𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫𝐬 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐜𝐫𝐲 || 𝐔𝐳𝐮𝐦𝐚𝐤𝐢 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨

3⃣1⃣

Shikamaru sintió que su cuello se erizaba, de su sien bajaban chorros de sudor, y su piel estaba húmeda. Sus piernas se crispaban por cada impacto que chocaba el segundo y Lee.

El ninja del Taijutsu brillaba como el sol, y soltaba vapor como un sauna. El Nara se encontraba abrumado por la cantidad de chakra que emitían.

Lee había sido el primero en reaccionar, sus piernas se habían movido casi por instinto, y en un parpadeo, el bronceado de las puertas internas surgió. Dejó un rastro de polvo y en un segundo se encontraba cara a cara con el legendario Hokage. El ninja del Taijutsu se preguntó si en este estado tenían otra ventaja que no fuera la inmortalidad. pues el segundo había reaccionado y bloqueado su puño. Un puño que incluso había tomado a Gai-sensei por sorpresa aun teniendo la cuarta puerta abierta.

Con una gran habilidad, el segundo tomó rápidamente la muñeca de Lee, y le estrelló la palma abierta en todo el pecho. Si no fuera por el chakra y la adrenalina que le hacía sentir las puertas, estaba seguro que hubiera quedado inconsciente. Lee se recuperó y usando de palanca el brazo del hokage, se elevó y bajó su telón en el mismo brazo. El brazo se deshizo como papel quemado, y le dio tiempo de tomar distancia.

La humedad que Shikamaru sentía en su piel, y en el ambiente, desapareció. El segundo tejió unos sellos de mano, y de su cuerpo comenzó a brillar una luz azul pálida.

“Suiton: Suishoha”

De las piernas del Hokage se comenzó a generar una gran cantidad de agua, la cual comenzó a girar en vértice alrededor de él. El vórtice de agua comenzó a girar con violencia, y en un segundo explotó en una gran ola.

Los Hyuga reaccionaron con maestría, se encararon al jutsu, y coordinados realizaron la rotación. La ola de agua se estrelló violentamente con la rotación y se salpicó por los lados.

El suelo tembló, y Chouji se había convertido en un gigante, en su mano derecha un báculo emitía un brillo por la luz del sol. Aunque sus movimientos eran más lentos, su poder destructivo era inmenso. El báculo se arrastró por el suelo levantando la tierra creando una zanja por donde pasaba, el cual se dirigió directamente al Senju.

El segundo evadió con destreza el golpe, de las plantas de sus pies usaba agua para deslizarse por las superficies. Las maniobras que realizaban eran dignas de su renombre. Sus manos se volvieron borrosas, y en un segundo se encontraba realizando un jutsu.

“Suiton: Suidanha”.

Las palmas del Hokage se juntaron, de su boca un fino y poderoso chorro de agua salió a alta presión. Chouji trató de bloquearlo con el báculo, pero fue rápidamente partido por la mitad. La destrucción de su arma fue una clara advertencia de que debería quitarse, y por fortuna le hizo caso a su instinto, llevando solo un corte en la mejilla.

La velocidad de reacción del segundo Hokage era impresionante, Neji se dio cuenta cuando trató de tomarlo desprevenido, pero para su sorpresa su golpe fue totalmente bloqueado.

Neji se sentía feliz, por primera vez en su vida desde la muerte de su padre. El destino le estaba brindando la oportunidad de medir su fuerza con un hokage, y el no iba a desperdiciarlo.

Durante toda su vida había esperado una oportunidad así. Una oportunidad para probar su existencia. De mostrarle al destino de que estaba hecho.

Inmediatamente sus palmas brillaron en azul, y sus movimientos se volvieron borrosos. Realizó con maestría los ocho trigramas sesenta y cuatro palmas. El último golpe conectó de lleno, cerrando el último punto de chakra. El segundo fue enviado a volar unos cuantos metros, y se recuperó con rapidez.