Capítulo 28[ Pequeña Vampirita]

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Sin duda el primer día sin su empleada fue de lo más horrible, sería un martirio seguir así, no había nada que hacer sólo resistir hasta que su amiga vuelva a trabajar, Galleta también se veía molesto por no tener sus caricias diarias, maullaba con algo de desesperación y no podía dormir tranquilo, era claro lo que le pasaba.

Izuku- listo para irnos Galleta? - el gato simplemente se quedó allí mirando la ventana- oh vamos señor gruñón, ellas volverán en una semana y volverás a disfrutar de unas buenas caricias- el gato ni le prestó atención- vamos Galleta, mamá nos espera- tomó al gatito y salieron del local- mañana será otro día...- acarició oa cabeza de su gato quien seguía enojado

- meow- sin más se escondió en la chaqueta de su esclavo para dormir

Izuku- eres muy malo Galleta- murmuró algo dolido por la actuación del gato

Su camino a casa, casi nunca variaba, dependía muchas veces si mamá cocinaba o no, en esos casos solía pasar por un puesto de hamburguesas cercanos y pedía algo para los dos si es que estaba completamente cansado o si por el contrario estaba con ánimos de cocinar iba por algunos ingredientes antes de ir a casa pero generalmente iba directamente a casa, tomaba un tren no tan concurrido y se bajaba en la segunda estación para luego caminar hasta llegar a casa a veces dejando sobras que tenía en un refugio cercano para aquellos animales que más lo necesitaban.

Hoy le tocaba cocinar y la verdad a pesar del día tan tenso que tuvo se notaba bastante alegre y con ganas de hacer cosas y hoy iba a hacer algo especial para animar a su gato y para ello necesitaba pescado y muchas otras cosas más.

Izuku- que suerte tengo, hoy había muchos condimentos- alegre y con algunas bolsas en sus manos se dirigía a casa cuando un sonido le atrajo en un callejón bastante cerca de su hogar- hmm?

- meow! - el gato mostró la cabeza y algo de tensión que el pecoso notó

Izuku- cálmate Galleta... - acarició un poco al gato que no paraba de ver hacia la oscuridad del callejón- no soy lo suficientemente irracional para entrar en un callejón oscuro... - sujetó las bolsas con una sola mano, sacó su teléfono de su bolsillo y encendió la linterna mirando basureros y una presunta chica en el suelo muy mal herida por lo que podía ver- oh por dios... - dejó sus bolsas a un lado y se acercó a ayudarla

Tomó precauciones aún así con una chica herida, puede que sea por ver muchas películas pero en realidad una parte de él estaba alerta si es que la chica despertaba repentinamente y le atacaba, estaba preparado para ello aunque no lo parezca.

Una chica vestida cómo colegiala, cabello sucio y algo despeinado con dos moños que estaban en muy mal estado, cara delicada pero bastante herida, ropa sucia, no podía ver sus brazos por el saco que usaba pero podía intuir que tan mal estaba la chica.

Su compañero gatuno salió de su lugar cómodo y comenzó a oler a la chica siseando un poco y mostrándose más esponjado que lo normal.

Izuku- tu también estás asustado verdad? - el gato no perdía de vista a la chica- ella está bastante mal por lo que puedo ver, la llevaré a casa a sí que cálmate de acuerdo? - el gato estaba muy tenso- bien... - de su bolsillo sacó galletas para gato poniendo cerca de su gato el cual pareció relajarse

- meow... - comió una galleta a lo que el peliverde aprovechó para ponerlo nuevamente en la chaqueta

Izuku- bien ahora a llevarte junto con las compras... - cargó a la chica desmayada, tomó sus compras y fue hacia casa-( es sorprendentemente más liviana de lo que creí...) - no pesaba casi nada y eso le preocupaba demasiado, podía indicar desnutrición

Subir las escaleras con una chica dormida y en un muy deplorable estado debería prender las alarmas en los vecinos, era una película de terror a punto de suceder afortunadamente quien sostenía a la chica no era ningún desconocido, Izuku era el ser más inocente y puro que había en el mundo por lo que se asumió (para los pocos vecinos que vieron al niño) que el chico estaba ayudando a alguien.

Inko- Izuku?! - miró a su hijo con alguien en las manos- que está pasando?

Izuku- encontré a esta chica en un callejón- luego de decir eso el gsto salió de la chaqueta del peliverde y corrió hacia la habitación del mismo- se ve bastante herida

Inko- déjame que yo me encargue- el peliverde asintió poniéndola en el sofá y dejando a su madre hacer su magia

Izuku- voy a hacer algo para comer en lo que la revisas- el chico dejó a su mamá para ir a la cocina

Venía bien que Inko haya sido una buena enfermera en su tiempo además de estar cuidando a su hijo cuando era niño de cada mínima herida que le hacían, estaba bastante familiarizada con estos casos, lo más importante en estos casos era saber la cantidad de heridas que tenía y para fortuna no parecía nada muy muy grave.

Raspones y muchas cortadas, habían daños en sus muñecas muy mal curadas, alguien la retuvo hace mucho por lo que podía intuir, estaba casi en los huesos por lo que podía ver y si miraba a la espalda le horrorizaba lo que había, alguien se divirtió mucho torturando a la chica.

Fue hacia su habitación tomó el botiquín más grande que tenía y fue a curar a la chica, por cómo se veían sus ojeras era claro que no había dormido en un par de días por lo que esperaba no despertara pronto.

Izuku- y cómo la ves? - su madre dejó otra cura en el hombro de la chica y suspiró más calmada

Inko- es sumamente horrible lo que le pasó... - recibió de su hijo un té para calmar los nervios- pero creo saber por qué le sucedió esto o por lo menos un indicio de porqué

Izuku- hay algo en su ropa o cuerpo? - su madre negó

Inko- mira... - le abrió la boca a la chica en la cual eran claros los colmillos

Izuku- un quirk relacionado con los colmillos... Alguna transformación brutal, vampirismo, algo relacionado con animales que le hagan ser sumamente peligrosa? - su madre le sonrió, sin duda alguna su niño era un genio en esto de los quirks

Inko- puede que su familia no sea lo más bueno del mundo o pueda ser que la raptaron y terminó así, lo que puedo decir es que fue horrible lo que pasó... - le había puesto una vieja pijama de ella y ahora la tapaba con una sabana que su hijo ya no utilizaba- lo que si se es que cuando despierte necesita mucha comida

Izuku- llamamos a la policía? - su madre negó

Inko- cuando despierte hablaremos y luego la llevaremos a un hospital, ahí llamas a la policía- su hijo asintió con seriedad

Izuku- pobre chica...- no mostraba una buena cara al dormir, era claro que algo la atormentaba

Inko- no se que sucedió pero hiciste un buen trabajo Izuku- acarició la mejilla de su hijo quien le sonrió

trabajo a medio tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora