Capítulo 6

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*Sueño*

Nunca había notado lo bello de su mirada, la belleza de aquellos ojos que habían conseguido volverme loca y que ahora no dejaban de verme.

Estaba sentada en el regazo de Jan, mientras veíamos como se ocultaba el sol.

Si algo se había convertido en una de mis cosas favoritas desde que llegué a Puerto Rico era estar en esa playa al lado de Jan.

Jan me abrazaba por la cintura mientras al oído tarareaba una melodía que yo no reconocía.

Reb- Me encanta cuando cantas- dije besando suavemente su mano.

Jan- A mí me encanta cantarte a ti.

Volteé a ver a Jan y besé lentamente sus labios.

*Fin del Sueño*

...

Narra Jan

Reb y yo terminamos de comer y nos sentamos en la sala.

A los pocos minutos Reb quedó dormida sobre mi regazo.

Se veía tan tierna, comencé a delinear su rostro con las yemas de mis dedos y a apreciar cada uno de sus rasgos físicos.

Lo que más me llamaba la atención era la perfecta sonrisa que tenía dibujada en su rostro, una sonrisa que me invitaba a unir nuestros labios.

No pude resistir el volver a besarla y le di un pequeño beso.

Lentamente su sonrisa se hizo más grande y comenzó a abrir los ojos.

Jan- Buenos días- dije sonriendo aún sobre su rostro.

Reb- Buenos días- me devolvió la sonrisa y unió nuevamente nuestros labios.

Jan- Perdona que te allá despertado.

Reb- No te perdonaré- dijo haciendo un pequeño puchero.

Jan- ¿Ah no? ¿Por qué?

Reb- Estaba soñando algo lindísimo.

Jan- Así- dije algo curioso- ¿Qué soñabas?

Reb- Te parecerá raro, pero estaba soñando contigo- mi rostro tomo un color carmesí y ella cubrió el suyo con uno de los cojines que había en el mueble.

Jan- Pues no necesitas soñarme- dije quitando el cojín de su rostro- aquí me tienes.

...

Eran las 10 de la noche y Reb y yo decidimos salir a la playa antes de que yo me fuera a mi casa.

A pesar de que era muy tarde logramos encontrar a alguien que nos sacará una foto.

No sé bien porque, pero deseaba tener una foto con esa chica.

Después de 1 hora de platicar sentados a la orilla de la playa, acompañe a Reb a su casa y yo me fui a la mía, por lo menos sabía dónde encontrarla, ya que olvide pedirle su número telefónico.

Me acosté, pero no podía dormirme, no podía dejar de pensar en aquella chica que sin conocer robo mi corazón.

Y aunque sabía que lo que ocurría era incorrecto, no quería alejarme de ella, a pesar de que estando a su lado en algún momento le romperé el corazón, pero quiero hacerla feliz en lo que aún no ocurre algo malo.

Por Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora