Capítulo 9

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Advertencias: omegaverse, fluff y angst mezclado Fuma!Alfa x Nicholas!Alfa x Kei!Omega

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Hoy la luna brilla más en el espacio vacío de mi memoria. Estoy sintiéndome lunático, por favor, sálvame esta noche...

Fuma dejó caer su bolso en el suelo, en mitad del comedor, y volteó su mirada hacia Nicholas . Su mejor amigo se encontraba en la cocina, preparándose una leche con cereal como desayuno, y con esa enorme sonrisa en su rostro.

No podía dejar de recordar el rostro de Kei , sólo minutos atrás, cuando se lo encontró de frente en la puerta. Venía con el rostro cubierto de rojo, los ojos brillando fuertemente, aunque con cierta expresión de pánico que no supo identificar bien. ¿Qué estaba haciendo el omega allí? Era la pregunta que rondaba por su cabeza, una y otra y otra vez.

Imaginarse lo peor le estaba provocando un retorcijón en el estómago, y más cuando recordó la llamada que compartió con el chico. ¿Es qué acaso cambió de opinión?

-Te mueres por preguntarme, lo sé -habló Nicholas , y Fuma se volteó a mirarlo-, pero te la haré fácil: no, no me acosté con él. sólo pasó la noche aquí, pero no lo llevé a la cama, metafóricamente hablando.

Fuma tuvo que sentirse aliviado al escuchar eso, pero fue peor: pudo sentir como el enojo lo invadía, porque Kei pasó la noche allí y no hubo nada sexual entremedio. Nicholas seguía comiendo su desayuno como si nada, y el alfa mayor percibió el aroma a bebé de Kei en su mejor amigo.

-¿Por qué estaba aquí? -preguntó, tratando de no verse molesto, a pesar de que no podía soportar la situación-. Si no estaba aquí por la apuesta, ¿entonces qué hacía aquí? -Nicholas parpadeó, observándolo-. ¿Sabes cuál es la regla número uno o no?

Nicholas bajó el bol donde tenía su desayuno, atónito por lo que estaba escuchando, y Fuma se sentía aliviado de haberlo agarrado desprevenido. Eso era lo que necesitaba.

-¿O ya rompiste también la regla cinco? -siguió preguntando el alfa mayor-. ¿Estás enamorado de Kei ?

-¡No! -saltó Nicholas , apretando su boca en un mohín de rabia-. ¡No he roto ninguna regla, y menos esa!

Fuma se encogió de hombros, fingiendo una indiferencia que no sentía. No podía creer que Nicholas hubiera llevado a Kei allí, de seguro se besaron. No era ningún idiota, y si ellos no se acostaron, probablemente hicieron otras cosas. Nicholas no habría desperdiciado una oportunidad como esa.

-La primera regla es estúpida -masculló Nicholas , tratando de calmarse. No sabía cómo Fuma le sacó tan rápido de los estribos, cuando sólo antes había estado en una nube al recordar los besos con Kei -. ¿Por qué no traerlo? Aquí sería más fácil grabarlo cuando me lo folle.

Por dios, Fuma se enojó mucho más al escucharlo decir eso con tanta simpleza, al hablar de Kei como si fuera un juguete.

Pero eso se supone que era. Ellos apostaron su virginidad como si no fuera nada para ellos.

Su estómago se apretó al pensar en la llamada que le hizo, en su propuesta, en llevarlo a la nieve con él. ¿Qué significaba eso? Fuma tampoco lo pensó mucho, sólo se lo sugirió porque realmente quiso hacerlo, sin una apuesta de por medio.

-¿Y tú? -le preguntó Nicholas , alzando su barbilla-. ¿Qué, acaso estás celoso? No habrás roto la regla de oro tú, ¿cierto, Fuma?

Fuma apretó sus dientes. ¿Cómo se atrevía a preguntárselo?

-Claro que no -dijo, despectivo-. Es más, voy a preguntarle a Kei si quiere salir esta semana conmigo, tal vez lo lleve a un lindo hotel por allí en el que abrirlo de piernas.

Casi de forma inmediata se sintió peor al decir eso, en imaginarse el rostro de Kei si los escuchara hablar de eso. Por dios, ellos lo destrozarían si eso llegara a pasar. El omega no sólo terminaría con el corazón roto, sino que acabaría totalmente desgarrado con esa dolorosa verdad.

Nicholas , frente a él, tenía el rostro tenso y apretado, como si estuviera tratando de contener su propia ira ante sus palabras.

-Procura no marcarlo -espetó Nicholas , con la voz temblorosa en rabia-. A tu madre no le hará gracia.

Monocromía [Nicholas, Fuma, K]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora