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Kazutora había ido en busca de su mejor amigo apenas todo el conflicto en Kanto sucedió.

Baji le evitaba, le evitaba por más que intentaba hablar con él.

Siempre que tocaba a la puerta era completamente ignorado. Si la señora Baji estaba le decía que Keisuke no estaba, así que tras unos días terminó por descartar la idea de encontrarlo en su departamento.

Después de clases era lo mismo, él corría desde su escuela hasta la de Baji, iba a toda velocidad sobre su motocicleta, la mayoría de las veces que llegó a verlo únicamente siendo su espalda.

Parecía que él huía.

—¿Bucabas a Baji, bonito?— le preguntó un alfa a sus espaldas, él volteando a verlo.

Cabello blanco y piel morena. Tenía un tatuaje en su cuello.

Era atractivo, muy atractivo...

—¿Qué mierda quieres?— le preguntó al alfa, quien le sonrió burlonamente.

—Sólo preguntaba...

—Bien— estaba por arrancar su motocicleta cuando sintió un peso sobre la misma, volteando a ver al mismo alfa. En serio quería golpearlo— ¿Podrías quitarte?

—Si aceptas tener una cita conmigo podría considerarlo~

—Ni loco, y deja de soltar feromonas como un pervertido, me asfixian— el moreno sonrió, las feromonas haciéndose más fuertes y Kazutora tapando su nariz mientras su olor se hacía más agrio.

—¿Qué te parece si te doy algo a cambio de una cita?— preguntó el alfa. Kazutora rodó los ojos.

—¿Qué podrías tener tú que ofrecerme?

—Tal vez a dónde se dirige Baji todos los días después de clases...

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—Es increíble que el imbécil tuviera razón... — gruñó por lo bajo el omega al ver la motocicleta de su amigo afuera de un edificio abandonado.

Sé adentró a este sitio intentando ocultar sus feromonas lo mejor que podía y percibiendo amargura en el ambiente, el segundo piso sólo siendo peor.

Y ahí estaba, Baji estaba sentado frente a una pared mirando hacia la nada mientras manipulaba algo entre sus manos.

—¿Tienes idea de cuánto me costó encontrarte?— preguntó Kazutora, el alfa gruñendole en advertencia, aunque sin moverse de donde se encontraba inicialmente.

Kazutora se acercó hasta quedar a una distancia considerable del azabache, ambos sentados uno junto al otro con el silencio inundando la habitación.

—¿Qué demonios fue lo de la otra vez?— preguntó Kazutora en alusión a Kanto— Creí que te gustaba Chifuyu.

—Me gusta Chifuyu— respondió el alfa.

—¿Entonces por qué te fuiste de esa forma?

—No es lindo saber que tu omega y tu mejor amigo te han ocultado algo tan importante, ¿sabes?— Indirecta captada, Baji.

—No es algo que pudiéramos decir tan a la ligera... No tanto por mi, sino por Chifuyu e Izana, no se supone que sus hermanos se enteraran, tú mismo lo viste, ¡querían usarte para controlar a Chifuyu!— Baji asintió.

—Por eso lo rechacé...

—¿Acaso eres imbécil?— preguntó Kazutora dándole un golpe— ¡Sabes lo que un omega rechazado sufre! ¡Yo tuve suerte de no entrar en depresión como el resto!

Opresión | Bajifuyu omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora