Melissa
La rueda de prensa transcurrió como Marcos quería, se resolvieron todas las dudas, se respondieron todas las preguntas. Por supuesto, hubo quienes hicieron comentarios muy malos, pero mantuve la cabeza fría y no quería que Marcos se contradijera, incluso cuando las preguntas eran hirientes y ofensivas.
No podía tristeza por la boda que se llevó a cabo, ya que tenía que demostrar que Marcos y yo estábamos completamente enamorados.
Dijo que quien quiera que haya filtrado la información columniona enfrentará un proceso judicial, lo que hizo que muchos de los periodistas se sintieran aprensivos. Probablemente también como una técnica para que sean más amables esta vez.
Regresamos al departamento, me sentí más aliviada con todo, realmente es un buen actor, en cada palabra me hizo sentir única y especial, aunque siempre fue serio e imponente.
Marcos es un hombre realmente impresionante, su cuerpo tonificado, su rostro masculino, el deseo que aparece en sus ojos cada vez que mira, es difícil de creer que todo esto es real, pero se que es solo un contrato.
- No te vez muy bien, ¿qué te pasa? - me pregunto tranquilamente mientras caminábamos de regreso al departamento.
- No sé, no pasa nada, pero me siento diferente, las cosas van tan rápido que me siento un poco mareada. - respondi sinceramente.
- Me imagino que debe dar miedo que tu vida cambie tan rápido, pero me gustaría imaginar que todos los cambios serán para mejor. - Siempre estaba tratando de hacerme sentir bien, era admirable.
- Todavia no me he dado cuenta de que pronto me cansaré con una persona que conozco desde hace unos días. - Le sonreí y negué con la cabeza. - Si alguien me hubiera dicho eso hace un mes lo hubiera llamado loco enseguida.
Marcos soltó una carcajada sincera, ambos empezábamos a entendernos bien.
Llegamos y el se fue a su habitación, yo me quedé un poco perdida, fuera de lugar, sin saber a dónde podía moverme, ni que podía hacer.
Decidí entrar en una de las habitaciones, probablemente estaríamos en habitaciones separadas, así que una de las tres tenía que ser mía.
Me di una ducha larga, me lavé todo el maquillaje, pero como todavía no tenía ropa allí, me puse la toalla y salí a buscar algo que ponerme.
Entre a su habitación, ya no estaba, mire alrededor, abrí algunos cajones, en uno de ellos encontré algo, un uniforme militar, estaba doblado prolijamente como todo lo demás y tenía el apellido de Marcos en el, cerré el cajón y encontré algunas prendas más comunes, agarre una camiseta y unos pantalones cortos y me los puse. Eran grandes, pero no me importaba.
En el pasillo el olor a algo muy delicioso estaba en el aire, caminé hacia la cocina, supuse que era de donde provenía el olor.
Marcos estaba en la cocina, preparando algo que olía muy bien.
- Espero que te gusten los mariscos, estoy haciendo pasta, ¿te gusta? - Estaba sin camisa, solo vestía pantalones de chándal.
- Me gustan bastante, creo que es uno de mis platos favoritos. - Apenas se volvió, ni siquiera pude ocultarlo, mis ojos recorrieron su abdomen, grabando cada cuadrito en mi mente.
- Mira, estoy hablando de la comida. - Senti mis mejillas arder, aún así salí de donde estaba parada y me acerqué.
- También estaba hablando de la comida. Espero no te importe, no tenia nada cómodo para usar, así que agarre algunas de tus prendas del guardarropa. ¿Cuando podemos ir a buscar mis cosas?
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El bebé del billonario [TERMINADA]
RomanceMelissa es una joven dulce e ingenua que lleva años enamorada de Rafael, los dos estaban apunto de casarse cuando ella encuentra a su prometido y a su hermana Sarah en la cama el dia de su boda. Tiene una noche caliente con un desconocido para inten...