Capítulo 10 - La empresa es mía

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Marcos

Incluso yo no creia en la desfachatez de Ana, apareciendo aquí asi, como si todavía fuéramos algo en la vida del otro.

Me hervía la sangre al verla allí, más aún frente a Melissa, la noté mientras miraba a Ana, no parecía gustarle ver a la mujer entrar así a mi oficina.

Después, cuando salimos a almorzar, ella se mostró un poco fría, distante y pensativa, eso me hizo sentir inesperadamente bien, ¿serán celos?

- Nos están siguiendo, ¿te das cuenta? No son tus guardaespaldas. - Dijo antes de que pudiera hablar. - El otro auto que está cerca de ellos.

Miré el auto que menciono, eran paparazzi, tenían la cámara afuera, lo que me dio a entender que estaban tratando de tomarnos fotos.

Ana debió haberles informado, sabia que todavía nos estábamos escondiendo, debio pensar que estábamos tratando de escondernos.

Bajamos en el restaurante y fue una lluvia de destellos, preguntas interminables, pero las ignore y entre con Melissa.

- ¿Que estás pensando tan concentrada? - Tenia mucha curiosidad, y nunca me había interesado nada de lo que alguien esta pensando, Melissa me trae nuevas sensaciones y nuevos deseos.

- Mi vida nunca volverá a ser la misma, ¿verdad? - Me miro profundamente, tengo la impresión de que podría ahogarme en esos ojos.

- No, no lo será, pero, ¿te gustaba tanto tu vida? El cambio puede ser bueno para ti. - Me molesta un poco que no le guste la nueva vida que le estoy trayendo, ¿sigue pensando en Rafael?

- Eso es lo que pensé, no estoy tan acostumbrada a ser el centro de atención como tú, siempre he tenido una rutina más simple.

Almorzamos y luego la dejé en su residencia, nos siguieron y nos fotografiaron allí y cada vez que la miraba estaba más y más incómoda, como si regresar a su casa fuera una tarea ardua.

- Sabes que puedes venir a mi apartamento cuando quieras, ¿no? Eres mi novia, puedes quedarte todo el tiempo que quieras. - Le dije cuando paramos frente a su casa.

- Es muy amable de tu parte, pero esta sigue siendo mi casa, al menos por ahora, pero si lo necesito, lo haré.

No parecía muy emocionada con la idea, pero salió del auto.

- ¿No crees que te estás olvidando de algo? - La tome de la cintura antes de que se fuera y le di un profundo beso en los labios, ella suspiro en mi boca, y mi deseo era tomarla e irme a casa con ella.

Le dediqué una sonrisa, seguro que a los paparazzi les encantó esa muestra de cariño en público, al menos mañana tendrán buenas fotos para publicar en los sociales.

Regreso a casa con la cabeza llena, uno de mis hombres de confianza esta pendiente a Rafael en su luna de miel y me ha informado que están a punto de regresar, tal vez sea hora de hacer un anuncio público sobre nuestro compromiso y también la fiesta, tenemos que organizar una fiesta de compromiso, quiero que todos conozcan a Melissa.

A la mañana siguiente, hice todo como de costumbre, Steve estaba en la puerta, esperándome con un periódico en la mano.

- ¿Algún problema? ¿Porque estás aquí tan temprano? - No era habitual que viniera al penthouse, debía ser un asunto serio.

- Tenemos un problema señor, las noticias en el periódico, en los sitios web y revistas de chismes no son las mejores, se están difundiendo... bueno, mejor que lo vea usted mismo. - Me entrego el periódico, y yo mismo apenas podía creer lo que estaba escrito.

El bebé del billonario [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora