Matrimonio Arreglado || SasuNaru • Omegaverse

CAP 5 - Decisión.

Naruto-

Solo le dije que termináramos y fue tan fría conmigo, no pude aguantar su frialdad, su rechazo y su egoísmo.

Ella nunca pensó en cómo estaríamos, si estábamos bien o si estábamos mal, solo se preocupaba por ella misma, de si tenía o no para salir, solo llegaba una vez al día y se volvía a ir, a veces ni dormía junto a mi.

Era su pareja, su pareja ... .no un desconocido…

Se supone que debía amarme, ella se me declaró, ella me pidió salir, y ella fue quien me engañó….

¿Si hubiera sido más lindo no me hubiera engañado? Qué tipo de justificación fue esa. Si ella fue quien me pidió salir, ella hubiera terminado la relación en vez de engañarme.

Yo…yo solo no entiendo cómo es que estoy llorando por esto….

No entiendo por qué ahora, porque no antes, porque  no cuando me enteré en vez de en la empresa.

Me escondo en el baño y le llamé, sentía que apenas podía respirar y aún así pude pedirle eso, encontrarnos en la plaza.

Debía elegir ahora, era aceptar el compromiso o no, y debíamos hablarlo entre nosotros.

Después de un buen rato pude levantarme, lavarme el rostro y salir de la empresa, aún estaba destruido y no estaba seguro de verle. Tenía miedo de llorar enfrente de él,de parecer débil delante de él, de ser quien él no quiera.

-Hola, ¿Cómo te encuentras?- fue lo primero que dijo al verme sentado en el banco.

-Hola…Bien, ¿Y tú?- solo debían mentir, no importaba que hiciese debía mentir, solo un poco, para sentirme aunque fuese un poco mejor.

-Ahh…- suspiró pesadamente sentándose a mi lado.- Hablaste con Sakura, ¿Verdad?. - eso solo me hizo estremecer, recordar lo que hablamos…lo que me dijo, como me trató y lo desagradable que me hizo sentir…solo tenía que ocultarlo, solo eso…

-Si. - no sabía que responder más que eso, pero puedo jurar que de mis ojos salieron lágrimas y eso fue lo que limpio al tocar debajo de mis ojos.

-Solo…tenías una pestaña…- parecía mentir, alejó su vista y volvió a hablar.- Sabes que no es tu culpa, ¿Cierto?

¿A qué se debía eso? En serio se notó tanto que estuve llorando antes, posiblemente sí, una lástima.

-Si necesitas llorar hazlo…no me iré de tu lado. Naruto, se para que me pediste juntarnos.- le miré y pude observar una mirada que me transmitía tranquilidad.

-Solo…¿Aceptaras el compromiso?- no hable más, solo eso pude pronunciar antes de derramar algunas lágrimas y apoyarme en su hombro, no hacía ruido solo salían y salían hasta caer por mi mandíbula yendo en dirección al piso.

-Siendote sincero si, lo aceptaré.

Con eso pude quedar en paz y solo estuvimos callados largo tiempo, el cual compartimos sin necesidad de hablar y sin que se volviese incómodo.

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Horas antes….

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Narrador-

Naruto había llegado a la empresa y lo había recibido su madre un tanto molesta, aunque no con él.

-Alguien te espera en la oficina, buena suerte.

Kushina solía estar molesta pero siempre lo ocultaba si no era una molestia con su hijo pero en este caso no intento ni disimular su tono de voz, dejando en claro la molestia.

Al entrar Naruto vio a la alfa, su cabello rosado atado en un moño con una liga verde y un traje mayormente rosa.

La chica estaba sentada, un tanto sería, en la silla del escritorio y le miraba fijamente sin despegar su mirada de la puerta.

El omega suspiró y habló.

-Terminamos. - solo se pudo escuchar una pequeña risita antes de que hablara la pelirosa.

-Sin mí no eres nada. Eres solo un horrible e inútil omega.- dijo levantando su voz en cada insulto para el rubio.

-No me respetaste, me engañaste, me trataste como si hubiera cometido un error, me odiaste, me detestaste, no me diste cariño y aparte me insultas y desprecias. Eso no tiene nombre, eres una hipócrita. No deberías ni de creerte más que los demás. - dijo enumerando con su mano cada cosa mostrando su ceño fruncido junto a su enojo.

-Pff, si no hubieras dejado de cuidar tu imagen no te hubiera engañado. Aunque a decir verdad, Hinata estaba más buena que tú. Imbécil, no eres nada solo un estorbo. Hasta nunca.

La alfa se levantó de la silla para pechar al rubio antes de salir por la puerta haciendo que esta hiciera mucho ruido.

-No fue mi culpa…- se dijo suspirando y empezando a soltar lágrimas.

Sus ojos se inundaron y se dirigió al baño, no podía sentirse tan mal y menos cuando ella fue quien cometió el error.

Qué difícil era amar a alguien que en verdad sólo le detesta y menosprecia.

Aunque…él no sentía que amaba a Sakura…sentía más cariño por….

Sacó su celular y marcó su número, en verdad ya había decidido que haría, solo debía hablarlo.

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En el presente.

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Sasuke-

Acompañé a Naruto hacia la casa de sus padres pues no sabía si Sakura aún seguía instalada en ese apartamento o no y, seguramente, después del matrimonio viviríamos juntos.

-Yo en serio que lo siento, Sasuke. - no entendí a qué se debía esa disculpa pero sin poder hablar siguió.- Debí ser más fuerte y no pedirte ayuda a ti, no involucrarte en mi estado de ánimo. Lo lamento…

Suspiré e hice algo que no pensé que haría y menos ahora.

-No te disculpes, mejor dicho tu discúlpame.

-¿Por-...- y me lancé interrumpiendo pero haciéndolo.

Le besé, él correspondió y le sostuve de la cintura atrayéndolo hacia mí. Unos segundos después pasó sus brazos por detrás de mi cuello y allí fue cuando comenzó a caminar hacia atrás, ingresando a la casa.

-Solo…vamos…a la…- se rindió finalmente de hablar entre besos cuando lo agarre en brazos y comencé a subir las escaleras. Era en verdad terco, lo besaba y besaba para que no hablase.

Le bajé para poder abrir la puerta y nos adentramos, aún besándonos, mientras mis manos iban recorriendo lentamente su cuerpo.

-Sa…Sasu…Sasuke…- decía mientras le besaba repetidamente, no quería dejarle hablar pero parecía importante.- No estoy listo, acabo de terminar con mi pareja y lo sabes…- vi como tragó saliva y se sentaba en la cama mirando al piso.

Me senté a su lado y besé su mejilla izquierda para después tirarme hacia atrás.

-Me gusta tu habitación, Naru.- él solo rió, sí que debía de hacer más comentarios sin pensar ya que eso hacía que pudiese ver su hermosa sonrisa.

-Eres un tonto, Teme.- se rió nuevamente y de manera normal le hice el mismo comentario.

-Y tú un usuratonkachi, Dobe.- ambos nos reímos mucho y después de horas conversando nos despedimos.

Si que mañana debíamos decirle nuestra decisión y si que no sería tan malo compartir una cama con él.