"Pira del dolor" Parte I

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Rhaenyra tiene recuerdos borrosos de lo que fue su vida antes de conocer a su esposo.

No es que ese hecho le importe en realidad.

La vida no había sido generosa con ella ni con sus allegados.

Podría rebuscar en su memoria y estar segura de que nada en su vida había estado acorde a la infancia que un niño cualquiera debía tener.

Ella ni siquiera podría considerarse una persona común.

Nacida bajo el apellido y el emblema del Dragón, hija de el príncipe Viserys Targaryen y su esposa Aemma,Rhaenyra había contado con el peso de su herencia sobre sus hombros desde muy joven.

Casi sentía el hecho como algo irreal.

¿Una mujer en el trono de hierro?.

Los hombres preferirían incendiar todo Westeros antes de que algo como ello pasara.

Su padre sin embargo fue todo lo contrario, siempre se mantuvo concentrado y firme en darle la suficiente seguridad de que como su heredera e hija, ella era más que suficiente.

Si tuviera que rescatar algo bueno de lo que su anterior vida había sido, ella se quedaría con los buenos momentos que había vivido en Dragonstone.

Las miradas que sus padres se habían dirigido durante los últimos años antes de que la tragedia ahondara en sus vidas, la felicidad que ella pensaba duraría para siempre.

Que ingenua había sido en ese entonces.

Temprano por la mañana, incluso antes de que el sol se asomara, fue en ese entonces cuando todo ocurrió.

Rhaenyra jamas olvidara los gritos desgarradores que su padre había soltado ese día.

Cada paso que dio se sintió como un golpe a su corazón, fingió haberse preparado mentalmente para el golpe final y jura por los dioses que lo había intentado.

Nada la preparo para lo que vio.

La sangre estaba por todos lados y aún así eso no fue lo que logró que su estómago se revolviera.

Incluso cuando su padre la acunaba lo más cerca posible, Rhaenyra vio las marcas de cortaduras en sus brazos, los moretones,la piel pálida adornada con múltiples hematomas.

Su padre nunca debió haberse mostrado más vulnerable, él jamás le debió permitir pasar por esa puerta, hubiera preferido mil veces una mentira blanca antes de ver esa imagen que la marcaría por el resto de su vida.

Asomando su mirada por debajo del pecho de Aemma, Rhaenyra logró observar el vientre desgarrado de su madre, abierta de un tajo de una manera que solo podría describir como macabra.

Jamás podrá olvidar eso, lo que paso después se sintió irreal, los gritos que soltó y como se retorció en el piso implorando porque todo se tratara de una pesadilla, todo ello fue tormentoso.

La pira fue armada al día siguiente y incluso cuando pudo sentir el abrazo reconfortante que le dio su padre, ella se quedó paralizada esperando el momento en que finalmente despertara.

¿Que clase de monstruo le hace algo así a una mujer embarazada?.

¿Donde estaban los guardias que su padre había dejado en la puerta de su madre?.

¿Porque nadie fue capaz de prevenir la atrocidad que estaba apunto de pasar?.

—Se que ella lucho—Su padre se había mostrado reacio a dejarla sola después del funeral,estaba demasiado aferrado a la última cosa que significa algo para él en este mundo.

Avy jorrāelanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora