Escenas fuertes y subidas de tono, (vocabulario obsceno)
Si no te gusta bien puedes esperar al siguiente capítulo——————————————
Alya BeamuntTenía que darle una respuesta, sí o no... Tenía razones para decirle que sí... Era el hombre por el que últimamente estaba muriendo, me encantaba, su piercing, sus trenzas, sus ojos, tu cuerpo, todo él... Pero también tenía mis razones para decirle que no, simplemente estaba jugando conmigo como se le venía en gana, se acostaba con cualquier tipa que se le pasaba por en frente.
Estaba confundida, está situación me estaba agobiando.
- No sé, no tengo razones para aceptarte pero si para rechazarte.⎯ Dije intentando sonar sería antes mis palabras aunque en el fondo si quería decirle que sí.
- Bien, entonces déjame darte razones para que me aceptes.⎯ Dijo el de trenzas tratando de convencerme.
No podía decirle que no, claramente quería que él cambiará y mucho más si lo hacía por mi como dijo antes.
- Bien, pero nada más tienes una semana, si no me logras convencer en ese lapso de tiempo me dejarás ir y podré seguir con mi vida normal.
El pelinegro acepto seguro de que él podía lograrlo, no se lo pondría fácil.
(...)
Narrador omnisciente
Esa noche el pelinegro no toco a la rubia, solo se dedicó a prestarle atención y demostrarle su interés en ella.
Ella fingía creerle pero claramente aún tenía dudas de todo lo que el dijo, ya no tenía la confianza de que cambiará. Y él, él no sabía si podía mantener su promesa de cambiar, pero lo intentaría.
Pasaban días y cada vez Tom le demostraba que de verdad cambiaría por ella, la llenaba de detalles pero sentía que algo faltaba.
Por otro lado Alya sentía que él por fin estaba cambiando, poco a poco empezó a creerle pero sentía no se sentía del todo segura.
Una noche mientras la rubia estaba en la habitación de su mayor, viendo todas las cosas que este me dió anteriormente, se preguntaba porqué siempre tenía que sufrir ella, que pasaría si por fin le daba paso a el pelinegro que le completaba los días. Suavemente escucho que alguien tocó la puerta.
Toc Toc.
Fue un golpe suave.
- Siga.⎯ Dijo la chica mientras seguía perdida en sus propios pensamientos.
La puerta se abrió y entro Didier y cerró la puerta detrás de él.
- Alya, necesito hablar contigo, ¿Puedes darme unos minutos?.⎯ Dijo el pelirrojo acercándose lentamente a ella.
La chica volteó a verle y solamente asintió en silencio. El hombre hizo un gran suspiro para agarrar un poco de valor.
- Bueno... Yo no sé si merezca lo que quiera decir... Pero, quiero que me des una oportunidad para ser tu chico.⎯ Dijo el pelirrojo tomando las manos de la chica en las suyas.
La rubia se quedó congelada, no pensaba que sería tan de repente. Los segundos pasaban y no había respuesta por parte de ninguno, ambos se miraban a los ojos, él esperaba un respuesta, así fuera negativa.
No hubo respuesta así que Didier decidió romper el silencio.
- Disculpa por lo que voy a hacer... Pero realmente desde que llegaste quise hacerlo.⎯ Dijo el pelirrojo y se acercó a ella para darle un beso en los labios.
Ella aún seguía en medio de un trance, así que no pudo moverse, él se acercaba con delicadeza a ella.
Antes de que hubiera respuesta la puerta se abrió de golpe, y ambos se separaron rápidamente para ver a Tom parado en la puerta con el ceño fruncido, claramente molesto porque uno de sus compañeros estuviera solo con la chica.
- ¿Qué hacían?.⎯ Dijo el pelinegro con un tono molesto acercándose a la chica, tomándola de la cintura mientras miraba a Didier con una mirada sombría.
Didier y Alya se miraron al mismo tiempo sin saber que responder, así pasaron varios segundos y ninguno respondió.
- Y bueno, Didier, ¿Qué hacías con mi mujer?.⎯ Pregunto el pelinegro con severidad.
El chico dirigió su mirada a Tom y respondió con un tono seguro.⎯ Simplemente estábamos hablando de algunas cosas.
- Como sea, no quiero verte en mi habitación y mucho menos estando solo con ella.
En pelirrojo asintió y salió de la habitación sin decir nada más. Tom apreto ligeramente el agarre en la cintura de la chica.
- Lo mismo te digo a ti, no quiero verte cerca de ningún otro hombre, espero te quede claro.
- ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo estar con otros chicos?
- Por que lo dije yo y eso es suficiente. Ahora ven conmigo, es hora de un pequeño momento privado juntos.⎯ Dijo Tom y comenzó a caminar tirando de ella suavemente hasta llevarla a la cama.
- ¿Justo ahora?..⎯ Respondió la rubia.
- Sí, ven ahora mismo.⎯ El pelinegro beso sus labios suavemente mientras le ayuda a quitarse la ropa.
Ella no sabía que hacer así que simplemente se dejó llevar aún estando abrumada por la confesión de Didier.
Tom, disfrutaba de la nueva sensación que le producías.⎯ Por fin.⎯ Dijo él mientras comenzaba a besarla con mayor pasión, empujándola hacia su cama mientras se sentaba encima de ella. El se desabotono la camisa y dejo al descubierto su abdomen marcado, Alya no pudo resistirse y le tocó suavemente con un pequeño sonrojo.
El pelinegro sonrió al ver su rostro sonrojado, sentándose más fuerte sobre ella mientras empezaba a besarle por todo el cuerpo con ternura y pasión, entrando en ella lentamente para prepararla.⎯ Eres mía... Todo lo que necesitas hacer es disfrutar de este momento Comenzaba a acariciarle suavemente los pezones con la boca después de entrar un poco dentro de la rubia haciendo que está se estremeciera.
Él sonrió con posesividad ante ella. Ella tenía algo que lo tenía loco.
Mientras entraba un poco más en ella, dijo.
- Entonces, ahora responde mi pregunta... La que te hice hace algunos días... ¿Quieres ser mi mujer?.⎯ Dijo el pelinegro con una voz ronca y la tomaba del cuello.
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Hola bonit@s.#Veinte capítulo, el #Veintiuno capítulo estará mucho mejor.
¿Qué dirá Alya a esa pregunta?
¿Tom por fin estaba mostrando un cambio pero va a seguir así si ella lo acepta?
★ Realmente lo siento, no tenía ni idea como continuar con el capítulo, no sabía ni un final de esto, simplemente salió y no fue de mi agrado pero ya me estaba presionando jajajaja.
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Wish or death?
Random•El corazón no miente y el deseo se nota... • Aún a pesar de todo lo que me hiciste hay una pregunta que me evade cada noche y me pregunto... ¿Por qué no puedo dejar de amarte? -Haré que me veas tanto, tus ojos que no podrás olvidarme, y te irás al...