Capítulo 19

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Llegué a la isla y caminé hasta la pequeña cabaña que se encontraba en la orilla de la playa, aunque culebra era un lugar pequeño tenía una cantidad algo considerable de habitantes y a pesar de eso está zona de la isla suele estar muy solitaria y ese fue el motivo por el cual Charlie decidió comprar esa pequeña cabaña.

Entre sin llamar a la puerta, pues sabía que si había alguien ahí era posible que fuera Zabdiel.

Reb- Zab, ¿Estás aquí? - dije entrando al recibidor de la cabaña.

Caminé hacia las habitaciones, recordando la vez que estuve aquí con Jan.

En una de ellas pude ver a mi amigo tirado en el piso con la cabeza recostada sobre la cama, entre tratando de no asustarlo, lágrimas resbalaban por sus mejillas y su rostro estaba rojo e hinchado por tanto llorar.

Reb- Zab- me puse en cuclillas al estar a su lado y lo abracé- te lo prometí, nunca te dejare solo.

...

Después de haber estado platicando sobre lo que había ocurrido Zabdiel y yo regresamos a mi apartamento.

De verdad sentía el compromiso de estar con él, pero no de una forma obligada, si no que él siempre ha estado conmigo cuando lo he necesitado y ahora él me necesitaba a mí.

Convertimos la sala de lo que por los últimos meses había sido mi hogar en una de piso para poder dormir juntos en un espacio agradable.

Zab- Sabes, jamás me imaginé que tú eras la novia de Jan- dijo mientras abría las cortinas de la ventana para permitirnos ver la luna en su punto más alto- ese día que te vi en la playa pensé que eras de las típicas niñas que creen que llorando arreglaran todo- hizo una mueca que a los pocos segundos se transformó en una sonrisa- pero me equivoqué contigo.

Zabdiel regreso a donde estábamos recostados antes y se colocó a mi lado.

Zab- No sabes cómo agradezco que estés en mi vida.

Reb- Yo te agradezco a ti, por permitirme formar parte de ella.

Zabdiel me dedico una débil sonrisa y se giró dándome la espalda, era obvio que no quería que lo viera llorar.

Mil cosas comenzaron a pasar por mi cabeza, pero lo que más me atormentaba era el hecho de saber que Jan me había fallado

Estaba por quedarme dormida cuando alguien llamo a la puerta de mi departamento, supuse que era algún vecino ya que no habían llamado al intercomunicador, me levanté y caminé hasta la puerta.

La abrí y ahí estaba él.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas y en su cara se podría distinguir tristeza y decepción.

Jan- ¿Podemos hablar?

Reb- Lo siento, no creo que sea buena idea, si Zabdiel despierta- dije provocando que el chico mirara dentro del departamento- no detendré lo que ocurra.

Jan- ¿No lo harás?

Reb- Me fallas y pretendes que te defienda- dijo y mi voz comenzó a quebrarse al recordar lo que Omaira había dicho en casa de Charlie- estás muy equivocado Paul

Iba a cerrar la puerta, pero Jan me jalo del brazo provocando que girará y me planto un beso.

Jan- No entiendes, no lo entenderías así te lo dijera el mismísimo Obama- dijo agachando la mirada, sin separarse de mí.

Reb- ¿Qué debo entender? - dije y mi voz comenzó a quebrarse- ¿Qué mientras yo estaba postrada en una cama luchando por mi vida, pidiéndole a Dios despertar y estar contigo, tú estabas acostándote con tu ex, que era la novia de tu hermano? - me alejé de él y lo único que podía ver era como las lágrimas seguían cayendo por su rostro.

Un suspiro salió de mis labios y reuniendo todas mis fuerzas y mi coraje le dije lo último que tenía que decir.

Reb- Te odio, te odio por hacerme creer que me amabas- mis lágrimas no dejaban de resbalar por mis mejillas y él lo único que hacía era mirar al piso- eres un cobarde.

Jan- Yo te amo- dijo por fin alzando la mirada- y siempre lo haré.

Jan se dio la vuelta y comenzó a bajar por las escaleras.

*Nos leemos pronto*

Atte: Rebel Cbs

Por Última VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora