o3.Pociones

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Draco Malfoy.

¿Como es que con tus labios hiciste arder toda mi cara?, porque no dejó de pensar en tu mirada, me tientas con cada palabra, eres como un ser pequeño y tierno por dentro, como un león, completamente diferente a lo que pensé y sinceramente no esperaba que fueras tan malo, simplemente mi ser interior no confía en ti, no tienes aquello que se necesita. ¿Estoy enamorada de ti?, No lo sé, pero espero no estarlo nunca, o tal vez ya lo estoy entonces esperaré no haberlo hecho nunca, aunque ahora ya sea tarde.

________ Stone.

Tomé aire, La siguiente clase era Pociones y no me apetecía ver mucho a ese maestro, era muy interesado y aunque me había llamado ya a una de sus pláticas con alumnos interesantes no había nada interesante en mí, pese a que Neville, Ginny y yo habíamos acompañado a Harry en el departamento de misterios, Oooh y Hermione, claro, hablando de los que había citado a la reunión.

—¿El qué se cree?, ni que fuera interesante pasarse el tiempo en su reunioncita—Dijo Ron celoso.

—Dan buena comida. —dije para molestar. Observe sus orejas, se ponían rojas.

—No le hagas caso Ron—Dijo Hermione en su defensa.

—No le hagas caso Ron—la remede. —Pues es la verdad, esta buena—me encogí de hombros mirando a Harry en busca de apoyo.

El sólo río.

—Pues si esta buena. —me miro cómplice.

—¿Lo ves? —reí.

Aún quedaba un buen tramo para llegar a la mazmorra de pociones.

—Draco a la vista—me susurro Hermione al oído.

Caminó sin prestar atención, me miro, me sonrió y se pasó de largo, no me gustaban mucho esas sonrisas, no sabía muy bien a que se debían.

—¿Lo viste? —le pregunto Ron a Harry.

—¿Ver qué? —Hermione y yo saltamos al mismo tiempo, las dos habíamos visto la sonrisa y si Ron sospechaba estaríamos muertas, él nos mataría a preguntas.

—Nos miró raro, pero cambió la expresión rápidamente—Ya no usa túnica—sonrió—Maldito Rebelde.

Tal vez Ron no lo había notado, pero Harry sí, me miraba con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados.

Decidí caminar sola desde ese punto, no quería interrogatorios ahora y menos de Harry.

[...]

Faltaban 10 minutos todavía y yo ya estaba fuera de la mazmorra.

No había llegado nadie y estaba sentada viendo los recuadros de la pared.

Me recargue en mis rodillas justo frente a la puerta que aún estaba cerrada. Intente pensar en algo divertido, una sensación de soledad con cosquillas invadió mi estómago, de la ventana entraba aire fresco que movía caudalosamente mi túnica y mi cabello. Siempre me había encantado esa sensación, estaba muy cómoda en mi soledad como siempre lo había estado.

Otra túnica de mi casa apareció justo frente a mí, se podían ver sus zapatos debajo de ella.

La ignore, se sentó a mi lado y como yo no hablaba decidió hacerlo ella.

—¿Cuánto tiempo? —me pregunto, yo sabía perfectamente a que venía esa pregunta.

—Dos semanas, un mes, no lo sé—mi mirada seguía perdida en la nada mientras me recargaba en mis rodillas.

—Vaya ________, lo sospeché, pero jamás te dije nada. Tú, no puedo creerlo. —recargo su cabeza en la madera de la puerta—como dije no es nada normal que una Gryffindor y un...

—Relájate Hermione. — la mire, seguía recargada en la puerta—No pasará nada, no lo voy a permitir.

—¿Y si tú también le gustas? —me miro.

—Él no tiene sentimientos ni corazón, no sería capaz de enamorarse de nadie, no se quiere ni a sí mismo, de eso estoy muy segura.

—Harry sospecha de él- ahora ella era la que miraba a la nada- dice que el escucho en el tren como Malfoy alardeaba de tener un trabajo importante y que no estaría aquí para el próximo año.

—Idiota—bufe—No me fío y yo también creo que tenga algo planeado Voldemort para él—Hermione puso los ojos en blanco—Piénsalo un poco, no para premiarlo si no para castigarle por la burla que su padre le ha hecho pasar.

La mirada de Hermione se posó en el pasillo, ya habían pasado más de 9 minutos y los alumnos comenzaban a llegar.

—Tú y Harry están locos si creen que quien-tu-sabes confiaría en un ser tan repugnante como Draco. — se molestó, se levantó enojada de ahí y se fue con Harry y Ron que recientemente habían llegado y saludaban a Ernie.

Pero no lo estábamos, yo no creía que lo estuviéramos.

El profesor abrió la puerta de la mazmorra y con una sonrisa nos invitó a pasar, saludo alegremente a Harry y a uno de Slytherin que no sabía quién era, me senté alado de Hermione quien me miraba aún algo enojada. Simplemente la ignore, por suerte no estaba sólo con ella, también estaban Harry, Ron y Ernie compartiendo la mesa.

En el centro había calderos con distintas pociones que hacían que la mazmorra despidiera un olor muy extraño y algo lindo, olía a libro viejo, aromas florales y menta, todo estaba muy satisfactorio, sentía como si fuera una droga necesaria, se sentía tan bien, note que Harry se sentía lo mismo que yo, ya que le regaló una sonrisa a Ron quien le devolvió una perezosa.

Todos estábamos bastante interesados en lo que contenían aquellos calderos.

—Muy bien, muy bien—Dijo Slughorn cuyo rostro se miraba apenas por detrás del humo—saquen las balanzas y el material de pociones, y no olviden los ejemplares de elaboración de pociones avanzadas.

Por suerte Ron y Harry habían adquirido ya unos libros viejos de los que habían dejado en la mazmorra.

—Señor...—Harry levantó la mano.

—¿Que pasa Harry?

—Ron y yo tenemos el libro, pero no tenemos balanza ni nada, verá, no sabíamos que podíamos cursar la materia sin un Éxtasis de pociones...

—Ah sí, ya me ha comentado Mcgonagall, no te preocupes amigo mío, no pasa nada, aquí hay material de sobra que podrán utilizar por hoy y estoy seguro de que hay alguna balanza por ahí, después podrán conseguir...

Slughorn se acercó a un armario viejo y de dentro sacó unas balanzas con un mal aspecto y se las entregó a Harry y a Ron quienes las miraban con mala cara.

Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora