¿Aᴍɪɢᴏs?

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Sizhui llegó a la habitación cansado, esperaba encontrarse con Jin Ling, pero extrañamente no estaba. No estaba con JingYi porque lo había visto hace un momento; y sorprendido de ver a un JingYi pensativo.

La puerta del baño estaba ligeramente abierta, con tanta sutileza que parecía casual dejarla así, sin embargo un sonido proveniente del baño lo inquietó. Se acercó sin hacer ruido al baño y pudo escuchar lo que pasaba dentro.

— Estoy bien — Jin Ling estaba hablando con alguien.

"Por lo menos me contestas ahora" — se escuchaba la voz de otra persona atrás vez de una llamada. ¿Jin Ling tenía un teléfono?.

— Déjame en paz, lo último que necesito es que me eches cosas en cara — se apegó un poco más — ¿Cómo está Hada?.

"No tienes que preocuparte por ella, está a buenos cuidados. Deberías preocuparte por relacionarte" — ¿Quién era Hada?, ¿Era familia de Jin Ling?.

— No me digas lo que ya se. Adiós.

Jin Ling cortó la llamada con su tío Cheng. Se acordó con el instituto que podría quedarse con un teléfono solo para llamadas. Solamente por la preocupación de su tío sobreprotector, por saber que hacía a cada momento.

Sizhui se iba a apartar de la puerta cuando la conversación acabó, pero sus pies lo traicionaron y cayó contra la puerta que se abrió aún más y terminó en el suelo.

— ¿Sizhui, que haces? — Jin Ling se cruzó de brazos riéndose del patético intento de "curiosear" de Sizhui.

— ¿Es demasiado obvio?, Perdón. Incluso va encontrá de mis reglas morales hacer  este tipo de cosas— sonrió levantándose del suelo. Se sacudió las manos — Lo siento por lo de JingYi, a veces es un poco...bueno, digamos que no le gusta los cambios.

— Da igual. No me importa, estoy acostumbrado a mucho más, y dejá  de disculparte tanto, es repugnante— Sizhui no se podía imaginar el daño que le causaron a Jin Ling durante años.

— Espero que algún día podáis ser amigos — Jin Ling miró a Sizhui por unos segundos en silencio.

— ¿Cómo os hicisteis amigos, tu y él? — Sizhui se sorprendió, nadie nunca le había preguntado eso.

— Desde que éramos pequeños...

Su padre recién se había casado con su papá, el era muy pequeño, apenas tenía cinco años. Sizhui iba a infantil como todos los niños de su edad. Todo ocurrió un día normal y corriente en la escuela infantil de Gusu Lan, un niño hacía un berrinche con otro de sus compañeros. Sizhui estaba durmiendo tranquilamente en un rincón junto a su peluche de conejo, pero se despertó cuando una pelota le rebotó en la cabeza.

— ¡Esa es mi pelota!, ¡tonto! — los dos niños se gritaban el uno al otro con lágrimas en los ojos.

— ¡En tus mejores sueños!, ¡Búscate la tuya, estúpido! — el niño más pequeño le agarró de los pelos a su contrincante y lo lanzó casi a la otra esquina del aula.

El niño empezó a llorar mientras el más pequeño disfrutaba su victoria. Sizhui tomó la pelota mirándola confuso, no sabía porque los dos niños querían la pelota. Se levantó y la guardó en el cajón de objetos perdidos.

— ¡Hey, tu!, ¡Dame la pelota, es mía! — el niño pequeño se acercó a él con las dos manos en la cadera.

— Estaba en el suelo. Si es tuya pídesela a la profesora, no tengo permiso para dártela — Sizhui volvió al rincón donde estaba durmiendo.

— ¿¡Qué!?, ¡Casi me muero por esa pelota! — Sizhui miró al niño con una cara de cansancio al entender de lo cansino que sería tratar con él.

Ᏼꮮꭺꮇꭼ ꮇꭼ/ ᶻʰᵘˡⁱⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora