Aún buscaba a Alya necesitaba explicarle lo que vio, no quería perderla por algo así.
Ante mis ojos era algo pequeño pero en realidad no se cuanto daño le hice.
Fue cosa de tragos.
En nuestros tres años de relación no pude mirar a otra mujer, vivía por y para ella.
Solo el trago me hizo una mala jugada y compare a aquella rubia con mi Alya.
Intente ponerme en sus zapatos así que le di su espacio.
Dejaría que la fiesta pasará y luego la llamaría para arreglar las cosas.
Narrador omnisciente
El pelinegro siguió la fiesta sin pensar de nuevo en su novia.
Mientras Bill seguía en la fiesta la rubia de ojos celestes no aparecía por ningún lado.
Su madre intento localizarla, Emma y Zoe también, ninguno tuvo respuesta ni paradero de la chica.
Y al pelinegro no podía demostrar menos interes.
Ni el mismo sabía lo que le pasaba, nunca estuvo así antes, siempre estuvo pendiente de su novia y le trataba como una princesa.
Pasaron dos días, nadie sabía nada de Alya aún.
Bill tomo cordura de nuevo y empezó a buscar a la chica.
Pasaban horas y ni una sola noticia de la chica, ya habían avisos en toda la cuidad, la policía buscaba a la hija de la modelo.
Todo en vano.
Bill se culpaba así mismo.
Alya Beamunt
Me encontraba en mi lugar seguro, una cabaña alejada de la sociedad, entre el bosque.
Me la pasaba en un rincón de aquella cabaña, abrazaba mis rodillas, un pequeño rubor en mis mejillas y en mi nariz, las lágrimas no paran de salir de mis ojos.
Me sentía destrozada.
Una que otra vez pensé en quitarme la vida, Bill era mi soporte, mi estabilidad, mi compañía y él lo sabía pero no le importo eso e hizo lo que quiso conmigo.
Decidí volver con mi madre y amigos, se que están preocupados por mi... Ellos no tienen la culpa de los errores de Bill...
Pero antes de volver con los que consideraba familia me haría un cambio de look, necesitaba cortar ciclos.
Me fui a la peluquería más cercana y me pinte el cabello de negro con raíces verdes.
Me sentí ruda después de mi cambio, sabía que mi madre me mataría pero no podía importarme menos.
Llegué a casa después de dos días.
Lo primero que hice al entrar fue verdad a mi madre, a Zoe y Emma, la familia de Bill (Excepto su hermano gemelo que vivía en otro lugar), y Bill.
Todos reunidos en la sala.
Cuando entre sentí sus miradas encima de mí.
Pocos segundos todos me reunieron en un abrazo mientras lloraban, poco les importo mi color de cabello.
Sonreí al verlos a todos abrazándome,
yo también los extrañaba.Narrador omnisciente
Todos interrogaron a la chica, la cuál mintió diciendo que estaba en casa de una amiga y que se le había apagado el teléfono.
Su madre entro en razón.
- Alya Beamunt, ¿Qué carajo te hiciste en el cabello?.⎯ Dijo la mujer con un tono molesto.
- Un cambio mamá... Lo necesitaba.
Su madre no quería discutir en ese momento así que solo suspiro decepcionada pero volvió a consentir a su hija, se alegraba que estuviera bien.
Pasaron días el pelinegro aún no encontraba un buen momento para hablar con Alya.
Se las ingenió un poco y mientras la pelinegra no estaba en su habitación este entro y dejo una nota sobre la cama.
Te espero a las seis en la playa cerca al lugar de las bebidas detrás de las rocas.
No decía de quien era la nota.
Horas después apareció la chica donde él la había citado, ya la esperaba hay desde hace una hora.
Planeaba como decirle todo, buscaba las palabras adecuadas y por fin hizo la oración como quería, pero, en cuanto vio a Alya acercarse se le olvido.
La pelinegra al darse cuenta quien la esperaba se dio la vuelta para regresarse, no quería verlo.
El chico actuó rápido y la tomo del brazo haciendo que ella frenara en seco.
Le pidió una oportunidad para explicarle todo.
Ella no lo escucho, no quería saber nada del pelinegro.
Pasaron unas cuantas semanas él chico seguía insistiendo a la chica para que lo escuchará, nada de eso paso.
Alya Beamunt
Necesitaba mi espacio, no quería ni ver a Bill.
Después de unas semanas a mi madre le salió un muy buen trabajo en otro lugar.
Le rogue para que me llevara y así no ver al chico que me hizo trizas el corazón.
Pero tenía claro que el collar que me dio hace años nunca me lo quitaría.
Así llegamos al presente.
⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯
Hola bonit@s.
Sexto capítulo, apenas estamos empezando, el séptimo capitulo estara mucho mejor.
Esta corto por que hice un resumen de la ex relación de Alya y Bill.
No olviden de votar y dejar su comentario!.
Me pidieron mucho una foto de Alya y Tom, pero Tom con rastas, imagen 100% mía, si la utilizas no olvides dar sus respectivos créditos.
ESTÁS LEYENDO
Wish or death?
Random•El corazón no miente y el deseo se nota... • Aún a pesar de todo lo que me hiciste hay una pregunta que me evade cada noche y me pregunto... ¿Por qué no puedo dejar de amarte? -Haré que me veas tanto, tus ojos que no podrás olvidarme, y te irás al...