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Kakashi se detuvo en seco, haciendo que sus estudiantes copiaran su acción, los tres nerviosos mirando a su sensei por si había un peligro. 

"Estaremos a menos de una hora en llegar a la frontera", informó. "De aquí en adelante, estaremos en constante alerta. Recuerden, ya no estamos en nuestro territorio".

Los tres gennin asintieron nerviosamente. Esa era la primera vez que salían de la aldea e incluso salieron del país del fuego. 

Si estar fuera de la aldea era un riesgo, cruzar las fronteras era un peligro total. Dejarían la protección de su hogar, estarían en territorio hostil. 

No pudieron evitar estremecerse.

XxXxXxX 

Después de una semana podía sentir los primeros vestigios de la energía natural, era como estar sumergido en un estanque de agua. 

Tanto poder, pero no podía hacer uso de él. Cosa que lo frustra.  

Pasaba la mayoría del tiempo en el monte mobyokuzan, perfeccionando técnicas o simplemente disfrutando del sentimiento de libertad que le daba el monte. 

Aunque quisiera quedarse sabía que no podía. Si bien, Danzo no lo vigilaba constantemente, de alguna manera él sabría si no estaba en la aldea. 

Así que no se quiso arriesgar. 

Después de tanto tiempo tenía algo que le pertenecía, algo que podía hacer por su propia cuenta. Por esa razón jamás le contó a danzo sobre el contrato de los sapos. 

No le gustaba el hecho de que no podía tomar las elecciones de su propia vida. 

Exhaló una gran bocanada de aire, y con solo tres sellos de mano un gran vórtice de agua se formó a su alrededor. La gran forma de giro con fuerza y comenzó a agrandarse, su concentración estaba totalmente en el vórtice, un sello de mano manteniendo en uso el jutsu.

Cuando estuvo satisfecho, formó otro sello y el vórtice se deshizo, explotando en una gran ola. 

El agua aplastó y arrasó árboles, rocas y cualquier cosa que estuviera a su paso.

"No estás sudando", la voz de Fukasaku llegó a sus oídos. Dió vuelta para mirar al viejo sapo que parecía bastante cómodo sentado en una roca. 

"No, no lo hago", respondió bastante confundido por su aclaración.

"Incluso con tus grandes reservas de chakra ese jutsu pido haber agotado un cuarto de ella", se acarició la barba pensativamente. "Pero tú ni siquiera estás sudando".

"El lugar tenía mucha humedad", explicó mientras gotas de agua caían de su dedo. "Solo saturé la humedad con mi chakra, y la convertí en agua".

"¿Cuánto tiempo has estado haciendo eso?", preguntó levemente sorprendido.

"Desde que estuve expuesto a la energía natural", respondió simplemente.

"Hace una semana", su voz se volvió un poco lejana, todavía se acariciaba su barba. "Eso es impresionante, ahora veo el por qué jiraiya te entrego el contrato".

Naruto frunció el ceño. "No creo que sea algo impresionante", se encogió de hombros ante la mirada inquisitiva del sapo, "Solo es algo normal".

"No creo que exista la palabra normal en tu vocabulario”, dijo. “Acabas de realizar una gran hazaña con tu afinidad de agua, de la cual muchos tardaron décadas en lograr, ¿Y dices que es normal?”

Naruto se encogió de hombros. “Mi afinidad no es el agua”, añadió como ocurrencia tardía.

Fukasaku parecía como si le hubieran arrojado un balde de agua fría. “Entonces…¿Cuáles son?”

𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫𝐬 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐜𝐫𝐲  || 𝐔𝐳𝐮𝐦𝐚𝐤𝐢 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora