Capítulo 6

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Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado. Fuma!Alfa x Nicholas !Alfa x Kei!Omega

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Escucha el latido de mi corazón. Te llama a su propia voluntad

Kei se sentía demasiado cómodo, como si estuviera durmiendo en una nube suave que lo acogía por completo, que lo envolvía y lo protegía de todo lo malo en el mundo.

Nunca se sintió así. Nunca durmió tan bien.

Podía sentir una suave respiración en su nuca, pero qué importaba, los brazos de Fuma eran calentitos, perfectos, lo envolvían con una facilidad que no hubiera creído posible. Su instinto omega murmuró que nunca quería salir de allí, que ese lugar era algo que no podría encontrar en ninguna otra parte.

No. Si había otro lugar como ese.

La noche en que Haruka lo atacó, Nicholas lo envolvió con sus brazos cuando se quebró por completo y, extrañamente, se sintió como en ese momento. Como si un simple abrazo fuera lo que necesitara para protegerlo de todo, para cuidarlo de las cosas malas en el mundo.

¿Por qué Nicholas y Fuma tenían que abrazarlo de esa forma?

No lo sabía. No le importaba. Solo quería que lo abrazaran así a él, aunque sonara egoísta, aunque no estuviera en una posición decente para exigir aquello.

Se giró, abrazando a Fuma de frente, enterrando su rostro en su pecho y suspiró para seguir durmiendo, llenándose con el fuerte olor alfa que exhalaba, lo envolvía completamente.

-¿Qué mierda significa esto?

Abrió sus ojos con el terror invadiéndolo, sentándose bruscamente sobre la cama, y echó a un lado los brazos de Fuma, como si hubiera estado cometiendo un delito.

No, no, no, ¿por qué?

Yasahiro lo observaba desde bajo del marco de la puerta con furia mal disimulada.

-Yo...

-Que gran despertar, Keigie .

Fuma frotó sus ojos, sentándose también, aún amodorrado. Kei no dijo algo, liberando feromonas de miedo.

El de cabello negro frunció el ceño, levemente confundido, antes de mirar hacia la puerta. Su expresión cambió un poco, no demasiado, en señal de comprensión: estaba con Kei en una situación un poco comprometida y ese era el alfa que habitaba en la casa.

-No pasó nada -soltó, dejando salir un bufido.

Yasahiro apretó su mandíbula.

-¿Tienes un novio, Keigie? -preguntó ácidamente, con veneno en su voz.

El chico negó con fuerza, demasiado asustado para decir algo. Para poder sacar su voz, tratar de defenderse.

-Somos amigos -explicó Fuma de pronto, notando el ambiente tenso.

Ese alfa de cabello café, con algunas canas, lo miró. Parecía que quería estrangularlo con la mirada.

-Soy Yasahiro, el padrastro de Kei -se presentó, sin acercarse-. Comprenderás por qué... me preocupa esto. Kei tiene diecisiete años, ya ves, y no quiero que se aprovechen de él.

El muchacho estaba mirando el suelo, como si hubiera algo terriblemente interesante allí, sin decir nada.

Fuma notó que las cosas iban mal, que había algo raro allí, que una pieza no encajaba. Kei no lo mencionó la noche anterior.

Y ahora lucía aterrado.

-Lo entiendo -como si estuviera distraído, tomó la mano de Kei para darle un apretón, sin importarle si el otro alfa le dirigía una mirada furiosa-, pero no busco aprovecharme de Keigie . Es un... omega completamente encantador.

Otro silencio y, luego de unos segundos, Kei le devolvió el apretón en la mano, aunque lo hizo con rapidez, porque después la alejó. Al levantar el rostro y mirarlo a los ojos, se encontró con el vacío en ellos.

-¿Acabas de llegar, Yasahiro? -preguntó Kei con suavidad, agachando otra vez la cabeza.

A Fuma le desagradó totalmente que el omega luciera tan sumiso, tan débil, en presencia de otros alfas. Por algún motivo que no llegaba a comprender por completo, quería verlo siempre sonriendo, con los ojos brillando de la emoción.

Monocromía [Nicholas, Fuma, K]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora