𝗖𝗜𝗚𝗔𝗥𝗘𝗧𝗧𝗘 𝗦𝗠𝗘𝗟𝗟〃 Shadonic

OO9

Eran las cuatro de la madrugada y habia terminado en la casa de su mejor amiga, despues de que se habia ido de la fiesta le habia contado todo por llamada sintiéndose asustado de todo, ella algo adormilada le ofreció hacer una pijamada para olvidar lo ocurrido, levantarle el animo y si el quería contarle mas sobre lo que paso.

—¿te sientes mejor?

—si... Gracias blaze y perdón si te llame a altas horas de la noche.

—oh no te disculpes, sabes que tengo problemas de sueño y a veces me desvelo.

—fue tan de la nada que no se como explicarlo.

—hey esta bien no te obligare a que me cuentes ahora mismo, cuando encuentres las palabras correctas puedes decírmelo.

—¿tenemos algo importante que hacer mañana?

—no, ¿por que? ¿quieres faltar?

—me haría bien... Me gustaría investigar algunas cosas...

—de acuerdo, yo te pasare lo que haremos mañana.

—siempre puedo contar contigo, enserio eres la mejor. —dijo feliz.

—lo se no tienes que recordármelo. —respondió ella con una sonrisa y recibiendo un pequeño golpe de parte de su amigo con una almohada.

—hey. —ella tomo otra almohada y repitió la acción de su amigo, logrando que ambos rieran y unos segundos despues sonó el tono de notificación del celular de su amiga.

—¿quien puede hablarte a esta hora?

—bueno... —la chica reviso su celular y al ver quien era sonrió. —se suponía que te la presentaría mañana pero como vas a faltar sera pasado mañana.

—¿que? ¿a quien?

—a mi novia.

—oh por dios... ¡eso es increíble! ¿¡por que no me lo dijiste!? ¿quien es? ¿la conozco? ¿la e visto alguna ves?

La chica rio al escuchar todas las preguntas de su amigo.

—no, no la conoces pero estudia en la universidad de alado.

Igual que el... penso el cobalto.

—dios, ¿por que no me lo dijiste?

—todavía no era oficial, pasado mañana la conocerás.

—¡no puedo esperar! —eso realmente le había subido el ánimo, le agradaba mucho que su amiga había encontrado por fin a alguien que la amara.

—deberías dormir ya, tal vez tu no iras pero yo si.

—de acuerdo... Quiero la litera de arriba.

—ahg, esta bien...

﹒〃🚬 ♡﹐ ✦𝄒

Al día siguiente, blaze se encontraba sola en su salón tal vez no tenía a su amigo ahí presente pero le llagaban mensajes o eso había parado hace unas horas, había contestado el último mensaje pero no recibió respuesta eso le preocupo un poco pero no quiso alarmarse.

Al final de las clases salió de su universidad, pero tuvo un pequeño choque mientras caminaba.

—¿eres amiga de sonic? —escucho en lugar de un "perdón" o "lo siento". —¿hoy asistió?

—así que eres el famoso chico que el ve casi todos los días. —miro al azabache con algo de enojo. —y que lo beso.

—perdón, fui demasiado lejos muy rápido ya me regañaron por eso. —recordó como su amigo le habia pegado en el hombro, mientras le repetía lo tonto que fue. —solo quiero disculparme.

—ni creas que te llevare con el o algo así lo asustaste demasiado el no quiere verte.

—esta bien lo entiendo me lo merezco, ¿okey? pero por favor hazme un favor.

—¿que quieres?

El azabache saco de su mochila una pequeña caja de fresas frescas.

—no es alérgico a las fresas... ¿verdad? —le ofreció la caja que blaze acepto con un poco de mala gana. —las acabo de comprar aun están algo frías.

—tienes suerte de que no sea alérgico y que te las este aceptando.

—tiene un pequeño post-it arriba por favor que no se te caiga, no me contesta los mensajes de texto así que mejor le mando un mensaje así.

—aja... No eras como yo creía te vistes como un maldito maleante que vende drogas en las noches pero... No eres un completo idiota aunque lo eres por hacerle eso a mi mejor amigo.

—no con todos soy así, ¿okey? solo quiero pedirle una disculpa por que lo que hice estuvo mal.

—si si, ahora largo antes de que cambie de opinión y yo me coma estas fresas.

—me voy por que yo quiero, no por que tu me lo digas. —vio como la chica le fulmino la mirada mientras trataba de abrir la caja. —¡esta bien! me largo por que yo quiero... Maldición eres una amenazadora.

—aja, bueno me voy. —el azabache solo miro como esa tal chica se iba poco a poco, desapareciendo.

Y aunque el azabache sabia muy bien donde vivía el cobalto y podía entregar el mismo ese pequeño regalo de disculpas no le parecía lo mas "correcto" presentarse despues de lo ocurrido. No le daba pena o vergüenza recordar que habia besado al menor dos veces pero quería entender el como se sentía este por esto.