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Arco:  𝒍𝒂 𝒃𝒂𝒕𝒂𝒍𝒍𝒂 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒊́𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒉𝒊𝒆𝒓𝒓𝒐 𝑰𝑰𝑰

Kiyomi quizo sonrreir al ver sus miradas estrupefactas, y más la mirada culpable de itachi. El uchiha abrió la boca, pero pareció reconsiderar, y la cerro.

Los otros kages la miraban con intriga, y más de uno parecía querer hablar. Pero sus intenciones fueron interrumpidos por la llegada del general del pasi del hierro, Mifune.

Con la espada envainada, y sin caso camino con confianza al centro de los líderes de las cinco grandes países.

“La previa del baile comenzará pronto, por favor escúchame”, dijo con una actitud profesional, pero solemne. “Es hora de informales las reglas que hace más de cien años se impusieron. Ingresamos al salón, y podrán discutir de cualquier cosa que quieran, pero eso debe ser antes de las doce de la media noche. Después de eso, podrán disfrutar del pequeño convivio”. Mifune miro a cada uno de ellos. “Al pisar estás tierras están de acuerdo con las reglas de no matar. Si alguien mata a una persona sin o con justificación se le castigará con el mismo trato. Y si la aldea afiliada trata de protegerlos, las otras cuatos aldeas están en derecho de atacarlos”.

El ambien era tenso para algunos jounin, nadie se fiaba del castigo, pues uno que otro afrontarian la muerte por matar a un enemigo.

Dentro del salón solo había una mesa, muy grande y vieja, pero muy buen cuidada. Solo había sies sillas, dónde los nobles tomaron asiento. Los kages atrás de ellos, correspondiente a su noble, y sus jounin un poco más atrás.

Mifune carraspeó y llamó la atención.

“Hace más de ochenta años que no se celebra está festividad”, dijo. “Pero estamos reunidos por qué el hokage, Namikaze Minato, tomó el riesgo de volver a reunirse, con la excusa de un gran peligro”.

Minato dió un paso adelante, y se inclinó un poco.

“Gracias por asistir”, minato miro a los nobles. “La amenaza es una organización que se hace llamar Akatsuki”.

“¿Akatsuki?”,  alguien.

“Así es”, dijo en un tono serio. “Es una organización conformada con ninjas de clase S, cuyo objetivo es la captura de los jinchuriki”, pauso un poco, y miro a los presentes antes de detenerse en la mesa de suna. “Irónicamente tres miembros de esta organización se encuentran aquí”.

“Tenga cuidado de aquí acusa, hokage”, el líder de los chiba lo miro. “Además, no estamos completos, por lo que no estaba en posición de habla”.

“Es cierto”, dijo el líder de los okada. “Los Karasu no han aparecido”.:

Todos miraron la silla vacía.

“¿Son importantes?”, pregunto Mei. “¿Con que aldea se afilian?”.

“Con uno extinto”, gruño okada.

“Podemos acelerar el proceso, namikaze”., Bushida hablo. “Asesina a la heredera del trono”.

“¿Eso no va contra las reglas?”, jiraiya pregunto con el ceño fruncido.

“Las reglas las hacemos nosotros”, el señor Fuji hablo. “Los Karasu han sido una gran mancha, algunos proyectos no se han concretado por su inasistencia”.

“Suna se encargará de su eliminación”, kiyomi hablo, y todos la miraron. “A cambio de exonerar de cualquier acusación de parte de konoha”, la uchiha camino, posicionándose a lado del señor chiba. “Suna cargarar con la culpa de la elimiacion”.

“¿Estás segura?”, pregunto el señor chiba sin preocupacion. “Los paise pequeños no querrán hacer ningún trato con su aldea por haber roto el tratado”.

𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫𝐬 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐜𝐫𝐲  || 𝐔𝐳𝐮𝐦𝐚𝐤𝐢 𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora