Las horas posteriores al momento en el que el castillo de naipes fue soplado para derrumbarse en segundos, eran un agujero negro en la memoria del omega, quien mareado, despertaba en una habitación completamente blanca.
Se sentía un muerto en vida, pero no por el recorrido voraz del aire acondicionado perforando su delicado cuerpo, suspendido en una sencilla camilla, vestido con ropajes de algodón abrazando su dolor. Una lejana sensación de alivio, de un cuerpo recientemente ultrajado... Su alma se había marchado, recordando la sensación de traición por verse protagonista de una obra en donde él era el bufón. La corte real seguro se había quejado del dolor de estómago que les provocó su patética actuación.
Los sollozos escaparon de sus labios resecos, maltrechos y angustiados por la dura sensación de engaño; esa boca que tantas veces devoró en el secreto de la intimidad, la que le enseñó su propio paraíso, ahora le arrojaba al infierno, sin alas. Sus manos palparon su vientre, la gran curvatura había desaparecido y el miedo resquebrajó sus propios huesos, se olvidó del propio agobio de su cuerpo resentido, se apoyó en sus codos y se admiró la planicie de su figura.
La puerta de la pequeña habitación se abrió de par en par, Paxton entró regalándole la mirada más amarga que alguna vez había probado, Olive solo pudo pensar en que así se comportaba con los tipos que metían tras las rejas. Un criminal, así se percibía bajo las atenciones del hombre que una vez le amo, mas ahora parecía odiarlo.
— Mi bebé — dejó atrás el rastro del terror que le causaba su esposo, para enfrentarse a lo importante — Paxton, ¿dónde está mi bebé? —
— ¿Te importa? — Su tosca voz hizo al omega bajar la mirada, sus orbes chocolates se privaron de la vista por el cúmulo acuoso sobre sus ojos — ¿Te importaba cuando dejabas a ese infeliz meterse entre tus piernas? — cuestionó al sentarse en el pequeño sofá al lado de la ventana sellada tras un par de largas cortinas de tonos azulados.
— Es mi hija — arrugó la sábana bajo sus dedos, el único punto de apoyo en esos instantes donde se sentía solo, encerrado con una bestia, sin rejas de acero que pudiesen protegerle — Dime dónde está, te lo suplico —
En su abrumador silencio, Paxton se hundió en su propio mundo. Estaba asqueado por compartir cama con ese sucio omega portando su marca, quería arrancarle las lágrimas falsas de los ojos, se había burlado de su familia, ensució la imagen de la "madre de su bebé", su matrimonio estaba roto, pero sabía que Olive necesitaba la unión para seguir viviendo. Él fácilmente podría superar la depresión, pero el omega no. Él viviría una historia similar, con un final diferente.
— Es mi destinado — confesó el de cabellos azabaches, pasó el dorso de su mano para limpiar la mucosa que se escurría de sus fosas nasales y buscó desesperadamente la respuesta de su dolor en la mirada del alfa — Mikael Fitz es mi destinado, no pude evitarlo Paxton... — apretó sus labios, las palabras estaban quemando su garganta, cerrando su tráquea y enalteciendo sus hipidos.
— Debiste alejarte, decirme... — murmuró sin realmente tener atención de las excusas que pondría el omega por haberle sido infiel. No importaban, nada cambiaba lo que había hecho, se burló de él y su amor. Falló a los principios del matrimonio, Paxton jamás le iba a perdonar el haber errado de aquella horrorosa manera — Pero te quedaste callado, preferiste verme la cara de estúpido y me hiciste creer que solo era tu amigo —
— ¡Era mi amigo, hasta que tú me amenazaste! — gruñó antes de quejarse por el dolor perpetuo en su cuerpo, se recostó evitando miradas con su esposo, su aroma pestilente le estaba haciendo enfermar — Solo dime dónde está mi bebé, también es mi hija. Nuestro matrimonio no tiene nada que ver con ella —
El alfa encolerizó por los despropósitos de su esposo, quien se puso a la defensiva — ¿No tiene nada que ver? — Se levantó imponente del sillón para tomar del hombro al omega, obligándolo a mantener contacto visual con él — La arruinaste, arruinaste a nuestra pequeña Sabrina. ¿Crees que será feliz en una casa que has construido en base a tu engaño? —
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Toxicity
RomanceMikael es solo un mafioso que se enamoró... del omega marcado y en cinta de un agente de la Oficina de Narcóticos |Tҽɱáƚιƈαʂ| °Omegaverse °M-preg °BoysLove