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Al abrigo de la lluvia. Sheltered from rain. ____
Aera se encontraba sentada en una de las bancas de la universidad, inmersa en la lectura de su libro favorito.
Un ligero viento acariciaba su rostro y hacía que las hojas de los árboles susurraran como si también estuvieran compartiendo secretos. Pero la pelinegra estaba completamente inmersa en su lectura, ajena a todo lo que ocurría a su alrededor.
—Oye —Aera alzó la cabeza al escuchar la voz de su compañero Jungkook, quien mantenía una expresión neutra—. Según el pronóstico de hoy, va a llover —añadió, alzando su brazo para ofrecerle el paraguas.
Ella lo miró y suspiró, notándose una leve molestia en su rostro.
—Prefiero que te concentres en tus propios asuntos —respondió con seriedad.
Jungkook asintió, sin mostrarse ofendido, sabía que ella no lo decía por maldad ya que conocía bien la personalidad de Aera y estaba acostumbrado a su manera directa de expresarse.
—Esta bien. —Contesto sin importancia.
Como si las palabras de Jungkook fueran un juramento, cuando apenas terminó de hablar, las primeras gotas de lluvia empezaron a caer.
—Mierda —la pelinegra se levantó de la banca y miró a Jungkook, esperando que reconsiderara su oferta y la ayudara con el paraguas. Jamás imaginó que justo en ese instante caería una lluvia tan intensa.
—Llega a casa a salvo, Aera —dijo Jungkook, mientras abría el paraguas para resguardarse de la lluvia. Acto seguido, se preparó para marcharse, pero no sin antes dedicarle una sutil sonrisa de lado.
Aera se quedó ahí por unos segundos contemplando cómo Jungkook se alejaba protegido del agua por el paraguas que había ofrecido, después se dispuso a guardar su libro en la mochila rápidamente para que no se empape.
—Idiota —murmuró con fastidio mientras corría hacia la entrada de la universidad. Una vez allí, comenzó a quitarse las gotas de agua de su cabello.
Al mirar hacia la salida, notó que Jungkook ya no estaba. Aunque en su interior, donde su orgullo no podía penetrar, sabía que la culpa era suya por haber rechazado la oferta.
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A los minutos llego corriendo de la universidad a la parada de autobus.
—Parece que esta lluvia no va a cesar pronto —pensó mientras se refugiaba bajo el techo de la parada.
Aprovechó para descansar y resguardarse de la lluvia gracias al techo protector.
Sus ojos se posaron en la banca cercana y notó un paraguas acompañado de una nota.
| Te lo dije :)
Aunque no había nombre en la nota, Aera supo de inmediato que el paraguas era de Jungkook. Observó a su alrededor, buscando alguna señal de él, pero no había nadie cerca. Tomó el paraguas y suspiró con cierta exasperación.
—Eres un tonto, Jungkook —murmuró con una leve sonrisa, recordando lo típico de él hacer ese tipo de gestos.
A pesar de no haberle dicho directamente que el paraguas era suyo, Aera conocía lo suficiente a Jungkook para darse cuenta de sus intenciones. Él siempre había sido así, cuidadoso y atento a su manera, aunque a veces lo expresara de forma indirecta.
Con el paraguas en mano, Aera se sintió agradecida por su amabilidad, aunque no pudiera verlo en ese momento. Caminó hacia la parada de autobús y esperó pacientemente la llegada del transporte público, protegida ahora de la lluvia gracias al gesto de Jungkook.
El tiempo parecía eterno bajo la lluvia, pero finalmente, se escuchó el ruido característico del motor del autobús acercándose. Aera alzó la vista y vio las luces del vehículo acercándose lentamente. Una sensación de alivio y felicidad invadió su rostro.
En ese momento solo pensaba en un baño caliente y ponerse su pijama.
El autobús se detuvo frente a la parada, y las puertas se abrieron, revelando un ambiente cálido y seco en su interior. Aera subió rápidamente, sintiendo la agradable sensación de escapar del aguacero. Saludó al conductor con una sonrisa y buscó un asiento disponible.
Jungkook que la había salvado de mojarse completamente bajo la lluvia al llegar a casa.
Desde la distancia, Jungkook la miraba irse en el autobús mientras esté sec alejaba de la parada, llevando a Aera hacia su destino. El tenía en su mano derecha otro paraguas para protegerse de la fuerte lluvia.
A pesar de todo el todavia cuidaba de ella y se preocupaba por su bienestar.
Jungkook continuó observando a Aera desde la distancia, su mirada reflejaba un cálido brillo. Suspiró, desviando la mirada hacia sus pies por un momento, pero luego alzó la vista y giró para alejarse del lugar. Con su otra mano en los bolsillos de su pantalón y otra en el paraguas, caminó con paso tranquilo.
—Eres tan terca —murmuró con una sonrisa mientras recordaba cómo Aera había reaccionado al encontrar el paraguas. Sin duda, ella era todo un caso.
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