Narrador omnisciente
Pasaron solo unos cuantos días y la pelinegra tenía mas acceso a la casa, salía y caminaba por todos lados.
Su plan era conocer cada rincon de la mansión y así buscar por donde huir.
Aunque a veces lo dudaba los últimos días él hombre de trenzas le traía detalles y la trataba bien pero también la maltrataba.
Estaba indecisa.
Ese día la pelinegra se encontraba en sus clases de Volley Ball, pero se sentía incómoda, sentía que alguien la miraba así que busco por todos y vio a Bill.
Este se acerco molesto hacía la chica.
- ¿Por qué mierda le diste el collar que yo te di a él maldito de Tom?.
- Bill... Por favor cálmate...
- ¿¡Qué me calme!?.⎯ Ríe en seco.⎯ No haz entendido que tu eres mía y que no pienso compartirte?...
El pelinegro se acercó a la chica quien lo miraba neutral.
- Yo no soy tu-.
Bill no la dejo terminar de hablar y la beso bruscamente sin saber que su hermano lo miraba desde atrás.
Quien solo rió burlonamente para el mismo y se alejo de la escena.
La pelinegra rápidamente alejo al chico con una bofetada.
Salió corriendo a la habitación de su mayor sintiendo las pisadas enojadas de Bill detrás de ella.
La chica tenía mejor físico que el chico gracias a su entrenamiento.
Llegó a la habitación y colocó seguro.
Escuchaba golpes fuertes en la puerta, ella solo temblaba.
Luego de unos minutos dejaron de escucharse los golpes.
Tom Kaulitz
Mire toda la escena y moría de risa al ver la desesperación de mi gemelo por mi chica.
Sentí que era suficiente cuando empezó a golpear mi puerta casi al punto de derribarla.
Me acerqué a él y toque su hombro.
- Lárgate a tu habitación.⎯ Ordene al pelinegro quién de mala gana le toco aceptar.
Entré a mi habitación gracias a mi llave y solo ví como la chica asomaba sus ojos por el borde de la cama.
Fue realmente adorable.
- Sal de ahí mocosa.⎯ Hable y cerré la puerta detrás de mi.
Cuando voltee a mirarla de nuevo sentí sus brazos rodeando mi abdomen, su corazón latiendo con rapidez, y unos pequeños sollozos.
Me estaba abrazando.
Acaricie su cabeza para calmarla.
Ella volteó a verme, pude ver lágrimas en sus mejillas que por primera vez no había ocasionado yo.
Las limpie con mi pulgar.
Tome su barbilla y subí un poco más su cabeza para verla mejor.
Sus labios completamente rojos, un rubor en sus mejillas y en la punta de su nariz.
La mire por unos segundos y la atrape en un beso.
Intente besarla con delicadeza para no lastimar la, pero cambie de parecer poco después y empecé a besarla con más rudeza.
Ella me seguía el ritmo.
Coloqué mis manos en su trasero y apreté este, luego iba a sus caderas y las apretaba de igual manera.
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Wish or death?
Acak•El corazón no miente y el deseo se nota... • Aún a pesar de todo lo que me hiciste hay una pregunta que me evade cada noche y me pregunto... ¿Por qué no puedo dejar de amarte? -Haré que me veas tanto, tus ojos que no podrás olvidarme, y te irás al...
