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"No la culpo"

Había salido a tomar unas copas con Maria, no se había sentido cómoda en el bar, pero el alcohol la "ayudó" a desenvolverse mejor, desde que falleció su esposa había retomado su amistad con Maria, era casual, pero cada vez se volvían más cercanas, el tiempo en el que estaba en completa soledad era llenado por ella ahora.

– Eres muy divertida después de unas copas... – Bromeó Maria sentándose en el sofá de la casa de Natasha

– Gracias – Rio con suavidad sintiendo sus mejillas rojas, era ya de madrugada – No sé si estoy feliz con haber ido, pero ahora me siento inhibida...

– ¿Y si vamos a bailar? – Preguntó animada

– No, Maria... ya es tarde, a parte de que soy mamá ahora y si me desvelo completamente no podré cuidar a Laia bien todo el día...

– Bailemos aquí entonces – Le restó importancia tomando su celular para poner la música

– No – La detuvo – Yelena está arriba con Kate y Laia, así que no deberíamos molestarlas – Emitió en un susurro

– Entonces bailemos sin música... – Se levantó tomando a Natasha de las manos

– ¿No crees que es ridículo?

– No – Sonrió dándole una vuelta y tomándola de la cintura cuando se tropezó

– Lo siento – La vio a los ojos aferrándose a sus brazos para sentir más estabilidad

– Está bien... – Apartó el cabello de su rostro – ¿La pasaste bien?

– Sí – Sonrió – Me divertí mucho, gracias por hacer todo esto por mí, me agrada tu compañía

– A mí, estar contigo

– ¿Recuerdas cuando fuimos de picnic?

– Fue la peor cita de la vida – Rio con suavidad, en ese momento ella pretendía ser Marie y trataba de acercarse a Natalia

– Pero... creo que a pesar de terminar empapadas por la lluvia, comer en un lugar en el que el césped estaba extinguiéndose, fue una linda cita... – Aceptó

– Lo fue... – Sonrió – Sin importar tuvimos una muy linda relación, no quería enamorarme de ti, pero no pude evitarlo

– Te enamoraste de tu misión – Rio con suavidad

– Cuando te recordé... es estúpido, pero siento que no importaba que tú tuvieras otro nombre o ni siquiera te recuerde, lo que sentía por ti, era lo mismo...

– No negaré que fuiste una gran ayuda cuando recién pude recordar todo, también los primeros días de mi embarazo, por más que no sabías que estaba con Laia en el útero...

– Agradezco haberte ayudado – Sonrió – Eres realmente hermosa, Natasha, más aún cuando sonríes como ahora

– Sonrío gracias a ti – Afirmó

Maria aferró más la mano en su cintura, tenía nervios de lo que haría, pero no podía resistir más, juntó sus labios con los de Natasha, sintiendo como no reaccionaba al beso al inicio, pero después empezó a hacerlo con timidez.

Cayeron al sofá, Maria no quería perder el beso, así que trataba de respirar bocanadas rápidas para seguir besándola, Natasha sentía que se desanimaba del beso cada vez más.

Betrayed | ScarletWidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora