Por Última Vez

Capítulo 1

13 de septiembre de 2017

Creo que no existe nadie a quien no le guste viajar, nadie excepto yo.

Aunque suene algo extraño, detesto las vacaciones y no porque no me guste descansar de la carrera, sino porque detesto tener que ir con mis padres a sus viajes de negocios.

El señor y la señora Lascuráin, los dueños de una de las empresas de cosméticos más reconocidas de Miami, yo los llamo papá y mamá, mi madre es originaria de Puerto Rico y mi padre de México, se conocieron en unas vacaciones en donde coincidieron en Cancún, México.

Mi madre se mudó a México por mi padre y tras 4 años de relación se casaron, al año de casados nací yo. Y aunque nací en México a los 5 años me mudé a Miami gracias al trabajo de mi padre. Cuando cumplí 10 mi padre ya era una de las personas más ricas de U.S.A.

Y hoy 10 años después, son los más ricos de Miami, aunque yo aún no me acostumbro

...

Mis padres me han dicho que visitaremos a la familia de mamá, la cual solo he visto un par de veces. Pero yo ya se la verdad, me dejarán con mi abuela y ellos se irán a negociar con distribuidoras de Puerto Rico.

Mi abuela es la típica mujer tradicional, aunque realmente es una excelente persona, las pocas veces que nos ha visitado en Miami han Sido increíbles, como mis padres nunca me prestan atención ella suele darme permiso de ir a donde quiera, incluso me deja manejar el auto de mis padres.

A pesar de que estoy a solo meses de volverme legal, mis padres piensan que debo cumplir 25 para tener mi propio auto o mínimo graduarme de la universidad.

Llevaba un año de carrera y ya había cambiado 5 veces de facultad, lo que a mis padres no les causaba gracia alguna ya que cada que yo ingresaba a una nueva facultad, ellos debían pagar un monto muy grande y aunque podían darse ese lujo, ellos preferían usar ese dinero para ayudar a alguien más.

Gracias a que soy hija única desde que mis padres han conseguido tanto poder económico han dado grandes donaciones a orfanatos, hospitales y asociaciones privadas con un fin solidario.

Estábamos a nada de aterrizar y yo a nada de terminar de leer el libro que lleve al viaje y desafortunadamente ese era el único que empaque, por lo cual tendría que comprar algún libro ya estando en San Juan.

...

30 minutos después de llegar al aeropuerto mis padres rentaron un auto y fuimos a casa de mi abuela.

Al llegar la saludé y mis padres me pidieron que me quedara con ella, que "saldrían a buscar algo"

En cuanto se fueron mis padres, mi abuela me dio las llaves de su auto y me dijo que saliera a conocer un poco, ya que ella debía ir a una reunión con sus amigas.

Mi abuela no era muy grande, era tan solo 20 años mayor que mamá, ya que ella la tuvo algo joven, quizá por eso me agradaba estar con ella, era un poco más comprensible que mi madre y además sabía muy bien divertirse, aunque nunca olvidaba celebrar las fechas importantes, nunca olvidaba un cumpleaños o un día patrio.

...

Me dirigí a una de las plazas comerciales más grandes de San Juan, y mi primer objetivo era una librería, después iría a comprar algo de ropa y probablemente algo de comida.

Tras casi 1 hora de buscar un libro que me llamara la atención, encontré uno cuya trama se escuchaba interesante "ANGELFALL" al parecer la historia trataba sobre un fin del mundo provocado por los Ángeles.

Yo realmente nunca he sido muy apegada a la iglesia, principalmente por las diferencias religiosas entre mis padres ya que mi papá desde pequeño a profesado el catolicismo y mi madre es cristiana y no, no es un pecado casarte con alguien de otra religión. A mí se me ha complicado decir en cuál de las dos me siento más cómoda, por lo cual nunca he ido a una iglesia o reunión, normalmente mi madre va por su parte y mi padre por la suya, mientras yo me quedo en casa a ver televisión.

Hace un año por primera vez puse una iglesia católica, ya que realizaron ahí la misa de cuerpo presente de mi abuelo paterno, con él yo tenía mucha comunicación y él fue la persona que me enseñó todo lo que se de religión, y a pesar de nunca asistir a una iglesia, sabía muy bien lo que ocurría y de lo que se hablaba. Incluso, él trató de volverme católica pero mi madre le dijo que esa sería mi elección.

Después de su muerte dude si realmente existía un Dios, ya que no entendía como una persona tan tranquila, tan religiosa, tan respetuosa y correcta, pudo morir en un accidente de auto, siendo él, el único herido.

Quizá elegí este libro pensando en mi abuelo, pensando que quizá me daría las respuestas que buscaba, que quizá me ayudaría a definir mis creencias. Aunque estaba completamente segura de que este libro estaría más del lado del cristianismo, ya que es una novela estadounidense.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me percate que había alguien más interesado en el libro que tenía entre mis manos.

Xx- Ángeles caídos, vaya debe gustarte mucho el drama- dijo un chico un poco más alto que yo, con una tez blanca y unos lindos ojos marrones.

Reb- ¿Ya lo has leído? - pregunté volteando a ver al chico que parecía intentar memorizar cada detalle de mi rostro

Xx- Si y solo puedo decirte que te va a encantar- dijo mientras tomaba otro ejemplar del mismo libro- claro, si te gusta el misterio y el romance, vas a desear leer la trilogía completa- dijo tomando dos libros del estante inferior.

Reb- "El mundo del mañana" "El fin de los tiempos" la verdad si tienen nombres dramáticos- dije mientras tomaba los libros- gracias por la sugerencia.

Xx- De nada, por cierto, me llamó Jan- dijo extendiendo su mano frente a mí.

Reb- Mucho gustó, yo soy Reb Lascuráin.

Jan- Bueno, pues espero poder volver a verte Reb, debo irme.

Ese momento fue uno de los más extraños de mi vida, pero ese chico era muy lindo y me había salvado de elegir un libro equivocado.

Compré la trilogía de Susan Ee y me dirigí a una tienda de ropa.

Realmente había cosas muy lindas y no podía dejar de comprar más y más cosas, viaje de tienda en tienda sin faltar a ninguna, incluso me compré algunos videojuegos que no necesitaría ya que no tenía consola y no sabía cómo jugar.

Tras 3 horas de compras compulsivas, subí al auto y decidí ir a casa.

Durante el viaje no podía dejar de pensar en que a mis padres no les haría gracia que haya gastado tanto dinero en todo esto. Pero ya estaba hecho y no había marcha atrás

*Nos leemos pronto*

Atte: Rebel Cbs