Llegué a la isla y caminé hasta la pequeña cabaña que se encontraba en la orilla de la playa, aunque culebra era un lugar pequeño tenía una cantidad algo considerable de habitantes y a pesar de eso está zona de la isla suele estar muy solitaria y ese fue el motivo por el cual Charlie decidió comprar esa pequeña cabaña.
Entre sin llamar a la puerta, pues sabía que si había alguien ahí era posible que fuera Zabdiel.
Reb- Zab, ¿Estás aquí? - dije entrando al recibidor de la cabaña.
Caminé hacia las habitaciones, recordando la vez que estuve aquí con Jan.
En una de ellas pude ver a mi amigo tirado en el piso con la cabeza recostada sobre la cama, entre tratando de no asustarlo, lágrimas resbalaban por sus mejillas y su rostro estaba rojo e hinchado por tanto llorar.
Reb- Zab- me puse en cuclillas al estar a su lado y lo abracé- te lo prometí, nunca te dejare solo.
...
Después de haber estado platicando sobre lo que había ocurrido Zabdiel y yo regresamos a mi apartamento.
De verdad sentía el compromiso de estar con él, pero no de una forma obligada, si no que él siempre ha estado conmigo cuando lo he necesitado y ahora él me necesitaba a mí.
Convertimos la sala de lo que por los últimos meses había sido mi hogar en una de piso para poder dormir juntos en un espacio agradable.
Zab- Sabes, jamás me imaginé que tú eras la novia de Jan- dijo mientras abría las cortinas de la ventana para permitirnos ver la luna en su punto más alto- ese día que te vi en la playa pensé que eras de las típicas niñas que creen que llorando arreglaran todo- hizo una mueca que a los pocos segundos se transformó en una sonrisa- pero me equivoqué contigo.
Zabdiel regreso a donde estábamos recostados antes y se colocó a mi lado.
Zab- No sabes cómo agradezco que estés en mi vida.
Reb- Yo te agradezco a ti, por permitirme formar parte de ella.
Zabdiel me dedico una débil sonrisa y se giró dándome la espalda, era obvio que no quería que lo viera llorar.
Mil cosas comenzaron a pasar por mi cabeza, pero lo que más me atormentaba era el hecho de saber que Jan me había fallado
Estaba por quedarme dormida cuando alguien llamo a la puerta de mi departamento, supuse que era algún vecino ya que no habían llamado al intercomunicador, me levanté y caminé hasta la puerta.
La abrí y ahí estaba él.
Sus ojos estaban llenos de lágrimas y en su cara se podría distinguir tristeza y decepción.
Jan- ¿Podemos hablar?
Reb- Lo siento, no creo que sea buena idea, si Zabdiel despierta- dije provocando que el chico mirara dentro del departamento- no detendré lo que ocurra.
Jan- ¿No lo harás?
Reb- Me fallas y pretendes que te defienda- dijo y mi voz comenzó a quebrarse al recordar lo que Omaira había dicho en casa de Charlie- estás muy equivocado Paul
Iba a cerrar la puerta, pero Jan me jalo del brazo provocando que girará y me planto un beso.
Jan- No entiendes, no lo entenderías así te lo dijera el mismísimo Obama- dijo agachando la mirada, sin separarse de mí.
Reb- ¿Qué debo entender? - dije y mi voz comenzó a quebrarse- ¿Qué mientras yo estaba postrada en una cama luchando por mi vida, pidiéndole a Dios despertar y estar contigo, tú estabas acostándote con tu ex, que era la novia de tu hermano? - me alejé de él y lo único que podía ver era como las lágrimas seguían cayendo por su rostro.
Un suspiro salió de mis labios y reuniendo todas mis fuerzas y mi coraje le dije lo último que tenía que decir.
Reb- Te odio, te odio por hacerme creer que me amabas- mis lágrimas no dejaban de resbalar por mis mejillas y él lo único que hacía era mirar al piso- eres un cobarde.
Jan- Yo te amo- dijo por fin alzando la mirada- y siempre lo haré.
Jan se dio la vuelta y comenzó a bajar por las escaleras.
*Nos leemos pronto*
Atte: Rebel Cbs
ESTÁS LEYENDO
Por Última Vez
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado cómo es que encontraras al amor de tu vida? bueno, esa no era una pregunta que Reb Lascuráin se hiciera muy a menudo, sin embargo, cuando menos lo esperaba conoce a Jan un joven que cambiara la vida de la chica dando un...