Obligada. (Draco Malfoy) [Libro#1] °En Edición°.

49.Cambio.

¿Stone o Malfoy?
Cuando juegas con fuego, te quemas...

Las cosas se habían puesto cada vez más difíciles. El armario estaba cada vez mejor, o eso creía el, tomo una manzana y la metió en el, Cerro la puerta y recitó las palabras que tenía que decir en apenas un susurro, luego lo volvió a abrir, la manzana aún se encontraba ahi. No funcionaba.

Frustrado pateo la puerta del armario haciéndolo vibrar a causa del golpe, salió de ahí más enojado que antes, eso era demasiado difícil, y se estaba tornando más que antes, pero esa no era su prioridad, tenía otros asuntos más importantes.

Llegó a su habitación, miro el reloj, este le indicaba que ya era hora de ir a clase, se había levantado temprano por la mañana sólo para ver si el armario funcionaba por fin, cosa que no sucedió, siguió con lo que hacia, tenía pociones y quería verla, pero estaba tan frustrado que podría tirar cualquier cosa que tuviera al frente.

Abrió su baúl supervisando si ahí estaba algo y efectivamente lo estaba, aquella botella que utilizaría pronto, sonrió, tal vez por fin se podría librar de el y así tendría una parte del plan terminada, de nuevo miro el reloj, no le quedaba mucho tiempo, tenía que ir ya a clase, se levantó del suelo, acomodo su traje y siguió su camino, los pasillos vacíos y su mirada vagante, no lo relajaban, siguió caminando, cada vez más frío, cada vez más distante.

La mazmorra ya estaba llena de alumnos, Slughorn habían dado una explicación y Draco no había entendido nada, en cuanto los habían puesto a trabajar hacia lo que podía echando de vez en cuando un ojo a la poción de Blaise, quien dejaba que le copiara.

-¡Draco, Draco, Tranquilo!- Blaise le quitó las manos del caldero cuando Draco vatia con fuerza.

Resoplo tratando de tranquilizarse.

-Si... yo- la miro, ________ podía estar igual o peor que el, tenía las mejillas rojas, el cabello despeinado, la mirada perdida, la cara gris a causa del humo y batía y batía su caldero mirando a Hermione de soslayo a veces.

Volvió la vista a su caldero, la poción no le podía salir más asquerosa, fruncio el seño, siempre había sido bueno en pociones, y ahora parecía un niño de primer año.

-Creo que ella esta peor- Zabini la miraba con una mueca dibujada en su boca, para después sonreír-Realmente creo que no le esta llenado bien- río.

La ira de Draco se había desatado, aún no podía asimilar que Blaise no sintiera nada por ella.

Siguió batiendo y batiendo su poción, ya sin agregar algún ingrediente y sin pronunciar algún hechizo.

-¡Amigo, calmate!.

Draco no contestó, seguía molesto, pero no le decía nada. Porque sabía que sus sospechas eran mentiras.

-Acabo el tiempo- anunció Slughorn.- veamos, que tienes para mi Blaise- se acercó a la mesa en la que ellos se encontraban.

Draco seguía batiendo. Blaise sonrió, después el profesor se acercó a la mesa de Harry, este le mostró una piedra que según el profesor habían servido mejor que cualquier poción.

El caldero a causa de tanto movimiento comenzó a burbugear lanzando aquella asquerosa mezcla al traje de Draco, no era mucha la mancha, pero potter lo había notado, La molestia había subido de nivel, Draco se ponía rojo de dicho sentimiento, las cosas ya no le salían bien, miro a _______, cruzando la mirada por una milesima de segundo, después ella la desvío. Volviendo a su caldero.

La campana sonó anunciando el comienzo de la siguiente clase y antes de que Blaise pudiera pronunciar una palabra, Draco salía molesto de ahí hacia el baño, resoplando y maldiciendo, de nuevo esas potentes ganas de llorar lo invadian.

-¡Volviste!- exclamo Myrtle cuando lo vio entrar.

-Ahora no Myrtle.

Se quito el saco, después el chaleco para deshacerse por fin de su camisa, dejando al aire libre aquel torso muy bien cuidado, cada uno de ellos estaba manchado de algo que parecía moco de gato.

-¡Draco, tapate!- floto hasta la orilla del lavamanos.

El la ignoro, posó su ropa en el suelo para poder limpiarla con algún hechizo, después de haberlo hecho, tomo de nuevo su camisa y se la puso, haciendo lo mismo con las otras cosas.

-Listo-murmuró.

-Vaya, me gustabas más sin ropa- sonrió.

Draco no lo hizo, la miro pero no con aquella despreciable mirada que siempre solía hacerle a la gente para mostrar su seriedad.

-Lástima que no me.vuelvas a ver asi- se encogió de hombros.

Myrtle volvió a sonreír y jugueteando con los pies que apenas y tocaban el suelo le dijo.

-si, es una pena...

El humor de Draco parecía haberse relajado con aquella distracción.

-Me tengo que ir...

Salió de aquel lugar, dejándola sin decir siquiera una palabra, no tomaría la siguiente clase, tenía algo que hacer.

Los siguientes días fueron más horribles, ella parecía ignorar por completo su presencia y Draco no hacia nada por arreglarlo.

"El sólo mirarla no hará que vuelva corriendo hacia ti, has algo"

Le había dicho Blaise, pero Draco no podía hacer nada, no si tenía más problemas en la cabeza... abrió de nuevo su baúl sacando aquella botella intacta y sellada nuevamente por el, ya eran más de las doce, la miro de cerca, admirando su apariencia, tal ve. Podría hacerlo, pero le hacía sentir cobarde el tener que matarlo en contra de su voluntad, camino a paso firme por los pasillos, esperando no encontrarse con Filch, hasta llegar a la oficina de Slughorn, se sorprendió un poco al verlo dormir tan plácidamente sentado con las manos y la cabeza reposadas en el escritorio, siguió caminando sigilosamente mientras abría la parte en la que el maestro guardaba sus botellas de vino, de acercó a la que estaba sola, en la esquina separada de las demás, la tomó y la cambio por la que llevaba en las manos, esa botella era para Dumbledore, lo sabía porque había estado escuchando al profesor decírselo a alguien en el salón mientras el preparaba la poción.

Slughorn, dio un leve respingo haciéndolo saltar del nerviosismo y susurró.

-Harry...orrocrux...Tom.

La última palabra le erizaba la piel... Tom, sabía perfectamente de que Tom se trataba. ¿pero porque Slughorn deliraba con el?...Trató de tranquilizarse y salió de ahí con la botella libre de veneno y gemela de la otra en las manos, cuando lo hizo por fin pudo respirar bien, siguió a su sala común, para después llegar a su cuarto Guardar dicha botella y acostarse, al otro día sería su primera clase de aparición y tal vez su plan funcionaria por fin.