A mitad de primavera Taehyung estaba acompañando a SeokJin y Sohyun a un invernadero de flores. Si bien su repentino escape malogró algunos planes en las agendas de la pareja, no habían pospuesto la fecha de la boda. Se casarían a finales de abril en la recepción del hotel más lujoso de Seúl. El menor iba detrás de los mayores que se detenían ante cada muestra.
- Astilbes con peonías, será sofisticado y podemos llenar el lugar. - Dijo Sohyun con emoción mientras la empleada le mostraba las flores. - ¿Te parece Tae? . -
- Me gustó más la flor de ajo. - Respondió con desdén, a él realmente no le interesaba nada de eso.
- Son lindas claro, pero su olor... no sería el adecuado para decorar. -
- Él está jugando. - Interrumpió SeokJin, mirando serio a Taehyung pues estaba dándole nada de su interés a Sohyun a pesar de que ella se esforzaba por agradarle. - Las peonías están perfectas, llevaremos esas. -
El castaño sonrió a espaldas de Jin solo por lo gracioso que se le hacía molestarlo. No era que Taehyung fuese un rebelde, pero estaba bastante aburrido cuando en las últimas dos semanas su castigo había sido en serio, si bien Jin le dejaba usar el teléfono, no tenía mucho con que entretenerse pues no lo dejaba salir con Jungkook o volver solo de la escuela. Su casa estaba cada día más invadida con las cosas de Sohyun y eso lo hacía sentir un poco incomodo.
Desde la discusión que tuvo con Jimin aquella ocasión, no había vuelto a verlo, ni siquiera en esos caóticos días cuando "se extravío". Jin le contó que aunque dejo de trabajar con él, Jimin seguía dentro del trabajo social, con niños y jóvenes, solo que en un área diferente.
Taehyung no se había atrevido a llamarlo, pero de verdad lo extrañaba, extrañaba como siempre estaba dispuesto a lo que sea aún si era grosero, extrañaba sentirse cuidado, mimado. Admitió que con Jimin siempre había funcionado actuar cono un niño que lloriqueaba hasta salirse con la suya. Y sin él ya no había quien lo tratará así.
Los libros que le regaló en sus cumpleaños anteriores ocupaban un lugar en su mochila y acostumbraba leerlos en el receso del instituto, el lujoso brazalete que le dio jamás salió de su muñeca y lo veía fijamente todas las tardes en las que se preguntaba si Jimin lo recibiría de ir a buscarlo. Solo entonces analizó lo importante que era para él tenerlo en su vida y lo mucho que lo dolía no verlo más. Parecía que cada uno de sus mayores había tomado su rumbo sin importar dejar a Taehyung de lado.
Sohyun se tomó como un reto personal el ganarse la confianza de Taehyung, y se ofreció incontables veces a ser su confidente si él necesitaba hablar con alguien. Pero nunca la tomó en serio. No le aclararía jamás las dudas que probablemente ella tenía sin correr el riesgo de que SeokJin se enterará. Hasta entonces todo sería un secreto; nadie podría saber de su amor por Hoseok y su repentina nostalgia por Jimin. Con Hoseok las cosas iban relativamente bien, pero este siempre estaba tan ocupado que posponía las llamadas, Taehyung simplemente debía esperar a que lo llamara por las madrugadas. Pero eso ya era agotador.
...
El día que Jin le quitó el castigo fue a encontrarse con Jungkook, ambos muchachos vestidos completamente de negro y con delineador en los ojos, estaban sentados en una de las bancas del parque. Jungkook como de costumbre tenía el cigarrillo entre sus manos y de vez en cuando se lo daba a Taehyung para darle unas caladas.
- Sería más fácil si solo vas y lo saludas. - Dijo Jungkook, soplando humo por sus labios.
- Él no quiere hablar conmigo. -
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Fainting Spells .hopev.
FanfictionCOMPLETA / EDITADA --- Hoseok es un detective retirado que ha vuelto a los casos. Taehyung un menor afectado por un crimen atroz. Hoseok se prometió siempre cuidar de Taehyung, Taehyung confía inminentemente en Hoseok. ¿Qué pasa cuando la línea entr...