War (Tercera parte)

147 13 10
                                    

Vegetto frunció el ceño observando al saiyajin dormir a su lado, estúpido y obstinado sí, pero eso siempre lo había sabido esa chispa de batalla fue lo que le atrajo en primer lugar, ahora mismo esa parte de él se ha vuelto un problema, hizo una mueca al notar su silueta en la cama, demasiado delgada para él, no acentuaba con el Gogeta que él conocía, los músculos fuertes y bien definidos.

Ese era el problema, Gogeta tiene toda la libertad para estar en su mansión sin salirse de los límites, puede usar el área de entrenamiento si quiere puede hacer lo que desee ¡Siempre y cuando sea allí! No puede salir, tiene estrictamente prohibido salir de su hogar.

Era su prisionero ¿pero que podía esperar después de toda la mierda que había causado? no quería comer, lo peor fue el intento de suicidio que realizo hace dos semanas atrás si no hubiera sido porque lo encontró a tiempo el muy maldito se había muerto por una sobredosis de medicamento, no podía creer que la determinación de Gogeta por no seguir en el mundo había sobrepasado su orgullo como guerrero para atentar con su propia vida, desde ese entonces no lo ha tocado más, Gogeta se lo había pedido en varias ocasiones y él no hizo caso.

Ahora con esa advertencia no le ha vuelto a poner una mano encima, pero se está cansado de verlo deteriorarse de que no elija comer de que se esté matando lentamente, aborrece eso, mira su silueta en la oscuridad de la noche, lo sujeta de la cintura atrayéndolo a su cuerpo, se remueve un poco ante la nueva posición para soltar un suspiro esta dormido puede sentirlo por la forma en la que respira.

-Te amo -Susurro a quien no podía oírlo, sintiendo su aroma ese que tanto le encantaba había perdido un poco su picor, pero aún seguía allí suave -podría destruir al universo menos a ti, haré todo lo que tenga que hacer para no perderte, mi sol.

Tenía la resolución dejo un beso en su hombro cerrando los ojos, tratando de obtener el sueño, se despertó temprano bañándose y alistándose a sus deberes diarios, mando a su sirviente a despertar a Gogeta media hora después, diciéndole; que lo esperaba en el comedor. Gogeta apareció poco después bañando y arreglado por los sirvientes, solo que la ropa que llevaba hacia acentuar su desnutrición no podía seguir permitiendo eso.

-me mando a llamar ¿Amo? -Habló entre dientes con un brillo de enojo y rabia en sus ojos -

-linda expresión simplemente encantadora -Expreso sonriéndole -Siéntate, las nuevas cocineras han preparado este banquete especialmente para ti.

-No voy a comer, lo sabes.

-Huele delicioso ¿por qué desperdiciar esta comida? Se que te encantara, pruébala -observo la expresión de Gogeta, siempre había sido un glotón de primera, le gustaba la buena comida y saborearla su estómago soltó un gruñido, se relamió los labios para observarle determinado diciéndole; no quiero - ¿No quieres? ¿enserio? ¿Está comida no es lo suficientemente buena para ti? -Gogeta no dijo nada cruzándose de brazos mirando hacia otro lado -Bien, trae a las nuevas cocineras -Expreso hacia el sirviente quien se inclinó para salir de comedor, cinco minutos después aparecieron las dos mujeres que Gogeta reconoció pudo verlo en sus ojos -Ellas prepararon esta comida para ti ¿sabes? ¿Aun te niegas a comer? -no obtuvo respuesta -¡Bien! Entonces las mataré ya que no sirven para lo que han venido.

-¡¿Qué?! -una bola de ki se creó en las manos de Vegetto lo suficientemente letal para asesinar al instante a las dos mujeres -¡No te atrevas!

-¡Entonces come!

-¡No puedes obligarme!

-¡Si no comes ellas morirán! ¡Prefieres comer o cargar con sus muertes! Adelante, Gogeta ¡Decide! -la expresión furiosa que le envió no cambio su resolución -

Drabbles VegegogeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora