Un magnifico día

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Tiene una sonrisa de oreja a oreja y no puede evitarlo hoy es un buen día, Vegetto y él habían logrado obtener un trabajo fijo teniendo ahora un sueldo asegurado las cosas iban mejorando cada vez más y eso le alegra.

Su destinado no ha vuelto a tener recaídas desde hace tres años cuando se tatuó te amo en su brazo, no ha tenido esas bajadas emocionales que le dejaban tendido en la cama sin querer moverse suspirando a través de las horas, con ojos vacíos que miran hacia un lugar en el pasado al que él no puede llegar, sin ánimos de comer, de reír o siquiera existir.

Ahora es un nuevo Vegetto y él solo deseaba darle toda la felicidad que merece, les sonríe a sus compañeros mientras recibe los distintos paquetes que tiene que entregar por el día, trabaja en una empresa y regularmente mandan a distintas sucursales para entregarle todo tipo de encargos desde documentos hasta una batería nueva para un camión averiado.

Ellos saben que no puede hablar y mayormente puede comunicarse en señas algunos son bastante amables, pero otros no tanto, al menos su jefe lo es, el dueño de la compañía es un hombre bastante amable, han entablado conversación un par de veces, aunque luego se retira riéndose. Le recuerda un poco a Vegetto cuando se conocieron con ese brillo de tristeza junto a una pesada carga en los hombros que soportan cada día luchando para no ceder.

Es su hora de descanso cuando sale a cumplir un último encargo, entra a una joyería revisando los distintos anillos de compromiso eligiendo uno que le pareció les encantaría a ambos estaba hecho de acero negro tenía cadenas en los bordes y en el centro un zafiro. Sabe que a Vegetto le encanta el color azul, ha estado reuniendo para ello así que lo compran emocionado.

—Me agradas mucho, Gogeta. —habla su jefe quien le ha encontrado comiéndose su almuerzo apresuradamente —Eres el único de mis empleados que no se queja —Bromea, el nombrado suelta una ligera risa, lo ha hecho pero la mayoría realmente no lo entiende —pareces muy animado ¿Es un buen día? —él asiente mientras comienza a hacerle señas de que tiene los anillos de compromiso y que planea casarse cuando su señas no llegan correctamente como quiere toma su celular para comenzar a escribir —¡oh! Le pedirás matrimonio a tu destinado ¡Felicidades! —le hace el gesto de gracias, sin poder evitar que una alegría enorme le embargara ¡Que contento se siente de decirlo! —recuerdo cuando le pedí matrimonio a mi destinada por primera vez, ella se veía tan bonita. —Sonrió con añoranza mientras Gogeta fruncía el ceño, odia esa mirada, es la misma mirada que colocaba Vegetto antes, la que mira a un pasado que no puede alcanzar y llora internamente por ello, le palmea el brazo intentado consolarlo a lo que el hombre sale de su ensueño sonriéndole, falsas sonrisas, las conoce bien —Entonces ¿Cuándo será?

Le explica que lo hará esta noche cuando su pareja regrese del trabajo, hará una cena y le propondrá matrimonio.

—¡Eso es muy poco romántico! ¡Si es con tu destinado debe ser especial! —le reclama el hombre a lo que Gogeta le explica que en esos momentos necesita reunir para otros gastos y que no puede darse el lujo de un lugar lujoso que su pareja lo entenderá, que en otro momento podrán ir a un mejor sitió —No, no, no puedo permitir eso. —el hombre lo piensa por un momento para luego asentir, le pasa una cantidad de dinero que Gogeta se sorprende diciéndole que no puede aceptarlo —Descuida es mi regalo ¡No me debes nada! Lleva a tu destinado a un lugar lujoso y bonito, es más te recomiendo la estrella azul es el sitio perfecto, prepara un bonito traje y llévalo allí. ¡incluso! Haré una reservación a tu nombre.

Gogeta sabe que la estrella azul es uno de los restaurantes que le pertenece, suelta un bufido divertido porque el hombre le está dando permiso para que gaste el dinero que le está entregando en uno de sus restaurantes de esa manera regresándoselo. Pero no es de aquellos que protestan por las amabilidades ajenas.

Termina su horario laboral para viajar en su motocicleta hacia su hogar aparca la moto en el estacionamiento de su edificio departamental para subir por el elevador hacia su piso, no es un gran departamento apenas cuenta con dos cuartos un baño sala, cocina y balcón pero no se queja, saluda a sus mascotas acariciándole la cabeza a ambos felinos para llenar sus tazas de comida y agua, toma un baño para prepararse, colocándose un esmoquin que le había regalado su padre hace años atrás, aún le queda bien además no le ha dado mucho uso.

—¿ocurre un evento especial? —menciona Vegetto al entrar a la habitación que ambos comparten, él asiente y le hace señas de que se bañe metiéndolo hacia el baño, Vegetto está estupefacto, pero se encoge de hombros tomando un baño rápido y vistiéndose con el traje que Gogeta tiene preparado para él, le acomoda la corbata a su destinado —¿Qué estás planeando? —le pregunta, pero solo recibe una sonrisa junto a un hermoso brillo de esos ojos tan expresivos y que ha aprendido a adorar —

No le señalara nada al respecto en cambio bajan del edificio, Vegetto no se percata del momento en que Gogeta guarda una cajita aterciopelada en su bolsillo, toman un taxi mientras Gogeta le hace señas a Vegetto de que le diga al conductor que los lleve a la estrella azul.

—¿A la estrella azul? ¿Quieres ir allí? —Su pareja asiente mientras Vegetto protesta —Ese lugar es muy costoso, Gogeta no tenemos. . . —El nombrado sujeta su mano para besarla, le suelta para hacerle señales de que no se preocupe —mh.

Gogeta le pregunta cómo le ha ido en su día y él comienza a contarle, se detienen en el restaurante y le paga al conductor para que ambos se bajen, es Vegetto quien habla para la reservación bajo el nombre de Gogeta Son, la mujer les atiende guiándoles hasta su mesa la cual está más alejada del resto dándole una vista de la ciudad a través del cristal de su ventana, la mesa tiene colocada rosas blancas en el centro, con una nota que decía para el amor de mi vida.

Vegetto suelta una risa al ver el ramo que fue dejado allí para él mirando hacia Gogeta preguntándole nuevamente por lo que estaba tramando, pero nuevamente su destinado es muy bueno para guardar silencio, la velada avanza mientras Vegetto prueba la deliciosa comida del restaurante ambos ya tienen dos copas de vino encima.

Gogeta respira hondo mientras observa a su hermoso destinado, su cabello castaño oscuro, sus ojos cafés el grosos de sus labios, su nariz perfilada, el largo de sus pestañas, detallándolo tan perfectamente memorando todas esas partes de su aspecto físico por el que está encantado y recordando todos esos lados de su personalidad que ama enloquecidamente.

—¿Qué ocurre? —pregunta, para recibir las señas de Gogeta son rápidas pero él puede entenderlas bien, le explica lo mucho que lo ama, todas las razones por la que lo hace y lo mucho que lo hace feliz, que cada día es maravilloso estando a su lado además de que luchara para que su amor no se marchite floreciendo cada día más, que siempre espero conocerlo haciéndose a una idea de cómo era él pero que la realidad era mucho mejor que todas su fantasía finalizando en lo mucho que lo amaba —Gogeta —Su garganta se siente agrietada luego de leer todas sus señas para que su destinado se levanta de su silla arrodillándose ante él, saca una cajita de su bolsillo mostrándole el anillo de compromiso, no necesita hacer señas ante ese pedido solo esperar —

Los ojos de Vegetto se llenan de lágrimas mientras le observa allí de rodillas extendiendo el anillo, suelta una risa de júbilo mientras dice que; sí, que acepta casarse con él. aunque sus palabras salen entrecortadas su felicidad no tiene medidas. Gogeta le sonríe colocando el anillo en su dedo para besar el magnífico rostro de su destinado y esta suelta una risa de dichosa gloria ante la demostración de afecto.

Hoy sin dudas es un grandioso día y mientras toma la mano de su destinado observando el anillo de compromiso sabe que vendrán mejores, mira su rostro teñido de felicidad con esa mirada café que le miran con el amor más absoluto que puede existir haciendo que su corazón se llene de gozo. Se asegurará de mantener esa sonrisa hermosa en su destinado porque eso es lo que merece y él se encargara de luchar por ello cueste lo que le cueste, caminando juntos hacia días mejores.

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¡Buenas! aquí una continuación con estos dos hermosos destinados que se aman mucho.

Como siempre espero les haya gustado, no olviden que sus votos  y comentarios siempre me animan.

Nos leemos en la próxima ;D 

Drabbles VegegogeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora