Todo se tornó negro, aún podía pecibir los sonidos a mi alrededor pero me era imposible ver algo más allá que el, Draco.
Estaba ahí, como si nada y todo lo que fuera a suceder a continuación estuviera en sus manos, nuestras miradas se conectaron y sabía perfectamente que tanto yo como el estábamos sin respiración.
Parecía una conexión, sabía que al final el estaría del lado equivocado, pero también sabía que no era su decisión, era impresionante como a estas alturas aún podía confiar en el, pero sin evitarlo y sintiéndome peor que antes, sentí aquella sensación ya conocida dentro de mi, decepción.
Abrió la boca para decir algo después de mirarme, pero parecía arrepentirse y la volvió a cerrar para volver la vista a Dumbledore.
-¡Ahora Draco, rápido!- dijo un hombre con la cara brutal con ira.
Pero la mano de Malfoy temblaba duramente y apenas podía apuntar.
-¡Yo lo haré¡- gruñó Greyback, moviéndose hacia Dumbledore, y lanzándome hacia el suelo extendiendo sus manos y los dientes listos.
-¡He dicho que no!- gritó el hombre de cara brutal; hubo un destello de luz y el hombre lobo fue empujado del camino;
él golpeó los terraplenes y se tambaleó, mirando furioso.El corazón me martillaba con tal fuerza que parecía
imposible que nadie pudiera oírlo, Draco seguía sin mirarme, seguía en el suelo sin poder moverme, lo miraba, no se veía como siempre, ahora tenía más miedo y estaba más sólo que nunca, Greyback parecía haberse olvidado de mi.-Draco hazlo o párate a un lado de nosotros- gritó una mujer, pero en aquel momento la puerta explosionó de
terraplenes abierta de un golpe y allí parado estaba Snape, su varita mágica agarrada en una mano con sus ojos
barriendo la escena, Dumbledore caído contra la pared, los cuatro Mortifagos, incluyendo el enfurecido hombre lobo, yo en el suelo y Malfoy.
-Tenemos un problema Snape-, dijo Amycus grumoso cuyos ojos y varita mágica estaban fijos igualmente enDumbledore, -el muchacho no parece capaz...-
Pero alguien más había mencionado el nombre de Snape, muy suavemente.
-Severus....-El sonido de su voz parecía quebrada, estaba implorando más que nada y por su mirada sabía que el ya se esperaba esto.
Por primera vez Dumbledore
suplicaba.
Snape no dijo nada, pero anduvo hacia adelante y empujó rudamente a Malfoy quitándolo del camino. Los tres
Mortifagos retrocedieron sin decir palabra. Incluso el hombre lobo pareció intimidado.
Snape miró fijamente durante un momento a Dumbledore y hubo repulsión y odio grabado en las líneas ásperas de su cara.Odio fingido pensaba yo, aunque estaba segura de algo.
-Severus, por favor...-
Snape levantó su varita mágica y la señaló directamente en Dumbledore, y con el corazón roto y la misma frialdad de siempre lo dijo.
-¡Avada Kedrava!-
Un chorro de luz verde partió del final de la varita mágica de Snape y golpeó a Dumbledore directamente en el pecho.Grite como nunca lo había echo, pero parecía que nadie me había escuchado, las lágrimas comenzaban a correr y la escena parecía ir en cámara lenta mientras miraba como Dumbledore caía por la Torre, Draco me miro, lo mire también, sabía que el no tenía la culpa, pero en sus ojos había arrepentimiento.
-Fuera de aquí, rápido y tomen a la chica-dijo Snape.
Sujetó a Malfoy por el borde del cuello y lo forzó a bajar delante de todos; Greyback y los demás mortifagos lo siguieron, los últimos dos con la respiración cortada por la emoción. Cuando desaparecieron a través de la
puerta parecían haberme olvidado, mi respiración estaba más que cortada, pero la mía no era por emoción, sentía mis manos hormiguear y por primera vez podía moverlas, parecía haber pasado todo tan rápido, intente levantarme, pero no podía, las piernas aún me flaqueaban, la puerta se volvió a abrir y entró el Blaise, llevaba la túnica puesta y la luz de la noche hacia a sus facciones más fuertes, también tenía miedo.-¡Vamos!, tenemos que irnos-dijo asustado, tomo de mis manos y sin permiso alguno me levantó del suelo.- Debo salvarte y sacarte de aquí.
Entonces entendí, comencé a caminar detrás de el sin emitir alguna palabra.
-¡SUELTALA!- Harry apareció detrás de nosotros.
-No empieces potter, la estoy salvando.
-Te eh dicho que la dejes.- parecía enojado, pero en su voz había tristeza y la forma en la que se paraba mostraba debilidad.
Me solté de Blaise para correr hacia el, lo abrace con tanta fuerza que las lágrimas que pensé que ya no saldrían ahora corrían de mis mejillas a su hombro, me separe un poco para poder ver su mirada, Harry estaba llorando al igual que yo.
-Harry, Harry, mirame- le exigi- voy a estar bien, ¿Si?.
El asintió, tomo mi cabeza y beso mi frente, luego salió corriendo a la dirección contraria, justo en donde habían ido los mortifagos.
Quise correr detrás de el, pero alguien ya había tomado mi mano.
Blaise jalo de mi hasta su sala común y sin decir nada deje que me guiará.
-Ahora ponte esto- me dijo mientras me entregaba una túnica de su casa- Espero no te moleste pero es de Pansy, se la robe mientras dormia- se encogió de hombros-, sólo quiero que la uses mientras pasas por la sala, ¿Esta bien?.
Asenti, aún me sentía estúpida e idiota, me la puse sin rechistar y deje que tomará mi mano de nuevo, pasando por el retrato la sala estaba vacía, caminamos a su habitación, también vacía.
-Nos quedaremos aquí hasta que todo se calme.
Pero no podía quedarme ahí, no ahora que todos peleaban afuera, no podía estar a salvo mientras los demás estaban en peligro de muerte, no podía siquiera pensar en que no había echo nada para ayudar a Dumbledore, había sido tan inútil, tan inservible, tan yo.
No podía creer todo lo que había sucedido hace algunos momentos, yo habría podido ayudar en algo, pero ya no servía de nada lamentarse, porque ahora lo más horrible había pasado, no podía ser posible y aunque lo hubiera visto con mis propios ojos, seguía sin creerlo.
Dumbledore no podía haber muerto...
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Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.
FanfictionLa confianza que depositó ella en el fue la firma perfecta para el contrato de la mala vida. La novela es completamente mía, no copies, si la quieres adaptar Avísame. ¡Gracias!