Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.

38.La señora Weasley.

Draco Malfoy.

La equivocación lleva a los límites, mis límites aún no son sobrepasados, pero no porque tu no hallas llegado hasta ellos, si no porque yo me limitó a atrazarlos cada vez más.
Aún te quiero Malfoy.
Aún me lastimas.

________ Stone.

Las ventanas del tren estaban empañadas, Comenze a escribir en ellas mi nombre o a hacer dibujos, "Draco" pensé, pero mi dedo ya estaba muy entumido a causa de lo fría que estaba como para entumirlo más.

A mi lado estaba Hermione leyendo un libro y frente a mi Ron y Harry, Ron engullia comida que recientemente había comprado del carrito, Harry sólo me miraba con lástima.

Le sonreí recibiendo lo mismo como respuesta, el asintió y siguió mirando su libro.

De nuevo fije la vista en la ventana, el frío de diciembre albergaba afuera, el paisaje era hermoso, blanco a causa de la nieve. Fría.

El sonido de alguien golpeando la puerta del compartimiento llamo mi atención.

Lavender estaba haciéndolo, mire a Ron quien sostenía el rostro con miedo en su cara, Hermione seguía leyendo su libro aunque estaba segura de miraba todo de reojo.

Lavender intento correr la puerta, pero yo fui más rápida y por dentro evite que lo hiciera poniéndole el seguro.

Ella me miro mal, para luego llenar de aliento el vidrio y escribir un corazón con las iniciales "L & R" y después irse.

-Lava y Recicla.- dije vagamente bromeando.

-Gracias por eso- me dijo Ron relajando el semblante.

Sólo le sonreí.

El tren fue cada vez más lento, significaba que ya íbamos llegando a la estación. Hermione y Harry guardaron sus libros, mientras que Ron guardaba todos los dulces que le habían sobrado.

-Toma- me dio una rana de chocolate.

-¿Ya no te cabe?- le pregunté.

El sonrió y negó.

La acepte, al correr la puerta vi a Zabini y a Draco sacando sus baules del compartimiento.

Draco iba más cansado y ojeroso que nunca, Zabini le ayudaba a sacar su baúl, Malfoy parecia muy débil.

-¡Zabini!- lo llame cuando Draco había entrado de nuevo al compartimiento.

-Oh, ¡Hola!- dijo mirando hacia atrás en donde Draco se encontraba ahora.- ¡Que sorpresa!- me hablo serio, su mirada se volvió a posar en mi.

Draco permanecía en silencio en su lugar, clavando la mirada en mi y poniéndome nerviosa, no lo había visto después de eso y el no me había buscado. Ahora simplemente pensaba mirarme así y pretender que yo lo voltearia a ver.

-Quería pedirte una disculpa- le dije tratando de no voltear a ver a Draco.

-¿Disculpa?- bajo el baúl que llevaba entre las manos depositandolo en el suelo.

-Si, disculpa, por haberme ido de la fiesta- hice una mueca- fue por una estupidez.

Zabini me miro extrañado, luego vio de reojo a Draco quien paso por nuestro lado.

-Me llevare esto- dijo seco cargando con fuerza aquel baúl.

Paso a mi lado rosando su hombro con el mío, su loción invadió mis fosas haciéndome volver a vivir un momento. después volvió por el otro baúl que se encontraba dentro.

-Yo tomó eso- le dijo Zabini quitándole su baúl de las manos.- me tengo que ir _______.

-Adios- bese su mejilla.

Zabini salió de ahí dejándonos a Draco y a mi solos. La mayoría de la gente ya había bajado.

Me giré con el propósito de irme, tome mi baúl y comencé a minar.

-_________- jalo mi brazo.

Pero esta vez ya no lo hacía con tanta fuerza.

-Déjame Draco- dije para finalizar aquella plática tan incómoda que podría comenzar.

El me soltó, o mejor dicho yo lo hice, su fuerza había desaparecido, salí de ahí con algunas lágrimas rondando mis mejillas.

-¡________!- me gritó Hermione.

Limpie rápidamente todo rastro de ellas de mi cara.

-¡Hola!.

-No quiero dejarte- me dijo casi llorando- pero esta Navidad no podré ir a la madriguera.- hizo una mueca- ya sabes.

-intente sonreir-lo sé, espero me escribas.

-¡Claro que lo haré!- me abrazo- te quiero mucho, recuerda cuidarte muy bien y no salir.

Asenti.

-¡Féliz Navidad!

-¡Feliz Navidad ______!- levantó de nuevo su baúl y salió corriendo en dirección hacia sus padres, quienes me dedicaron un saludo antes de desaparecer entre la gente.

Seguí buscando a Harry entre tanta gente.

-¡Vamos!- me hablo por atrás, gire sobresaltada.- Déjame llevar eso, la señora weasley nos espera.

Tomó mi baúl y Comenze a caminar a su lado.

Harry sonreia, parecía muy feliz, nos acercamos a una familia llena de pelirrojos, ahí estaban Ginny, Ron y una señora algo grande y regordeta igual de pelirroja que todos ellos. Detrás de ella estaban aquellos dos, George y Fred, quienes parecían jugar algún juego de manos sin percatarse de mi llegada.

-¡Harry!- gritó llegando muy rápido a donde nosotros estabamos- me da mucho gusto verte, mira que guapo estas.

Sonreí esperando a que me notara.

En ella hasta de lejos se notaba que era lo que todos decían, una mujer encantadora.

Dejó de apretar las mejillas de Harry, para después posar su encantadora y maternal mirada en mi.

-¿________?- preguntó no muy segura. Asenti, ella se abalanzó a mi sonriendo.-Eres igual a Lily- dijo melancolicamente mientras acariciaba mis mejillas- oh por Dios eres igual a tu madre- me atrajo hacia ella en un abrazo y comenzó a llorar.

No sabía que hacer, mire a Harry entre los brazos de la señora weasley, el sólo se encogió de hombros y se fue junto a Ron y Ginny quienes trataban de ocultar una risa a causa de la situación.

-Ya, Ya, mamá - se hacerco Ginny tomandola del hombro- Déjala respirar.

Y de verdad estaba por acabarse mi oxígeno.

-Lo siento, lo siento- se disculpó linerandome por fin- Es la emoción querida- sonrió mientras limpiaba a aquellas lágrimas.

-No se disculpe por nada- sonreí.

-¡Ay por Merlín tan encantadora como ella!- Y de nuevo a llorar con otro abrazo.

[...]

En el auto apenas y cambiamos, éramos muchos, y sin mencionar que había almenos dos aurores siguiendonos, atrás, habían estado en la estación, pero no los había notado hasta que abordamos el auto del Ministerio.

En este íbamos así: Un auror y la señora Weasley al frente.
Fred, yo, George, Ginny, Harry y Ron, este había sido hechizado para que cupieramos todos atras.
Fred y George no me habían hablado en todo el camino, pero me miraban muy sospechosos, si yo ya iba triste, esto me ponía peor.