Capítulo 10

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Me encontraba caminando por la playa, pidiendo con todas mis fuerzas no encontrar a Jan aquí, realmente no sabría qué hacer si lo veía aquí, estaba realmente confundida.

Caminé hasta la orilla y me senté en la arena, realmente me encantaba ver cómo la luna se postraba sobre el mar y aunque aquella escena me recordaba lo que Jan me había dicho, yo estaba fascinada por la teoría que el boricua había creado.

>No te parece hermoso, como la luna puede tener ese efecto sobre el mar, atrayéndolo hacía ella. Y como el intenta alcanzarla aun sabiendo que es imposible.

Reb- El hombre llama imposible, a lo que aún no sucede.

Jan- ¿Sabes que es aún más hermoso? que ese mismo efecto lo provocas tú en mí<

Jan tenía razón, era impresionante como todas las noches el mar intentaba alcanzar a la luna, eso me hacía recordar una canción que mi papá cantaba cuando viajábamos en coche.

>Él es como el mar

Ella es como la luna

Y en las noches de luna llena

Hacen el amor

En la inmensidad los dos

Unieron sus almas para darle vida

A esta triste canción de amor

A esta triste canción de amor

Él es como un dios

Ella es como una virgen

Y los dioses les enseñaron a pecar

Y en la eternidad los dos

Unieron sus almas para darle vida

A esta triste canción de amor<

Me encantaba esa canción, en especial porque me hacía recordar una vieja leyenda mexicana que mi abuelo me contaba cuando yo era pequeña.

>Iztaccíhuatl era una joven princesa la cual estaba enamorada de Popocatépetl, un joven y talentoso guerrero.

Los dos jóvenes habían decidido casarse y ya habían iniciado los preparativos para su boda, el emperador y padre de Iztaccíhuatl, estaba de acuerdo con esta boda por lo que había aumentado la alegría de su hija.

Unos días antes de la boda de los dos jóvenes, una de las ciudades del imperio fue atacado por los enemigos del emperador, cuando él se enteró mando a Popocatépetl junto a su ejército para defenderse de sus enemigos.

Unos días después un guerrero que estaba enamorado de Iztaccíhuatl, acudió con el emperador y le dijo que Popocatépetl había muerto, la princesa al escuchar esto corrió a su cuarto y ya no quiso volver a salir, al día siguiente los sirvientes la encontraron tirada en el piso. Ese mismo día Popocatépetl regreso victorioso de la guerra, pero su alegría fue corta, ya que rápidamente se enteró de lo sucedido con su prometida.

Popocatépetl decidió llevarse el cuerpo de su amada a lo más alto de la montaña, ahí decidió velarla. Los dioses al darse cuenta del gran amor de los dos, decidieron unirlos para siempre, convirtiéndolos en volcanes. <

Me fascinaba esa historia, una vieja leyenda que pretendía demostrar que el amor verdadero si existe y que puede aparecer cuando menos lo esperamos y desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

...

Estaba perdida en mis pensamientos cuando sentí que alguien comenzaba a acercarse.

Volteé por instinto y ahí me encontré a Zab, el chico que me había encontrado aquí mismo mientras pretendía huir de Jan.

Reb-Hola.

Zab- Hola, ¿Qué haces tan tarde aquí?

Reb- Lo mismo podría preguntarte- dije viendo como el chico se acercaba para sentarse a mi lado.

Zab- Solo intentó huir.

*Nos leemos pronto*

Atte: Rebel Cbs

Por Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora