Alya Beamunt
Seguí mirando al techo esperando la respuesta del pelirrojo que parecía dudar si decirme algo o no.
Desvié mi mirada para verlo a él.
- Si no quieres respon-⎯ No terminé de hablar cuando él me interrumpió.
- Porque me gustas, desde que traje aquí, desde que ví tus ojos y me perdí en ellos.
Dijo mirándome a los ojos, me dejó helada, no esperaba una repuesta como esa.
- Y sé, se que está mal porque amas a Tom, darías tu vida por él, yo solo soy un cero a la izquierda.⎯ Dijo el pelirrojo con un tono algo decepcionado mientras deviaba su mirada de mis ojos, no quería hacer contacto visual.⎯ Y no quiero que respondas nada, solo quiero que sepas mis sentimientos por ti y que yo haría lo que sea por ver esa sonrisa tuya, yo sí no te haría lo que te está haciendo Tom, al que tú amas... Yo daría lo que sea por ser él, daría lo que sea porque por lo menos me tomarás como una opción, la vida es así... Buenas noches, linda.
Dijo el pelirrojo sin dejar que contestará algo, apago las luces y se acostó en el piso... Quedé pensando en sus palabras la mayoría de la noche, realmente ya estaba cansada de entregar mi corazón y que me pagarán así... Pensé que el error era yo.
Tom Kaulitz
Era de mañana y el sol me daba justamente en el rostro haciéndome despertar.
Tenía tremendo dolor de cabeza, pero por lo menos estaba en mi habitación, no recordaba mucho de la noche anterior, solo recordaba que estaba con Alya en mi habitación después de volver de la salida con sus amigas.
Me senté sobre la cama mientras fruncía el seño, el sol había empeorado mi dolor de cabeza.
Miré al lado de mi cama y mire un cuerpo tapado hasta la cabeza con las cobijas, sonreí pensando que era Alya. Destape a la chica que tenía al lado y me di cuenta que estaba equivocado, la mujer que estaba acostada en mi cama era pelinegra y morena.
No tenía aliento de hacer un escándalo o levantarla bruscamente así que me levanté yo y me metí al baño para darme una ducha e intentar calmar mi dolor de cabeza y cuerpo.
Mientras me duchaba me cuestione.
Si Alya no está aquí en mi habitación, ¿Dónde durmió?
Jure acabar al hombre que durmió con Alya, o si había sido una mujer estaría mucho más tranquilo.
(...)
Estaba listo, ropa puesta, creó que la mujer que dormía en mi habitación aún sigue allí, tampoco es de mi importancia, solo quería saber dónde estaba mi rubia.
Baje a la cocina, sabía que ella estaba allí para tomarse un café mañanero y como lo suponía ahí estaba ella, mirando por la ventana sin darse cuenta de mi llegada.
Me acerque lentamente a ella por detrás, la agarre por la cintura y bese su mejilla.
- ¿Cómo ama-..
La chica rápidamente me aparto de ella dejándome con las palabras en la boca.
- ¿Qué mierda te pasa?.⎯ Pregunté con un tono algo molesto esperando una respuesta por parte de ella, pero nunca apareció, en vez de eso, dejo su café completamente llenó sobre la mesa y salió de la cocina.
Creía entender que pasaba pero quería que ella me lo confirmara así que salí tras de ella y la tome de la muñeca con fuerza.
- ¿Estás así por la chica, no es así?
-...
- Responde alguna mierda.
- Eso no es de tu importancia.
- Eso es lo que crees muñeca, todo lo que tenga que ver contigo tiene toda mi atención sin importar que cosa sea, hasta lo más mínimo es de mi importancia.
La chica solo me miraba seriamente, nunca había visto esa mirada en ella, realmente me intimidaba por primera vez una mirada.
- Si no quieres hablarme, es tu problema, no tengo porque rogarte.⎯ Solté mi agarre intentando utilizar psicología a la inversa pero no me funcionó, apenas solté mi agarre ella se fue dejándome solo.
- De verdad la decepcionaste Tom.⎯ Dijo Didier apareciendo detrás de mi viendo como la chica se alejaba.
- Es por la chica que amaneció en mi cama, ¿No?
- Sí, es por eso.
Entendía ahora todo, estaba resentida por lo que hice la noche anterior, realmente no la culpaba, no sabía lo que se sentía porque nunca había amado tanto a una mujer para sentir ese tipo de traición. Además de que ninguna se atrevía a cambiarme por otro.
- ¿Qué puedo hacer para que me perdone?.⎯ Pregunté a él pelirrojo, nunca pensé en una situación así.
- No lo sé, no soy psicólogo.⎯ Respondió el chico con un tono también un poco enojado.
Pensé que era normal, yo había sido el que la cago.
- Dile a July que preparé una habitación en su hotel para parejas, dile que en vez de rosas coloque tulipanes, son los favoritos de Alya y que la necesito para hoy a las 8 PM.
- Enseguida.
Dijo Didier para perderlo de mi vista.
(...)
Narrador omnisciente
El tiempo había pasado y ya todo estaba listo en la habitación de aquel hotel, relamente todo estaba hermoso, ahora el problema era convencer a Alya para que lo acompañará.
- Alya, nos vamos.⎯ Dijo el de trenzas sin dar explicaciones.
La chica no dijo nada y simplemente lo siguió, no tenía más opciones, sabía que tenía que obedecer.
Después de varios minutos de viaje en auto llegaron a un lujoso hotel en la cuidad. La rubia no entendía nada así que se limito a preguntar y siguió al pelinegro que la llevaba a una habitación.
Un silencio incómodo había entre ambos antes de llegar a la habitación.
- Entra.⎯ Ordeno el de trenzas.
La chica confundida por todo lo que estaba pasando abrió la puerta, una habitación decorada con globos en forma de corazón rojos, pétalos de tulipanes en el piso y en la cama, luces amarillas muy tranquilas y una gran ventana que daba vista a toda las luces de la cuidad, era algo como solo se veía en las novelas.
- ¿Para qué todo esto?.⎯ Dijo la chica sin emoción alguna, parecía ver cómo algo normal ese detalle.
- Quiero que me perdones por lo que pasó ayer... No quiero que estés molesta... ¿Me perdonas?.. Prometo cambiar por ti.⎯ Dijo el de trenzas con un tono arrepentido tomando las manos de la chica.
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Hola bonit@s.#Dieciocho capítulo, el #Diecinueve capítulo estará mucho mejor.
¿Merece su perdón?
¿Pronto final?
★ Estoy pensando en sacarle el final pronto pero aún no lo sé, díganme que piensan ustedes, todos sus comentarios los tengo en cuenta.
No olviden de votar y dejar su comentario!.
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Wish or death?
Random•El corazón no miente y el deseo se nota... • Aún a pesar de todo lo que me hiciste hay una pregunta que me evade cada noche y me pregunto... ¿Por qué no puedo dejar de amarte? -Haré que me veas tanto, tus ojos que no podrás olvidarme, y te irás al...