Capítulo 8

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Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado. Fuma !Alfa x Nicholas !Alfa x Kei!Omega

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Necesito tu amor antes de caer, caer, dame tu mano ahora y sálvame, sálvame...

-¿Cuándo vas a regresar? -preguntó Nicholas, frotando sus ojos por el sueño.

Fuma lo miró, rodando los ojos a pesar de que había una sonrisa en su rostro.

-El dos de enero, ya te lo dije -contestó su mejor amigo, agarrando su bolso-. ¿Qué, ya me estás extrañando?

Nicholas le sacó la lengua, sentándose en el sofá para ponerse a ver televisión.

-Por favor, es sólo para saber cuántos días estaré a solas.

Fuma no quiso pensarlo de alguna otra forma, pero no pudo evitar pensar en que Nicholas llevara a Kei allí. La sola idea de que Kei estuviera en su departamento, junto a su mejor amigo, le ponía de muy mal humor. Especialmente, luego de enterarse de que el día anterior estuvieron juntos por el cumpleaños de Nicholas.

Para su propia fortuna, quedó en salir con Kei luego de que volviera de su viaje. Iría a pasar Año Nuevo a un centro de esquí en Hakuba junto a sus padres, por lo que su mamá estaba muy contenta con esa atención recibida de su alfa. Al ser su primera omega, Hana recibía muchos regalos por parte del padre de Fuma . Además, Yoshio estaba muy orgulloso de que su primogénito fuera un alfa, por lo que el premio era doble para su madre.

-Recuerda que tienes prohibido... -comenzó a decir Fuma.

-¡Traer omegas aquí a follar! -gritó Nicholas , cambiando de canal-. ¡Tranquilo! Si salgo con alguien, siempre procuro la discreción de un motel.

Fuma no pudo aguantarlo demasiado, por lo que terminó preguntando:

-¿Piensas llevar allí a Kei? -le soltó, algo ácido.

Nicholas se congeló un momento, sorprendido y desconcertado por la pregunta realizada. Fuma lo observó, pensando en la apuesta hecha, en lo raro que se sentía todo ahora, en la forma en que Kei lo miraba a veces. En ese bonito rostro que llamaba la atención con facilidad, porque tenía una extraña belleza. Fuma no podía evitar compararlo con un tierno conejito, que saltaba por el mundo y se escondía de los lobos.

Su mejor amigo se volteó a mirarlo. Fuma no reconoció su expresión, que contenía una mueca extraña, como si tratara de aguantar la risa y el enojo a la vez.

Y es que Nicholas tampoco sabía cómo reaccionar ante la pregunta hecha. En especial, porque las últimas veinticuatro horas estuvo pensando demasiado en Kei y lo que era para él. Se le hacía demasiado complicado encontrarle sentido, pero, tal vez, todo se resumía a una palabra: atracción. Existía una innegable atracción de su alfa por el omega. Nicholas estaba un poco asustado, porque eso complicaba un montón las cosas, y a pesar de ello, no quería alejarse de Kei.

-Claro que no -habló Nicholas , con la voz grave-. Tengo pensado un bonito hotel en el que consentir a Kei. Después de todo -su tono se volvió borde-, se lo merece, ¿no es así?

-Espero que sea caro -replicó Fuma -, yo había pensado en algo frente a una playa. ¿Te imaginas lo emocionado que estará por eso?

El mayor dijo lo último de la nada, porque realmente no lo pensó con anterioridad. Pero, en ese momento, supo que sería una magnífica idea. Kei era como un niño pequeño al que podías sorprender con cualquier cosa, y estaría emocionado hasta por el más simple de los regalos. Además, eso le daría a entender lo dispuesto que estaba a gastar en él.

Claro, ahora que lo pensaba, Fuma dudaba mucho que estuviera contento sólo una noche con Kei. Fuera del hecho de marcarlo, pensar en tener al omega bajo él, sudoroso y caliente, era suficiente para ponerlo duro en segundos. Sí, con una vez no quedaría contento.

-¿Tanto piensas gastar en un simple omega? -se burló Nicholas , a pesar de que pudo notar cierto rencor en su expresión.

-Tú mismo lo dijiste -bufó Fuma , tirando de su maleta-. Kei se lo merece -le sonrió con inocencia-. Bueno, ¡nos vemos!

Monocromía [Nicholas, Fuma, K]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora