[Capítulo 11]

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El pelimorado soltó un ligero silbido al pasar a la gran casa, caminaba sobre un bello suelo blanco y a su alrededor largas paredes de un tono café rojizo. No estaba muy lejos de lo que imaginaba como un palacio.

El guardia cerró la puerta detrás suyo y mientras Leonard avanzaba un poco, pudo ver en un cuarto contiguo a la peliblanca sentada en un delgado sofá rojo.

– El rojo hace bastante contraste contigo. -Comentó Leonard mientras se acercaba.

–¿Tú crees? Creo que cualquier color hace bastante contraste conmigo. -Respondió Saira soltando una risa, podría notársele bastante feliz.

Su contraria le guio por un pasillo a un par de metros que daba a un gran comedor amueblado con diversos adornos alrededor de la gran mesa de centro color negro en contraste con el blanco piso. Ante los ojos del joven parecía un banquete lo que tenía enfrente, diversos platillos sobre la mesa y algunos incluso adornados, le parecía demasiado detalle.

–Siento que en cualquier momento comenzarán a sonar coros de lo magnifico que se ve.

–¿Debería de cancelar la música en vivo entonces? -Preguntó Saira con tono bromista.

–Si no conociese ese tono creería aterrorizado que es en serio. -Respondió Leonard mientras tomaba asiento al igual que la peliblanca.

Ya estando ambos acomodados sobre sus sillas uno en la silla siguiente al otro Leonard volteó a ver a Saira quien se encontraba comiendo un poco de la pasta que se había servido.

–¿Y por qué tanto misterio respecto a la sorpresa por cierto? -Preguntó el joven mientras mordía el trozo de filete en su tenedor.

–Porque es una sorpresa, si no tuviera misterio no sería sorpresa. -Respondió Saira con gran seguridad mientras sonreía.

Leonard se quedó callado unos segundos. –Su señoría no tengo nada que rebatir contra eso. -Contestó mientras reía.

Tocó por un momento la gema en su bolsillo para luego ver los ojos de Saira con detenimiento preguntándose cómo era en su totalidad antes de la pintura.

Una breve sonrisa se dibujó en su rostro, eran cosas que sólo podía imaginar ahora ya que no había vuelta atrás para lo que había hecho y... ¿Querría hacerlo incluso si pudiera?

Volvió a pinchar otro trozo de filete negando con la cabeza.

Tras eso, pasado un rato entre charlas y algunas risas y después de comer hasta saciarse, Saira se levantó de la mesa preguntándole a Leonard si estaba listo; cosa a la que el pelimorado asintió con rapidez.

–Bien, cierra tus ojos y sigue mi voz.

–¿Es en serio? -Preguntó el joven, sin embargo cerró los ojos al instante.

Alrededor suyo se podía escuchar "Frío" "Frío" "Tibio" "Frío" y después de unos minutos de caminar y escuchar más veces de las que le gustaría la palabra "Frío" topó con sus manos al frente algo que le parecía familiar; poroso, sin curvas, liso, un marco alrededor. "Ya puedes abrir los ojos" escuchó y eso hizo instantáneamente. Un poco desorientado por el cambio en las luces, pudo ver lo que tenía enfrente, era una pintura pero no cualquier pintura, era un retrato de él mismo. 

 

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2023 ⏰

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