estática, se sentía expuesta, tenía el anillo de matrimonio de su esposa en la mano y no le molestaba realmente que Yelena la haya descubierto, sino que ella misma ni siquiera se dio cuenta de que lo perdió, estaba tan centrada en lo que haría al llegar al complejo que ni siquiera se percató de que no llevaba el anillo con ella, tal vez era señal de que la estaba dejando ir, pero no quería eso, no quería despertar un día y no pensar en Natasha o en su bienestar.

...

El primer día de clases llegó tan rápido, no había hecho nada resaltante, excepto salir con Marie todo el verano, desde que la conoció no pudo creer que haya fluido todo tan rápido, ese día se ofreció a llevarla, se quedaron en su auto comiendo hamburguesas y hablando hasta tarde, apenas hace unos días se habían besado y ahora no sabía que rumbo tomarían, era feliz, aún no le había contado a su hermana lo que estaba pasando, claro que sabía de Marie, porque Yelena jamás se cansaba de preguntarle hasta el más mínimo detalle de su día, pero no le había dicho que su relación al menos de amigas ya no era.

– ¿Lista para tu primer día? – Escuchó esa voz que la alegraba últimamente, sonrió alzando la mirada hacia ella

– Muy lista... ¿Y tú? – Vio como Marie se apoyaba en su escritorio del salón de clases

– También – Sonrió – Entonces no creo que necesites el beso de buena suerte que vine a darte... – La tomó del rostro acariciando su mejilla

– Puedes darme un beso de buenos días... – Se encogió de hombros y sonrió al sentir el suave toque de sus labios

– ¿Estás ocupada hoy en la tarde?

– Depende... – Mordió su labio inferior viéndola a los ojos

– Para salir con tu novia...