Capítulo 13

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Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado. Fuma !Alfa x Nicholas !Alfa x Kei!Omega

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Por favor, alza tu voz. Así puedo reír otra vez...
             
Kei estaba mirando la lata de la bebida en ahogado silencio, cómo si guardara un secreto terriblemente interesante, mientras su padre, frente a él, revolvía el café.
                 
Llevaba en ese silencio más de diez minutos, incapaz de poder decir algo, de emitir cualquier ruido, y parecía que a su padre también le comió la lengua el gato, pues apenas dijo palabra alguna.
                  
Sin embargo, ese tenso e incómodo aire fue interrumpido cuando Nicholas volvió, cargando una bandeja con papas fritas y un sándwich para el omega, con una clara expresión de preocupación.
                  
—K —le dijo, llamando su atención—, vamos, tienes que comer algo, bebé. Apenas probaste algo en el almuerzo.
                  
—No tengo hambre, Nicho —murmuró, con la voz ahogada.
                  
—Disculpa —habló de forma repentina su padre, y Kei se sobresaltó—, ¿eres pareja de mi hijo? —el omega se sentía desconcertado ante esa pregunta—. ¿Tú le has hecho eso?
                  
Y apuntó al rostro de Kei.
                  
El menor sintió que palidecía ante sus palabras, casi recordando cada doloroso golpe que Yasahiro le dio. La forma en que sus manos fueron hacia su pantalón, tratando de quitárselos para violarlo. Su ojo verde-azul seguía hinchado y morado, le costaba mucho mirar por ahí, mientras que su mejilla izquierda poseía otro moretón y su labio se encontraba roto. Por último, todo su cuello estaba amoratado y cada movimiento provocaba que el sufrimiento apareciera otra vez.
                  
—Claro que no —dijo Nicholas , con su tono grave y molesto—. Jamás le haría algo así a Kei. Es mi omega y yo estoy para protegerlo.
                  
Algo cálido se asentó ahora en su estómago, y el muchacho quería volver a llorar por recibir esas dulces palabras, a pesar de que sentía que no fueran para él. ¿No era injusto que Nicholas  le tratara de esa forma, cuando Kei estaba saliendo con él y Fuma ?
                  
—Mmm... —murmuró el hombre, viéndose incómodo.
                  
—Papá —habló Kei por fin, moviendo sus temblorosas manos para agarrar una papa frita—, ¿qué estás haciendo aquí?
                  
Y esa era, finalmente, para Kei la pregunta del millón. Qué estaba haciendo ese hombre en ese lugar, fuera de su casa. ¿Lo buscaba a él o a mamá? De seguro debía ser a su madre, ¿y qué es lo que querría de ella?
                  
—Quería verte —dijo Kenta, sosteniéndole su mirada—, y hablar contigo.
                 
Kei agarró la lata de bebida y se la llevó a la boca bruscamente, sintiendo algo parecido a su presión bajándose. ¿Qué? ¿Cómo? ¿Su padre quería hablar con él? ¿Y sobre qué?                                  
              
Su rostro debía mostrar toda la confusión que sentía en ese instante, demasiado atónito por lo que fuera que quería su padre de él. ¿Qué es lo que podría querer ese hombre de Kei? Para él, las cosas quedaron más que claras cuando se marchó y nunca volvió a buscarlo, a pesar de que pudo oír con claridad que lo haría.

Fue, en ese momento, que se percató de otra cosa: el anillo brillando en su dedo anular, de la mano izquierda. Casado. Su padre estaba casado. Santo dios.

Comió más papas, como si de esa forma, pudiera controlar la naciente ansiedad que empezó a crecer en su cuerpo.

Su padre suavizó su expresión.

—Kei —habló con firmeza—, quiero hablar contigo y aclararte muchas cosas. No sé que es lo que te haya dicho tu madre, pero... —suspiró con cansancio—, pero algunas cosas no son como ella te las dijo.

Monocromía [Nicholas, Fuma, K]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora