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"¿Qué hiciste, Wanda?"

Gemía alto mientras Wanda la veía a los ojos, y continuaba embistiéndola con fuerza, Natasha arqueaba la espalda complacida, su esposa besaba su cuello y lo mordisqueaba.

– Wanda... – Gimió alto

– Nat... te amo tanto y eres tan hermosa... – Jadeó acomodándose encima de su cuerpo

– Te amo, malysh – Sonrió entre besos

– Voy a hacerte el amor toda la noche – Susurró volviendo a estimular su centro

– Ahhh... – Volvió a gemir bajo sintiendo como su cuerpo volvía a prepararse para otro orgasmo

Nat...

Mordió su labio inferior cerrando los ojos, cuando los volvió a abrir se encontraba sola en su habitación, se sentía totalmente sudada, la respiración agitada, era obvio que había soñado el tener sexo con su esposa, no entendiá porque, pues su apetito sexual no había aparecido hasta ese momento, la extrañaba un montón, pero no había pensado en hacer el amor hasta ese momento.

Hizo la intención de sentarse, pero se dio cuenta de que tenía una magnolia roja en el pecho la tomó entre manos sentándose, no entendía que sucedía, estaba confundida y cansada, no sentía ni siquiera que se podía ubicar en el tiempo.

Llevó su cabello hacia atrás con cansancio, sentía todo el cuerpo caliente, no había pensado en Wanda de ese modo, pero ahora que lo soñó no podía negar que se le antojaba tener a su esposa al lado suyo, muchas veces despertaban a la otra con ganas de hacer el amor, la extrañaba en gran manera.

Un destello en la mesa de noche de su esposa atrajo su atención, recordó que había puesto el celular de Wanda a cargar y ya había llegado al cien por ciento, no había dormido tanto, tomó el celular y lo desbloqueó, sabía la contraseña de su esposa, porque siempre le pasaba su celular en cualquier momento igual que ella, estaban juntas siempre y no ocultaban secretos, así que jamás había entrado a su celular para investigar ni nada parecido.

Empezó a ver sus fotos, en serio su esposa era demasiado bellísima, tenía unos ojos preciosos y un rostro perfecto, ni hablar de su cuerpo; encontró fotos de ambas, unas en las que estaban con su pequeña, otras que no debían salir a la luz, sabía que Wanda odiaba el concepto de otra mitad, pero ella no podía describirlo de otra manera, sentía una falta grande en sí misma sin su esposa.

Al ver el álbum de fotos exclusivo de Laia pensó en que, su bebé estaba pensando en su mamá, imaginó que por eso apareció la magnolia en su pecho esa noche.

A veces Wanda escribía en sus notas, desde cosas para recordar, listas de casa, cuentas para pagar, cosas que le decía Natasha, la primera nota en la que fijó sus ojos fue una que llevaba por título: Cosas que le molestan a Natasha. Entró a ver que decía aunque sentía que invadía la privacidad de su esposa, era más su curiosidad y las ganas de sentirla cerca.

Cosas que le molestan a Natasha:

Acabo de mudarme con Nat, mi esposa (aún no me acostumbro a llamarla así), a pesar de que antes de venir a esta casa nosotras ya vivíamos juntas, era una habitación en el complejo de Stark, aquí estamos solas ambas, aprendiendo a hacer cosas simples, pues es la primera vez que ambas tenemos algo propio, estoy muy emocionada, aunque... sí hay unas cositas que a Nat no le agradan de vivir conmigo, así que intentaré corregirlas, para eso debo recordarlas primero.

Que no saque la ropa de la secadora o la lavadora ni bien está lista

Que rompa alguna taza o vaso (que son los que más se me resbalan)

Betrayed | ScarletWidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora