Capítulo 82[ Como Me Apena Verte Llorar]

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Sir Nighteye se preparaba para su patrulla diaria cerca de la guarida Yakuza principal, esperaba poder capturar a uno de los subordinados con la guardia baja y poder ver el futuro para así actuar en contra de ellos, estaba organizando las cosas con Bubble Girl cuando la puerta fue abierta con fuerza y entraron dos chicos con una niña en brazos para luego ingresar dos tipos que vestían cómo si fueran de la Yakuza por lo que intervino rápidamente.

Bubble Girl- pudieron descubrir algo? - con la notificación a la policía se puso a la pareja y a la niña bajo protección mientras aquellos dos eran interrogados

Nighteye- cantaron cómo pájaro- no fue muy difícil hacerlos hablar, incluso usó su quirk para ver el camino original uqe debían tomar por lo que ya tenían la siguiente base de la Yakuza

Bubble Girl- no parece contento señor... - su jefe le miró con bastante seriedad

Nighteye- ese chico que apareció hoy está vinculado a otros casos de villanos, no de manera directa pero si bastante regular... - su subordinada quedó confundida- el tipo que nos dijo sobre All For One fue capturado en su cafetería, su familia es parte de un experimento con una asesina serial, la cafetería fue explotada hace poco por alguien y ahora esto... - era un muy curioso camino de acontecimientos

Bubble Girl- ese chico si qué tiene mala suerte- su jefe se acomodó sus gafas con una idea en su mente

Nighteye- demasiada... - algo que podía rondar lo sospechoso y por ello debía investigar más a fondo estos acontecimientos- dónde está el chico?

Bubble Girl- bueno, la niña no le soltaba y a la mínima que trataban de quitarla del chico se ponía nerviosa así que ella junto con el chico y su acompañante fueron hacia el hospital para evaluar a la niña- su jefe asintió para ir por el chico

No era la mejor de las citas y sinceramente esperaba que Kendo no estuviera molesta por el cambio de planes, no esperaba encontrar una niña así de maltratada en su camino al restaurante pero las cosas sucedieron así, la pobre estaba tan aterrada que se le aferraba con fuerza e Izuku por mucho que se le estén durmiendo las piernas no la iba a dejar ir...

El rostro de la niña lo reconocía muy bien, es exactamente el mismo que él tenía cuando era niño y no tenía a nadie, esa amarga sensación de soledad y vacío, de incomprendido que quema en lo más profundo no es algo que dejara así de simple y menos si es un niño, no iba a permitir que sufriera de tal manera por mucho que se duerman las piernas y sus brazos, mantendría a la niña consigo hasta que se calme en verdad.

Kendo- en verdad estás bien? - le preocupaba que esta situación le estrese más de lo que ya estaba con todo lo sucedido

Izuku- completamente...- acarició el cabello de la niña quien simplemente se aferraba al chico lo más que pudiera

Eri- lamento ser una carga... - eso le dolía en el alma a ambos- se que soy pesada pero... - estaba cómoda y cálida en los brazos de este extraño

Izuku- tranquila... No pasa nada... - siguió con una sonrisa comprensiva a la pobre niña- está bien...

Eri- tengo miedo... - sintió su chaqueta humeda, era claro que no podía soportar mucho

Izuku- tengo una buena idea para mantenerte más segura... - del bolsillo de su chaqueta sacó su billetera y la extendió a su novia- necesito que compres algo...

Kendo- seguro, que necesitas? - se acercó al pecoso quien le susurró algo al oido- entendido, déjamelo a mi- sin más salió con una nueva misión

Eri- a dónde va la señorita? - miró con tristeza a la pelinaranja

trabajo a medio tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora