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"Seremos madres..."

Sus propios gritos y llanto no la dejaban ver ni pensar más allá, sólo quería deshacerse de toda la frustración contenida, no entendía como Natasha podía manejar el asunto con tanta calma y ella todos los días se sentía al borde del colapso, estaba triste y enojada con ella misma, no paraba de golpear el saco de box con sus puras manos, era uno ya destartalado, estaba harta, no sabía lo que quería exactamente, no podía comportarse a la altura de tener un bebé con Natasha, no pudo ni siquiera mantener a raya la anterior situación para que no se descubra, pero cada cosa que pensaba o planeaba para su esposa se derrumbaba en segundos, sus manos estaban heridas y con sangre, pero no le importaba, necesitaba desahogarse.

– ¡Wanda! – Corrió hacia ella – ¡¿Qué haces?! – Preguntó rápido y preocupada, notando que no llevaba nada en las manos, había sangre en el piso y sus manos estaban lastimadas, la detuvo preocupada

– Natasha – Le dio la espalda alejándose de ella – Vete, por favor – Limpió sus manos encima de su ropa, no quería que la vea en ese estado

– ¿Cómo crees que me voy a ir y dejarte aquí para que te sigas dañando? – Se sentía conflictuada, habían tenido un momento lindo, pero no lo estaba siendo para ella

– Natasha, no puedes estar preocupándote por estas cosas, estás embarazada, déjame sola, no es bueno que tengas esta clase de emociones – Trató de hablar lo mejor que pudo aunque su voz se quebraba en medio de la frase

– Va a ser peor si sólo te dejo aquí, me preocuparé más – Caminó despacio hacia ella – Wanda... – La tomó del hombro para que voltee hacia ella – ¿Qué ocurre? – Intentó tomar una de sus manos, pero la apartó con rapidez

– Estoy entrenando

– ¿Sin vendas ni guantes? – Alzó la voz – Ese viejo saco es de Steve, está todo destartalado, es para un super soldado, no para una chica... – Vio sus manos con cortes y rasguños, estaban hinchadas y de color morado

– Tú lo usabas – Torció el gesto queriendo apartar las manos, pero no quería hacer fuerza con Natasha

– Con vendas y guantes, jamás con las manos desprotegidas... – Es obvio que las manos son importantes, pero para Wanda justamente lo eran todo, tanto como sus alegrías o desgracias, su poder... Natasha la vio a los ojos, no necesitaba leer su mente para saber la gran cantidad de frustración y culpa mal procesada tenía – Ven, voy a curarte – La llevó al baño del gimnasio, Wanda rodó los ojos hacia un lado y le evitó la mirada mientras la seguía, sentía que Natasha había vuelto a cuidar de ella y no era lo que debía pasar – ¿Me ayudas? – Preguntó guiándole con los ojos que se siente al lado de los lavabos, pues ella no la podía cargar

Wanda de un salto llegó a sentarse y vio como Natasha tomaba el botiquín y volvía con ella, primero puso sus manos entre las suyas con cuidado e hizo que se incline hacia uno de los lavabos, empezó a lavarlas quitando la sangre, lo hacía con mucho cuidado, Wanda fruncía el ceño no queriendo quejarse de dolor.

– Voy a desinfectar tus heridas, esto dolerá un poco – Dijo Natasha casi en un susurro, Wanda siseo levemente al sentir el alcohol en sus manos, después se relajó con una crema y se dejó vendar las manos en total silencio – Si quieres hacer algo por todo lo que pasa o desahogarte, puedes hablar o si necesitas hacerlo de manera física, cuida tu integridad, no puedes sólo agarrar a puñetazos un saco destartalado, esa cosa no tiene solo arena... – Alzó la vista para verla a los ojos – Piensa en mí, en tu bebé... yo no puedo hacer esto sola, tampoco quiero, te necesito a mi lado

Betrayed | ScarletWidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora